Redes de voluntarios para paliar la emergencia
Miles de personas presionan para que la ayuda humanitaria llegue a Venezuela. Detr¨¢s hay a?os de iniciativas asistenciales paralelas a los programas sociales del chavismo
El llamamiento que hizo Juan Guaid¨® para involucrar a cientos de miles de personas en la llegada de ayuda humanitaria en Venezuela, prevista para el pr¨®ximo s¨¢bado a trav¨¦s de la frontera colombiana, llega despu¨¦s de a?os de organizaci¨®n de redes de apoyo vecinal vinculadas a la oposici¨®n. Los miembros de esas iniciativas representan, en buena medida, a los m¨¢s de 600.000 ciudadanos que, seg¨²n el propio presidente de la Asamblea Nacional, se apuntaron a un proyecto bautizado como Voluntarios por Venezuela. Esta plataforma, en la que destaca la presencia de miles de profesionales del sector, se encargar¨¢ de organizar jornadas m¨¦dicas y asistenciales si los cargamentos de medicinas y alimentos logran entrar.
Esta multitudinaria respuesta ha cristalizado una tendencia vigente en el pa¨ªs desde al menos 2016: la vertiginosa proliferaci¨®n de asociaciones solidarias, conciertos ben¨¦ficos, comedores, sociedades m¨¦dicas y observatorios de asistencia social. Una tendencia que cuenta tambi¨¦n con el concurso de los ciudadanos de la di¨¢spora y la empresa privada, y que toma aliento en la misma medida en que la gesti¨®n de Nicol¨¢s Maduro se derrumba, y con ella todos los programas sociales del chavismo.
Prepara Familia organiza almuerzos, adquiere mantas y equipos para padres y ni?os pacientes del hospital pedi¨¢trico J. M. de la R¨ªos. Panab¨²s presta asistencia, ropa y ayuda m¨¦dica a los indigentes de Caracas. Provea, una de las ONG m¨¢s conocidas en derechos humanos, organiza las jornadas conocidas como M¨²sica por medicinas. Convite auxilia a personas necesitadas a conseguir medicamentos que escasean. Manos a la Obra Venezuela ofrece platos de comida a personas en extrema pobreza. Senos Ayuda ejerce la intermediaci¨®n para buscar medicamentos y promover intervenciones cl¨ªnicas solidarias a pacientes con c¨¢ncer mamario. La Iglesia ha levantado un operativo log¨ªstico de amplio espectro para alimentar de forma permanente a ni?os en los sectores m¨¢s pobres del ¨¢mbito metropolitano.
¡°Los venezolanos tuvieron por mucho tiempo la posibilidad de comprender la cultura de la solidaridad y esa realidad est¨¢ operando en la gente¡±, afirma el soci¨®logo Rafael Uzc¨¢tegui, director general de Provea y tambi¨¦n organizador de unos recitales llamados Rock contra la dictadura. ¡°Estas jornadas cuesta llevarlas adelante en espacios p¨²blicos por el ambiente de crispaci¨®n que existe, por el fen¨®meno del hampa, pero se ha concretado en espacios digitales. Yo mismo recib¨ª medicinas de gente que no conozco para tratar una enfermedad de mi padre¡±.
Roberto Pati?o, joven dirigente pol¨ªtico, ha organizado desde 2106 un voluntariado de 1.500 personas que forman parte de Alimenta La Solidaridad, un plan de comedores populares que atiende diariamente a 7.500 ni?os en barriadas ubicadas en la monta?osa periferia de Caracas. Espacios donde el chavismo fue una realidad viva y hoy, sin empleos o con sueldos miserables, predomina el estado general de necesidad.
Pati?o, junto a Alberto Kabbabe y otros activistas, son recibidos en las escarpadas y humildes veredas de Carapita y La Vega con much¨ªsimo respeto. Los almuerzos, voluminosos caldos de pollo con mazorcas y verduras, son, con frecuencia, el ¨²nico plato que se pueden llevar a la boca estas personas en un d¨ªa. Si el programa no se hace un fin de semana, muchos de ellos no saben lo que comer¨¢n.
Alimenta la Solidaridad ha dado ocupaci¨®n a mucha gente en estos vecindarios. Pati?o tiene consolidados sus canales de donaciones ¡ªrestaurantes, panader¨ªas, industrias¡ª y ha propuesto a los vecinos que se organicen e involucren en el programa para iniciar luego un emprendimiento personal de cocina y venta. Ha tenido tanto ¨¦xito que ha generado r¨¦plicas en Ant¨ªmano y Petare, entre otras densas zonas empobrecidas.
Colapso sanitario
Marisol Rojas es voluntaria en SenosAyuda, fundada y dirigida por Bolivia Bocaranda, una instituci¨®n emblema en la prevenci¨®n del c¨¢ncer de mama, cuyo protagonismo social ha aumentado tras el colapso del sistema de salud. Rojas opina que el voluntariado es un h¨¢bito que debe mantenerse cuando pase la tormenta: ¡°Organizamos charlas y preguntamos por las necesidades en vecindarios y barriadas populares acompa?ados por estudiantes. Trabajamos con donativos, ventas a beneficio, rifas, bazares. Desde fuera nos donan cosas. As¨ª conseguimos pr¨®tesis, pelucas, pagamos mamograf¨ªas, biopsias, que ahora est¨¢n car¨ªsimas y muchos no pueden pagar; medicamentos que ahora no se consiguen en el pa¨ªs¡±.
Marisol, as¨ª como Alicia Arap¨¦, ginec¨®loga, y Mercedes Hidalgo, farmace¨²tica, atestiguan desde Senos Ayuda el agravamiento de la salud p¨²blica y la proliferaci¨®n de patolog¨ªas graves. Las provisiones del Seguro Social, alguna vez relativamente fiables, hoy son inexistentes. Letrosal, Ciprofloxaxina, Carboplatino y Anastrosol son parte de los medicamentos que hoy no se consiguen para tratar el c¨¢ncer. Tampoco hay medicamentos contra la hipertensi¨®n, el p¨¢rkinson, las dolencias renales. ¡°Estamos cansadas de enviar cartas y mandar mensajes a los ministros de Maduro. Nunca nos responden¡±.
Comer menos de dos veces al d¨ªa
Panab¨²s es un autob¨²s m¨¦dico-asistencial que ha captado en un a?o 954 indigentes, guarecidos habitualmente en las riveras de el Guaire, el contaminado r¨ªo que surca la ciudad de oeste a este. Si aceptan la ayuda, se les ofrece un ba?o, se cortan las u?as y el pelo, reciben ropa y son ayudados a procurar la reinserci¨®n. Andrea Acosta, m¨¦dico, y Gabriela Zambrano, del equipo de comunicaciones, relatan que estas personas tienen una dieta irregular, donde lo com¨²n es comer menos de dos veces al d¨ªa.
Tambi¨¦n a finales del 2017 naci¨® ¡°Voces del Desamparo¡± una innovadora plataforma digital en la cual periodistas de los portales Tal Cual, Runrunes, El Pitazo, en alianza con Organizaciones no Gubernamentales, ofrecen narrativas sonoras sobre las historias de la violaci¨®n de determinados derechos en el contexto de crisis actual: a manifestarse, al trabajo, a la propiedad privada, a la justicia, a adquirir medicamentos oportunos, a la alimentaci¨®n.
La pregunta que mucha gente se hace en Venezuela es, si con una crisis de esta magnitud, el ciudadano habr¨¢ amortizado el aprendizaje social?. ¡°Creo que esto es muy positivo, pero todo se puede caer si no nos involucramos, si no participamos todos¡±, afirma Gladys Mogoll¨®n, profesora de prescolar y l¨ªder comunitaria de Creemos Alianza Ciudadana, de muy reciente data y ya con presencia en 8 estados del pa¨ªs. ¡°Si esto es una moda que pasa, y no nos metemos en esto de cabeza, no vamos a poder reconstruir el pa¨ªs¡±
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