El rechazo de Daniel Ortega a los observadores internacionales estanca el di¨¢logo con la oposici¨®n
La presi¨®n diplom¨¢tica aumenta para que el presidente de Nicaragua acepte en la negociaci¨®n a la OEA o la ONU como garantes
Despu¨¦s de tres d¨ªas de negociaciones a puerta cerrada entre los delegados del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y la opositora Alianza C¨ªvica, el llamado di¨¢logo nacional se mantiene estancado y con la amenaza de acabar sin resultados dada la negativa del mandatario de permitir la participaci¨®n en el di¨¢logo de observadores internacionales de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), la Organizaci¨®n de Naciones Unidas (ONU) o la Uni¨®n Europea.
La Alianza C¨ªvica ¡ªconformada por representantes de los empresarios, campesinos, acad¨¦micos, estudiantes y organizaciones de la sociedad civil¡ª exige la participaci¨®n de estos organismos para garantizar que se cumplan los acuerdos a los que se lleguen en las negociaciones. ¡°Sin garantes no hay di¨¢logo¡±, coincidieron dos fuentes cercanas al proceso consultadas por EL PA?S.?
Estas fuentes informaron de que se ha desarrollado un intenso cabildeo diplom¨¢tico para convencer al mandatario nicarag¨¹ense de la importancia de permitir los observadores internacionales. El Vaticano, a trav¨¦s de su representante en Managua, Waldemar Stanislaw Sommertag, hace ¡°gestiones¡± con el Gobierno, que rechaza la presencia de los organismos extranjeros bajo el argumento de que los problemas internos deben ser resueltos ¡°entre nicarag¨¹enses¡±. Ortega, sin embargo, est¨¢ en una dif¨ªcil situaci¨®n: la econom¨ªa del pa¨ªs se ha deteriorado y se enfrenta a una fuerte presi¨®n internacional para que se encuentre una salida a la crisis pol¨ªtica que ha dejado 325 muertos, 50.000 exiliados y m¨¢s de 600 presos.?
El mandatario hab¨ªa mostrado un gesto de buena voluntad al excarcelar a un centenar de estos detenidos. En un principio, se hab¨ªa hablado de una liberaci¨®n, pero el Ministerio de Gobernaci¨®n [Interior] asegur¨® en un comunicado que se trataba de un cambio de medida cautelar, lo que en Nicaragua se conoce como ¡°casa por c¨¢rcel¡±. Para los opositores el gesto no fue suficiente. En un comunicado emitido el viernes tras las negociaciones dijeron que tienen un ¡°mandato claro¡±: la ¡°liberaci¨®n y seguridad de los presos pol¨ªticos y el restablecimiento de las libertades, derechos y garant¨ªas, establecidos por la Constituci¨®n¡±.?
Las fuentes consultadas en Managua dijeron que el lunes ser¨¢ un d¨ªa clave para el proceso. Afirmaron que los delegados del gobierno consideran a organismos como la OEA como no ¡°parciales¡±, dada su postura frente al r¨¦gimen. El secretario general de esa organizaci¨®n, el uruguayo Luis Almagro, calific¨® de ¡°dictadura¡± al gobierno de Ortega y amenaz¨® con aplicar la Carta Democr¨¢tica a Nicaragua al considerar que se ha amenazado la democracia en este pa¨ªs centroamericano.?
Almagro, sin embargo, dijo que la OEA podr¨ªa participar en las negociaciones como garante, pero puso como condici¨®n la liberaci¨®n de los detenidos en el marco de la represi¨®n desatada contra las manifestaciones que exigen el fin de 12 a?os de gobierno sandinista. ¡°Nosotros estamos de acuerdo con un proceso de di¨¢logo, no exactamente como mediadores, pero como garantes. Lo que hemos solicitado es la liberaci¨®n de todos los presos pol¨ªticos, porque nosotros no podemos entrar en una negociaci¨®n en la que tengamos que negociar libertades. Eso no ser¨ªa la mejor manera de estar en una negociaci¨®n¡±, asegur¨®.?
Al no llegar a un acuerdo sobre la participaci¨®n de los organismos internacionales en las negociaciones, las partes no han podido abordar los temas centrales del di¨¢logo, que incluyen la liberaci¨®n de todos los detenidos, reformas electorales, adelanto de elecciones y justicia para las v¨ªctimas de la represi¨®n.?
Ortega ha abierto en Nicaragua una profunda herida, al desatar la peor matanza sufrida por este pa¨ªs en tiempos de paz. Un informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) determin¨® que en el marco de la represi¨®n se cometieron delitos de lesa humanidad. El llamado di¨¢logo ha generado muchos recelos en una naci¨®n que exige el fin de 12 a?os de gobierno totalitario y que sean juzgados los culpables de los cr¨ªmenes contra quienes se han manifestado en contra del r¨¦gimen.?
Ortega es un pol¨ªtico sagaz y curtido. Cumplir¨¢ en julio 40 a?os de estar en la cima del poder en Nicaragua. Pas¨® de ser un preso de la dictadura de Anastasio Somoza a convertirse en el hombre fuerte del sandinismo, gobernar el pa¨ªs en cuatro ocasiones y controlar todos los poderes del Estado. Los opositores saben que negocian con un hombre h¨¢bil, que ha sabido salir ileso de la derrota electoral de 1990, cuando Violeta Chamorro tom¨® el poder, la divisi¨®n del Frente Sandinista de 1995, cuando intelectuales como el escritor y vicepresidente Sergio Ram¨ªrez abandonaron el partido y la denuncia por violaci¨®n de su hijastra, Zoilam¨¦rica Narv¨¢ez, que desat¨® un terremoto pol¨ªtico del que sali¨® sin rasgu?os gracias al apoyo de su esposa, Rosario Murillo, quien se convirti¨® en su mano derecha y a quien Ortega nombr¨® oficialmente como la ¡°eternamente leal¡±.?
Los nicarag¨¹enses expresaron su hartazgo al Gobierno de Ortega desde abril de 2018, cuando cientos de miles de personas le exigieron de forma pac¨ªfica poner fin a su mandato. Ortega reaccion¨® de forma violenta y se perdi¨® en su propio laberinto,?consciente de que no podr¨¢ seguir gobernando en un pa¨ªs que lo rechaza.
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