Cr¨¦dulos
Usted gasta tanto tiempo en difundir tonter¨ªas que no le queda tiempo de leer materiales que le ofrezcan datos y perspectivas distintas
Querido difusor de fake news: ya sabemos que usted divulga memes seudoinformativos, videos de Youtube subidos por alg¨²n oscuro conspiracionista y pantallazos de sitios web repletos de noticias trucadas porque no le cree a la prensa. Y sabemos que no lo convence la evidencia de que la mayor¨ªa de los periodistas acostumbran a decir solamente lo que ven y lo que indagan y no pierden el tiempo cumpli¨¦ndole la fantas¨ªa de mentirle para perjudicarlo o tomarle el pelo. S¨ª: sabemos tambi¨¦n que usted est¨¢ muy atento el d¨ªa en que sale a la luz un esc¨¢ndalo de reporteros inventando o falseando fuentes y se regodea con ello. Pero nos tememos que presta menos atenci¨®n cada vez que un periodista, en M¨¦xico, es presionado, amenazado o asesinado por decir lo que ve y divulgar lo que investiga (y esto es mucho m¨¢s frecuente que lo otro, por cierto). Nos queda muy claro que, decididamente, nunca hace caso a la evidencia que desmiente sus memes, sus videos de Youtube y sus pantallazos de sitios web de noticias trucadas. Es usted un guerrero: dar¨ªa su vida para defender la veracidad de la basura que comparte antes de aceptar siquiera la posibilidad de estar diseminando mentiras.
A usted le gusta considerarse como alguien que piensa por s¨ª mismo y que descree, por lo tanto, de lo que ¡°los medios¡± (as¨ª, en plural, como si hablara de los ladrillos de una pared perfectamente alineados) quieren ¡°venderle¡±. Cosas tan inauditas como que la Tierra no es plana, como que las vacunas son, de hecho, una medida de salud p¨²blica indispensable, como que la medicina ofrece una esperanza s¨®lida de curaci¨®n a las enfermedades y que, en cambio, respirar profundamente a ratitos o recibir las ¡°vibras¡± de un gur¨² no son acciones que sirvan para curar nada. Curiosa tragedia la suya, ya anticipada por Chesterton, quien dijo que el problema de aquel que asegura no creer en nada es que termina por creer en cualquier cosa, por m¨¢s absurda o nociva que sea...
Usted, en el fondo, se considera una persona muy astuta. De otro modo se informar¨ªa en los medios, como un pobre borrego, en vez de poner su fe, como lo hace, en aquel llamativo pantallazo que asegura que el personaje que usted tanto detesta es un inmoral, un timador, un devorador de ni?os y cuya fuente es indudablemente de fiar: un perfil en la red titulado, por ejemplo, ¡°La verdad que no quieren que sepas¡± o ¡°Mexicanos dispuestos a todo por un cambio que no sea este cambio¡±, o un sitio web tan serio como ¡°?Abre los ojos! Noticias urgentes y tremebundas¡± (todos sin cr¨¦ditos, sin fuentes, sin pruebas). Qu¨¦ importa si la frase que se le atribuye al objeto de su odio es ap¨®crifa, o el dato que se le achaca es inexacto o vilmente simulado. Usted no necesita la verdad, sino un dardo para arrojarle a la cabeza a sus enemigos, es decir, a aquellos que no piensan como usted. Y si la informaci¨®n veraz no le sirve para restreg¨¢rselas en la cara, pues que la informaci¨®n veraz se vaya al demonio ?no?
?Para qu¨¦ tomarse la molestia de documentarse y corroborar o desmentir una informaci¨®n antes de compartirla? (y nadie le pide que se doctore antes de abrir la boca, sino solo que sea capaz de utilizar Google igual que hace su hijo el menor cuando le dejan una tarea en la escuela...). Pero usted gasta tanto tiempo en difundir tonter¨ªas que no le queda tiempo de leer materiales que le ofrezcan datos y perspectivas distintas, y que ser¨ªan f¨¢cilmente accesibles si de verdad tuviera inter¨¦s en entender algo. ?Pero para qu¨¦ investigar y pensar si un meme muy colorido (y mentiroso hasta el t¨²etano) le facilita la tarea de mostrarse cr¨ªtico e implacable? ?Despu¨¦s de todo, qu¨¦ consecuencia negativa podr¨ªa tener su costumbre de difundir y defender fake news? Salvo que el cambio clim¨¢tico se agudice y nos lleve entre las patas, claro, o la falta de vacunas provoque epidemias y usted se muera de una enfermedad curable porque insist¨ªa en untarse los pies con mostaza de Dijon en vez de tomar medicina. Pero, caray, ?no ser¨¢ la mism¨ªsima noticia de su muerte una exageraci¨®n, es decir, una fake new, tal como le gustaba bromear a Mark Twain?
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