La marcha de tres diputadas por la gesti¨®n del Brexit abre una brecha en el partido ¡®tory¡¯
Las parlamentarias se unen al Grupo Independiente, al que ya se han ido ocho miembros del laborismo
El terremoto del Brexit est¨¢ erosionando los cimientos del mapa pol¨ªtico brit¨¢nico, cuyos dos principales actores, los conservadores en el poder y la oposici¨®n laborista, afrontan rebeliones internas. Horas despu¨¦s de que una octava diputada confirmara este mi¨¦rcoles que deja el partido de Jeremy Corbyn y pasa a un grupo parlamentario de independientes, tres colegas tories hac¨ªan lo propio y abr¨ªan una brecha entre los conservadores. Las primeras deserciones del partido de la primera ministra, Theresa May, surgen del ala europe¨ªsta que intenta forzar un segundo refer¨¦ndum sobre la salida de la Uni¨®n Europea.
¡°Nos parece inadmisible que un partido cuya gesti¨®n de la econom¨ªa suscitaba mayor confianza que cualquier otro est¨¦ ahora conduciendo al pa¨ªs de forma tan imprudente hacia el borde del precipicio que ser¨ªa abandonar Europa sin un acuerdo¡±, criticaron este mi¨¦rcoles las diputadas Anna Soubry, Sarah Wollaston y Heidi Allen en una carta abierta dirigida a May. Las diputadas, que consideran ¡°desastrosa¡± la gesti¨®n del Brexit por parte de la primera ministra, dan el portazo al Partido Conservador por su ¡°viraje hacia la derecha¡± que, en su opini¨®n, ha hecho imposible ¡°los esfuerzos para modernizarlo¡±. Y, sobre todo, denuncian que el partido es reh¨¦n de los partidarios m¨¢s recalcitrantes del Brexit, encarnados en el poderoso grupo de presi¨®n euroesc¨¦ptico encabezado por el diputado Jacob Rees-Mogg y por los radicales unionistas del DUP, cuyo apoyo parlamentario necesita May, que no tiene mayor¨ªa absoluta.
Un argumento similar, aunque desde el otro lado del espectro ideol¨®gico, convenci¨® a la diputada Joan Ryan de dar por finiquitadas casi cuatro d¨¦cadas de militancia laborista, ante lo que ve como un sesgo ultraizquierdista y de ¡°racismo antijud¨ªo¡± de su l¨ªder, Jeremy Corbyn. Antigua miembro del Gabinete de Tony Blair, se ha sumado as¨ª a las cr¨ªticas a Corbyn (¡°no est¨¢ preparado para dirigir el pa¨ªs¡±) que el pasado lunes llevaron a otros siete diputados de corte centrista y proeuropeo a dejar la formaci¨®n. Ryan sostiene que el laborismo se ha convertido, bajo la ¨¦gida ¡°de una camarilla estalinista¡±, en una formaci¨®n ¡°institucionalmente antisemita¡±.
After 4 decades, I have made the terribly difficult decision to resign from the Labour Party. It is the greatest honour of my life to represent the people of #EnfieldNorth. I will continue to represent and speak up for them as a member of the @TheIndGroup of MPs #ChangePolitics pic.twitter.com/BroRRoVSGk
— Joan Ryan (@joanryanEnfield) February 19, 2019
Estos movimientos, en medio de una etapa crucial para determinar c¨®mo saldr¨¢ finalmente Reino Unido de la UE, apuntan hacia una t¨ªmida uni¨®n de sectores moderados en el nuevo grupo independiente de la C¨¢mara de los Comunes, que se nutre con las defecciones de ambos partidos. El tama?o del grupo se queda muy corto para condicionar iniciativas en torno al Brexit, pero su irrupci¨®n no es desde?able: cuenta con m¨¢s parlamentarios de los que tiene el DUP e iguala en n¨²mero a los liberales dem¨®cratas, formaci¨®n n¨ªtidamente proeuropea.
Sus miembros alegan representar el campo de centro en la pol¨ªtica brit¨¢nica, lo que ha disparado las especulaciones sobre supuestos planes de crear un nuevo partido. Las diferencias ideol¨®gicas son, sin embargo, demasiado profundas. Solo uno de los ocho diputados laboristas (Chuka Umunna, hijo pol¨ªtico de Tony Blair) y ninguna de las tres conservadoras que ayer pasaron al nuevo grupo han hablado de crear una nueva formaci¨®n. Y aunque as¨ª fuera, el sistema electoral mayoritario y de representaci¨®n directa brit¨¢nico mermar¨ªa sus expectativas. Por el momento, el punto com¨²n en ese grupo parlamentario de independientes es que no se resignan a la nada improbable perspectiva de un Brexit sin acuerdo de salida.
Ventaja reducida
Tampoco se resignan diputados tan activos como el conservador Nick Boles, contrario al Brexit pero que se ha resistido a sumarse a la fuga de sus compa?eras. Soubry, Wollaston y Allen responden como diputadas ante unas circunscripciones donde el Brexit tiene predicamento, y en las que los activistas antieuropeos llevan tiempo trabajando para desbancarlas. Al salir del Partido Conservador, no ten¨ªan tanto que perder, al contrario de otros colegas proeuropeos que ven amenazado su futuro pol¨ªtico.
May recibi¨® la carta de las tres diputadas a modo de bofet¨®n de camino a Bruselas, a donde acudi¨® todav¨ªa m¨¢s debilitada. Su mayor¨ªa en el Parlamento brit¨¢nico acaba de verse reducida a solo nueve esca?os de ventaja y ni siquiera el grueso de sus miembros le son especialmente afines. A finales de febrero, los Comunes prev¨¦n someter a nuevo escrutinio una enmienda para imponer una pr¨®rroga del Brexit y prohibir una salida sin pacto previo. Los diputados que semanas atr¨¢s ya se pronunciaron mayoritariamente en contra de la enmienda son exactamente los mismos, pero no hay que subestimar el poder que los nuevos aires en Westminster puedan ejercer sobre los indecisos.
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