Bernie Sanders anuncia su carrera presidencial para 2020
El veterano socialista, que perdi¨® contra Hillary Clinton pero cuyas ideas progresistas han calado en el Partido Dem¨®crata, se suma a las concurridas primarias para ganar a Trump
Bernie Sanders, el senador socialista independiente cuya fracasada campa?a en las primarias de 2016 moviliz¨® a los votantes progresistas y contribuy¨® a desplazar a la izquierda al Partido Dem¨®crata, ha anunciado este martes que entra en la carrera para desalojar en 2020 a Donald Trump, a quien define como ¡°el presidente m¨¢s peligroso de la historia estadounidense moderna¡±.
¡°Nuestra campa?a no es solo sobre derrotar a Donald Trump¡±, ha advertido el senador por Vermont, de 77 a?os, en un correo electr¨®nico a sus simpatizantes a primera hora del d¨ªa. ¡°Nuestra campa?a es sobre transformar el pa¨ªs y crear un Gobierno basado en los principios de justicia econ¨®mica, social, racial y medioambiental¡±.
Su candidatura a las primarias dem¨®cratas, ya hiperpobladas a un a?o de que arranquen oficialmente, se daba por descontada. El reto es si podr¨¢ capturar de nuevo esa energ¨ªa de la izquierda del partido, o si contribuir¨¢ a neutralizarla al repart¨ªrsela con otros candidatos del mismo sector, como sus otrora aliadas Elizabeth Warren o Tulsi Gabbard.
¡°Juntos, vosotros y yo y nuestra campa?a de 2016 empezamos la revoluci¨®n pol¨ªtica. Ahora es hora de completar esa revoluci¨®n e implementar la visi¨®n por la que luchamos¡±, ha dicho Sanders.
El candidato tratar¨¢ de reclamar la paternidad sobre la agenda de la izquierda. Pero esa supuesta ¡°revoluci¨®n¡± que ha experimentado el partido cuenta ya con portavoces, como Alexandria Ocasio Cortez, acaso m¨¢s eficaces entre los votantes j¨®venes que lo arroparon cuando hace tres a?os se enfrent¨® al establishment. Y la moderna campa?a de guerrilla, basada en la viralidad y la autenticidad, que lo dej¨® a las puertas de la nominaci¨®n dem¨®crata, es hoy la norma en esa nueva hornada dem¨®crata que estrena mayor¨ªa en el Congreso.
Cuando anunci¨® su primera candidatura, en abril de 2015, el gesto fue visto como algo pintoresco. Un senador independiente de 73 a?os del peque?o Estado de Vermont, que ni siquiera pertenec¨ªa al partido, que se defin¨ªa como ¡°socialista democr¨¢tico¡±, que no contaba con respaldo econ¨®mico evidente. Y, enfrente, Hillary Clinton, tal vez la candidata m¨¢s preparada y arropada de la historia.
Finalmente, Sanders perdi¨®. Pero se qued¨® cerca. Y demostr¨® a los dem¨®cratas que se pod¨ªa tener ¨¦xito con programas alejados del centrismo encarnado por Bill Clinton o Barack Obama.
En noviembre de 2016, Hillary Clinton perdi¨® contra Trump y la derrota sacudi¨® todos los cimientos del Partido Dem¨®crata. Algunos acusaron a Sanders y su ret¨®rica rupturista de cavar una fractura en el partido que hizo inevitable la derrota. Pero otros miraron atr¨¢s y se preguntaron, ante la victoria de un candidato republicano populista y alejado del centro, qu¨¦ habr¨ªa pasado con un rival como Sanders.
La sanidad universal, los impuestos altos a los ricos, la subida del salario m¨ªnimo o la lucha contra el cambio clim¨¢tico, son pol¨ªticas progresistas que ahora se han extendido en el Partido Dem¨®crata. ¡°Hace tres a?os, durante nuestra campa?a de 2016, cuando presentamos nuestra agenda progresista, nos dijeron que nuestras ideas eran radicales y extremas¡±, recuerda Sanders. ¡°Pues han pasado tres a?os. Y, como resultado de millones de estadounidenses alz¨¢ndose y luchando, todas esas pol¨ªticas y m¨¢s son apoyadas ahora por una mayor¨ªa de estadounidenses¡±.
Ir¨®nicamente, su ¨¦xito podr¨ªa ser precisamente lo que le cierre las puertas, por segunda vez consecutiva, a la candidatura dem¨®crata. Su aventura de 2016 le coloca en una situaci¨®n privilegiada respecto a sus contrincantes de 2020, pero tambi¨¦n le despoja del aura anti-establishment que tan bien funciona entre cierto electorado.
Para bien o para mal, Sanders ya no es el impoluto outsider contra la sospechosa favorita: es un pol¨ªtico reconocido dentro y fuera del pa¨ªs, le avalan 13 millones de votos y construy¨® una maquinaria financiera que le permiti¨® recaudar m¨¢s de 230 millones de d¨®lares en peque?as donaciones. Pero, tres a?os despu¨¦s, la izquierda ya no es patrimonio de Sanders.
Las legislativas de noviembre, que trajeron a la C¨¢mara de Representantes una mayor¨ªa dem¨®crata encarnada en congresistas mujeres, j¨®venes y de minor¨ªas ¨¦tnicas, plantearon la inc¨®gnita de si esa energ¨ªa podr¨¢ ser catalizada por un hombre blanco y mayor. Sanders deber¨¢ mejorar su mediocre desempe?o entre los votantes negros y, en plena era del Me Too, combatir las cr¨ªticas sobre ciertos comportamientos sexistas en su campa?a, surgidas en los ¨²ltimos meses y por las que se ha disculpado p¨²blicamente.
La reacci¨®n a su candidatura no ha tardado en llegar desde la campa?a de Trump. "Bernie Sanders ya ha ganado el debate en las primarias dem¨®cratas, porque todos los candidatos est¨¢n abrazando su estilo de socialismo", ha dicho en un comunicado Kayleigh McEnany, portavoz de la campa?a del presidente. Ya en su discurso sobre el estado de la Uni¨®n, a principios de este mes, Trump dej¨® claro que atacar¨¢ a los dem¨®cratas agitando un socorrido fantasma. "Esta noche", dijo el presidente, "renovamos nuestra determinaci¨®n de que Estados Unidos no ser¨¢ nunca un pa¨ªs socialista".
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