Las purgas de Buteflika para mantener 20 a?os el poder en Argelia
El presidente octogenario y su entorno han eliminado a personajes que podr¨ªan haber sido grandes obst¨¢culos para aspirar a un quinto mandato
Hace cuatro a?os se produjo un terremoto en el poder argelino. De repente fue destituido un personaje que era la encarnaci¨®n del poder oculto, un hombre que se hab¨ªa mantenido en la sombra durante 25 a?os, del que no se publicaban fotos, alguien al que llamaban el Dios de Argelia y tambi¨¦n el Hacedor de Reyes y cuyo nombre, el general Mohamed Mediene, alias Tufik, sol¨ªa mencionarse en voz baja.
La destituci¨®n de Tufik fue ilustrada el 13 de septiembre de 2015 en un diario argelino con la publicaci¨®n de la primera foto del personaje. M¨¢s que una foto parec¨ªa un trofeo de caza del presidente Abdelaziz Buteflika y de su amigo y gran rival de Tufik, el jefe del ej¨¦rcito, el general Ahmed Gaid Salah. A partir de ah¨ª, el camino de Buteflika hacia un posible quinto mandato en las presidenciales del 18 de abril fue despej¨¢ndose conforme iban rodando las grandes cabezas del ej¨¦rcito y la polic¨ªa.
Jaled Drareni, director del portal informativo sitio argelino Casbah Tribune, y corresponsal en Argel de varios medios francohablantes, explica por tel¨¦fono que Buteflika lleg¨® al poder en 1999 con el apoyo de dos generales: Tufik?y Mohamed Lamari, jefe del Estado Mayor entre 1993 y 2004 y art¨ªfice de la represi¨®n contra los islamistas. El ej¨¦rcito quer¨ªa lavar la imagen dictatorial del pa¨ªs poniendo a un civil en la presidencia.
Pero en cuanto Buteflika, ese civil de aspecto menudo y atildado, gan¨® sus primeras elecciones dej¨® claro que no quer¨ªa ser ¡°un presidente tres cuartos¡±. Empez¨® a criticar en p¨²blico a los generales que se enriquec¨ªan con el control de las importaciones y exportaciones. Lamari le devolvi¨® el golpe intentando que no se presentara a la reelecci¨®n de 2004 y apoyando a su rival. Pero Buteflika, que contaba con el benepl¨¢cito de Tufik, logr¨® presentarse y, por supuesto, vencer con el acostumbrado 85% de los votos.
Tras ser reelegido invit¨® a dimitir al general Lamari, quien no tuvo m¨¢s remedio que alegar motivos de salud, y morir¨ªa ocho a?os m¨¢s tarde, en 2012, con 73. Buteflika para entonces ya no parec¨ªa tanto un ¡°presidente tres cuartos¡±. Pero el general Tufik segu¨ªa detentando mucho poder. Y su enemistad con Buteflika y con el jefe del ej¨¦rcito cada vez se hac¨ªa m¨¢s patente. As¨ª que Buteflika y su entorno fueron despoj¨¢ndolo de funciones a partir de 2014, mes a mes. Y fueron relegando a sus hombres a puestos cada vez menos relevantes.
¡°El colaborador m¨¢s estrecho de Tufik era el general Has¨¢n, que era a su vez el jefe de la lucha contra el terrorismo islamista¡±, se?ala Drareni. En efecto, Has¨¢n fue quien liber¨® en enero de 2013 la gigantesca planta gas¨ªstica de Tiganturine, en una operaci¨®n en la que murieron 37 rehenes extranjeros a manos de Al Qaeda en el Magreb. Era una especie de h¨¦roe. Pero Has¨¢n fue condenado por un tribunal de Or¨¢n en diciembre de 2015 a cinco a?os de c¨¢rcel, acusado de entregar con retraso unas armas requisadas a un grupo terrorista.
Aquella condena sirvi¨® para que el anta?o todopoderoso Tufik se viera obligado a defender a su protegido mediante una carta escrita donde se declaraba ¡°consternado¡±. Pero la guillotina del poder ya estaba en marcha. En julio de ese a?o, nueve meses antes de las presidenciales de abril, fue despedido el jefe de la Polic¨ªa Nacional, Abdelghani Hamel, a quien algunos ve¨ªan como posible sucesor de Buteflika para un quinto mandato. No se facilit¨® ninguna explicaci¨®n oficial. Ese mes tambi¨¦n cay¨® el general Menad Nuba, al mando de la Gendarmer¨ªa.
En octubre de 2018 fueron condenados a prisi¨®n cinco generales, envueltos en caso de corrupci¨®n. En noviembre los pusieron en libertad, pero ya hab¨ªan perdido influencia dentro del ej¨¦rcito. El presidente de la Asociaci¨®n Argelina Contra la Corrupci¨®n (AACC) y representante de Transparencia Internacional en Argelia, Djillali Hadjadj, declar¨® que todo el mundo sab¨ªa que el r¨¦gimen hab¨ªa dejado enriquecerse a esos mandos. Y que su encarcelamiento no se deb¨ªa a que hubieran robado, sino a ¡°luchas intestinas en el seno del poder por la elecci¨®n del pr¨®ximo candidato a las presidenciales¡±. En cualquier caso, el camino se iba despejando.
¡°Ahora mismo¡±, se?ala Drareni, ¡°no cabe duda de que el general Ahmed Gaid Salah es el jefe absoluto de la Armada¡±. ¡°Gaid Salah ha sido un gran aliado de Buteflika desde 2004. Y hay quienes piensan que este general es el que m¨¢s ha luchado por el quinto mandato de Buteflika¡±.
Despu¨¦s de todos los generales, polic¨ªas y gendarmes ca¨ªdos, la ¨²nica oposici¨®n que pueden encontrar el entorno de Buteflika y el general Gaid Salah es la calle. Pero en la calle las purgas suelen volverse m¨¢s violentas.
Los estudiantes han vuelto a salir a la calle
Las ¨²ltimas promesas del r¨¦gimen no han convencido a los manifestantes argelinos. El presidente Abdelaziz Buteflika, de 82 a?os, se dirigi¨® por carta a los argelinos este domingo y prometi¨® que si resultaba elegido en las presidenciales del 18 de abril convocar¨¢ otras elecciones anticipadas en menos de un a?o en las que ya no se presentar¨¢ como candidato. Cientos de j¨®venes se manifestaron en varias ciudades esa misma noche para insistir en que Buteflika debe retirar su candidatura a un quinto mandato.
Este lunes, miles de estudiantes volvieron a manifestarse durante todo el d¨ªa en varias ciudades del pa¨ªs, bajo un fuerte control de la polic¨ªa. En las redes sociales, donde se est¨¢n gestando las protestas desde hace diez d¨ªas, muchas voces llamaban a no manifestarse durante la noche.
La ONG Amnist¨ªa Internacional advirti¨® al r¨¦gimen en un comunicado que ¡°todo el mundo tiene puestos los ojos sobre Argelia¡± y el Gobierno ha de respetar el derecho de libertad de expresi¨®n y de reuni¨®n pac¨ªfica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.