May cede y abre las puertas a una pr¨®rroga en la fecha del Brexit
La primera ministra acatar¨¢ lo que decida el Parlamento si su plan vuelve a ser rechazado
Se trataba de escoger el peor de dos males y Theresa May ha decidido renunciar a su principal arma negociadora frente a Bruselas (la inevitabilidad de un Brexit sin acuerdo llegado el 29 de marzo) para evitar una crisis de Gobierno que habr¨ªa acabado con cualquier resto de su autoridad. La primera ministra ha anunciado este martes en la C¨¢mara de los Comunes que, si su plan de salida de la UE vuelve a ser rechazado el pr¨®ximo 12 de marzo, est¨¢ dispuesta a solicitar a Bruselas una pr¨®rroga de la fecha de salida. Lo que t¨¦cnicamente se denomina una extensi¨®n del art¨ªculo 50 del Tratado de Roma, la cl¨¢usula que activ¨® Reino Unido para comenzar el proceso de desenganche de las instituciones comunitarias.
"Si el Gobierno no logra respaldo a su plan el pr¨®ximo 12 de marzo, presentaremos al d¨ªa siguiente una nueva moci¨®n preguntando a los diputados si est¨¢n dispuestos a salir de la UE sin un acuerdo. Si rechazan esta posibilidad, presentaremos el d¨ªa 14 una nueva moci¨®n para preguntar a la C¨¢mara si debemos solicitar una extensi¨®n breve y limitada del art¨ªculo 50", ha dicho May.
La primera ministra no ha disimulado su contrariedad ante una decisi¨®n forzada por las circunstancias que revienta la estrategia del Gobierno. May ha dejado claro que no est¨¢ de acuerdo con la posible extensi¨®n del art¨ªculo 50 y ha advertido a los diputados de que cualquier pr¨®rroga que fuera m¨¢s all¨¢ de finales de junio obligar¨ªa a Reino Unido a participar en las elecciones europeas. "?Qu¨¦ tipo de mensaje estar¨ªamos enviando a los votantes?", se ha preguntado.
Tres de los principales miembros de su Gobierno hab¨ªan amenazado este fin de semana a May a trav¨¦s de una carta abierta con romper la disciplina de voto si no ced¨ªa en su intenci¨®n de llevar al pa¨ªs al precipicio. David Gauke, ministro de Justicia; Amber Rudd, ministra de Trabajo y Pensiones; y Greg Clark, ministro de Negocios, han anunciado su intenci¨®n de respaldar este mi¨¦rcoles la moci¨®n conjunta presentada por una diputada laborista y dos conservadores, por la que el Parlamento aprobar¨ªa un mandato vinculante para extender el plazo del art¨ªculo 50, si el plan de May volviera a ser rechazado, y se descartar¨ªa absolutamente la posibilidad de un Brexit sin acuerdo. De cumplir su amenaza, se producir¨ªa una ruptura de la "disciplina colectiva del Gobierno", la regla no escrita por la que los miembros del Gabinete deben una lealtad a las iniciativas de la primera ministra muy superior a la de los diputados que no ocupan cargos en el Ejecutivo. La consecuencia directa ser¨ªa el cese o la dimisi¨®n de los rebeldes. Su decisi¨®n, probablemente, ser¨ªa respaldada por al menos una decena m¨¢s de frontbenchers (diputados que forman parte del Gobierno). Ante tama?a crisis, May deb¨ªa decidir entre sostener el principio constitucional por el cual la iniciativa parlamentaria reside en manos del Ejecutivo o evitar una nueva cat¨¢strofe que la situar¨ªa definitivamente al pie de los caballos. Y la primera ministra, maestra en el arte de defender una cosa y la contraria, ha acabado por colocarse a favor del viento en un nuevo intento por ganar tiempo.
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