Una comisi¨®n independiente analizar¨¢ las acusaciones de antisemitismo en el seno del Partido Laborista de Corbyn

La Comisi¨®n para la Igualdad y los Derechos Humanos (EHRC, en sus siglas en ingl¨¦s) ha decidido abrir una investigaci¨®n preliminar ante las denuncias recibidas de presuntos casos de antisemitismo en el Partido Laborista, seg¨²n ha anunciado este organismo p¨²blico e independiente a trav¨¦s de un comunicado: "Tras haber recibido varias denuncias de antisemitismo en el Partido Laborista, creemos que esta formaci¨®n puede haber discriminado de un modo injusto a un n¨²mero de personas por motivo de su etnia o de sus creencias religiosas. Nuestra preocupaci¨®n al respecto es lo suficientemente s¨®lida como para hacer uso de nuestras prerrogativas legales. Hemos iniciado una fase de contacto con el Partido Laborista para darle la oportunidad de responder".

M¨¢s informaci¨®n

Otro diputado laborista abandona el partido por desacuerdos con Corbyn

'Israel como excusa', por Isaac Querub Caro

Creada a partir de la Ley de Igualdad de 2006, la EHRC tiene una autonom¨ªa de investigaci¨®n mucho m¨¢s laxa que las entidades que le precedieron, como la Comisi¨®n para la Igualdad Racial o la Comisi¨®n para la Igualdad de Oportunidades. Seg¨²n el art¨ªculo 20 de sus estatutos, dispone del poder para iniciar una investigaci¨®n ante la mera "sospecha" de que se est¨¦ produciendo una discriminaci¨®n ilegal.

El Partido Laborista ha respondido de inmediato con un rechazo contundente de las acusaciones y su disposici¨®n a colaborar con el organismo. "Negamos de modo absoluto cualquier sugerencia de que el partido haya actuado de un modo ilegal y cooperaremos por completo con la EHRC. El Partido Laborista se halla plenamente comprometido en el apoyo, defensa y celebraci¨®n de la comunidad Jud¨ªa y de sus organizaciones. Las denuncias de antisemitismo recibidas desde abril de 2018 hacen referencia a un 0,1% de nuestros afiliados, pero un solo antisemita en nuestro partido ya ser¨ªa demasiado. Estamos decididos a hacer frente al antisemitismo y a erradicarlo de nuestra formaci¨®n", ha dicho un portavoz de la formaci¨®n.

Los casos reales y documentados de antisemitismo en el seno del laborismo, pero sobre todo el torpe y obstruccionista manejo del asunto por parte del l¨ªder de la formaci¨®n, Jeremy Corbyn, y de sus aliados, han provocado una grave crisis en el principal partido de la oposici¨®n. Siete de sus diputados m¨¢s relevantes, encabezados por Luciana Berger, anunciaron a finales de febrero su abandono del partido para crear The Independent Group, una corriente parlamentaria a la que ya se han unido tres diputados conservadores y que estudia constituirse como partido de centro en los pr¨®ximos meses. La principal raz¨®n de su decisi¨®n, junto a la ambig¨¹edad demostrada por Corbyn en todo lo referente al Brexit, fue la falta de respuesta de la direcci¨®n laborista, seg¨²n ellos, a los graves casos de antisemitismo denunciados. Berger, diputada estrella del partido, tuvo que acudir escoltada al congreso de Liverpool, el pasado mes de septiembre, por las amenazas antisemitas que hab¨ªa recibido. Seis personas han sido condenadas ya en firme por delitos de odio contra su persona.

Los aliados del l¨ªder laborista se sienten v¨ªctimas de un acoso injustificado que tiene mucho que ver, creen, con la vinculaci¨®n que sus detractores hacen del antisionismo con el antisemitismo. Pero en esta guerra de matices gramaticales, el equipo de Corbyn ha cometido torpezas innecesarias. Su resistencia a aceptar la definici¨®n de antisemitismo de la Alianza Internacional en Memoria del Holocausto, abrazada sin problemas por otras muchas asociaciones como los principales sindicatos del pa¨ªs, fue criticada con dureza por antiguos pesos pesados del laborismo como el ex primer ministro Gordon Brown. Las im¨¢genes de Corbyn depositando una corona de flores en la tumba del presunto cerebro palestino de los atentados de Munich de 1972 (la facci¨®n terrorista Septiembre Negro asesin¨® a varios miembros del equipo ol¨ªmpico de Israel), o sus comentarios sobre la falta de entendimiento de la comunidad jud¨ªa de la "iron¨ªa brit¨¢nica", no hicieron sino empeorar una situaci¨®n a la que Corbyn intent¨® poner remedio con unas enf¨¢ticas disculpas en sede parlamentaria. Sus cr¨ªticos no se las tomaron en serio, ante la falta de reacci¨®n de la direcci¨®n del partido frente a las numerosas denuncias de antisemitismo, cercanas al millar, que no dejaban de surgir.

Gran parte de la raz¨®n por la que esta crisis se ha vuelto ingobernable tiene que ver con el descontento de un amplio n¨²mero de laboristas con el liderazgo de Corbyn, a quien acusan de haber rescatado para el partido a personajes radicales de los que el Laborismo prescindi¨® en la d¨¦cada de los ochenta y de haber dejado que hablen en su nombre ¡ªfundamentalmente en las redes sociales¡ª a grupos extremistas en los que el antisemitismo ha resurgido con fuerza.

En un ambiente de sospechas permanentes, muchos diputados del partido est¨¢n convencidos de que Corbyn tuvo algo que ver en la lentitud con la que reaccion¨® la direcci¨®n en el caso de Chris Williamson. Este viejo aliado del l¨ªder laborista expres¨® recientemente en una reuni¨®n local de la formaci¨®n que "las disculpas antes las acusaciones de antisemitismo estaban resultando ya excesivas". Tuvo que pasar un d¨ªa entero antes de que la direcci¨®n reaccionara y ordenara su expulsi¨®n.