¡°Siempre ha habido un antisemitismo latente en el Partido Laborista¡±

Luciana Berger (Londres, 37 a?os) ha sido llamada "perra jud¨ªa" en medios online?que se declaran seguidores de Jeremy Corbyn, el l¨ªder del Partido Laborista. Ha visto su rostro asociado a la estrella de David junto a la imagen de Adolf Hitler. Ha sido increpada por perturbados en medio de la calle. Ha visto ya como seis personas han sido condenadas en firme por delitos de odio contra ella. Acudi¨® al congreso laborista celebrado en Liverpool el pasado septiembre con escolta policial. Y ha sufrido la sugerencia de que expresara en p¨²blico su lealtad a Corbyn como modo de acabar con sus problemas, "algo as¨ª como que besara el anillo, y todo se solucionar¨ªa...". Luciana Berger ha dicho basta, y su estallido, junto al de otros 10 diputados laboristas y conservadores, que han abandonado sus formaciones para crear The Independent Group (El Grupo Independiente), ha sido como arrojar una piedra en las estancadas aguas de la pol¨ªtica brit¨¢nica.

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"Ni siquiera nos hemos constituido a¨²n como partido, y las ¨²ltimas encuestas nos dan un apoyo del 18%. La ciudadan¨ªa nos contempla como una propuesta que entusiasma, no simplemente como la menos mala de las opciones. Y en eso deber¨ªa consistir la pol¨ªtica. Todos hemos abandonado nuestros partidos porque pensamos que no han estado a la altura de las circunstancias. No han sido capaces de responder del modo correcto a los graves problemas a los que este pa¨ªs debe enfrentarse. Est¨¢n gravitando hacia los extremos, no est¨¢n mostrando liderazgo, se dejan guiar por estrechos intereses partidistas", explica Berger.

La parlamentaria recibe a EL PA?S a ¨²ltima hora de una larga jornada, en el destartalado despacho que comparte con tres colaboradores en las instalaciones de Westminster. Est¨¢ embarazada por segunda vez. A poco m¨¢s de una semana del parto. Su espa?ol es impecable, pero la entrevista prefiere hacerla en ingl¨¦s. Se esfuerza en sacar una sonrisa para las fotos, porque le ilusiona que sus amigos en Madrid puedan verla. Estudi¨® un a?o en ICADE. Complet¨® all¨ª una brillante formaci¨®n que le llev¨® a ser estrella emergente en el Partido Laborista. Estuvo al frente de Labour Friends of Israel (Laboristas Amigos de Israel). "Estoy muy orgullosa de ser miembro de la comunidad jud¨ªa brit¨¢nica", dice. Y ha luchado sin descanso contra el antisemitismo rampante que, seg¨²n ella y seg¨²n otros muchos destacados dirigentes, ha contaminado al laborismo brit¨¢nico. "Siempre ha habido un sentimiento antisemita latente que de vez en cuando asomaba a la superficie. Hay que tener en cuenta que la afiliaci¨®n al partido ha cambiado de un modo radical durante el liderazgo de Jeremy Corbyn. El partido ha crecido, pero ha abierto su espacio a organizaciones que se sit¨²an muy a la izquierda de lo que ha sido el laborismo. Gente del Partido Verde, del SWP (Partido Socialista de los Trabajadores). Tenemos ahora personas que fueron expulsadas en la d¨¦cada de los ochenta a los que ahora se ha acogido de nuevo, como es el caso de Derek Hatton, en Liverpool".

Hatton fund¨® la facci¨®n trotskista Militant, y se rebel¨® contra el mandato de Margaret Thatcher desde su puesto en el Ayuntamiento de Liverpool, donde aprob¨® y gast¨® un presupuesto ilegal y alternativo a las consignas de Londres. Su extremismo y misoginia le llevaron a exigir que se actuara legalmente contra las mujeres v¨ªctimas de violaci¨®n, en el caso de que no pudieran demostrar la agresi¨®n en un juicio. "A los dos d¨ªas de readmitirle, tuvieron que volver a suspenderle al descubrir que hab¨ªa realizado comentarios antisemitas. Toda esta gente ya no ten¨ªa cabida en el Partido Laborista, y ahora vuelve a tenerla".

Corbyn ha pedido perd¨®n. El partido ha abierto investigaciones internas y ha endurecido su c¨®digo de conducta. A rega?adientes al principio, pero acab¨® incorporando en sus estatutos la definici¨®n de antisemitismo establecida por la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA). Es un texto asumido por m¨²ltiples organizaciones brit¨¢nicas, incluidos los principales sindicatos. Y aun as¨ª, la direcci¨®n de la formaci¨®n se empe?¨® en a?adir a ¨²ltima hora una frase extra, innecesaria para sus cr¨ªticos, en defensa de la libertad de expresi¨®n a la hora de criticar la pol¨ªtica del Estado de Israel.

A pesar de los empe?os por dejar atr¨¢s el debate, la mancha se ha extendido y Corbyn no ha salido ileso. No logra escapar del pasado, y se ve constantemente obligado a disculparse. Apoy¨® un insultante mural callejero en Londres que recordaba a todo aquel que lo mirara sin prejuicios la falacia antisemita del Protocolo de los Sabios de Sion. La hemeroteca resucit¨® sus supuestas bromas sobre la incapacidad de los jud¨ªos de entender "la iron¨ªa brit¨¢nica". Y se enred¨® en explicar su participaci¨®n en un acto en el que se le vio depositar una corona de flores en la tumba del ide¨®logo palestino de la masacre de Munich, en 1972. "Ha sido responsable de hacer comentarios antisemitas, y de compartir plataformas con movimientos antisemitas", acusa Berger.

Y luego est¨¢ el Brexit, el segundo motor que ha llevado a la creaci¨®n de este grupo de pol¨ªticos disidentes, hartos del ambiente que se respira en Westminster. "Yo me un¨ª a un partido que era orgullosamente internacionalista. Que defend¨ªa la solidaridad a nivel europeo e internacional. El 83% de nuestros afiliados quiere un segundo refer¨¦ndum. No quiero decir que debamos conformarnos con permitir que las cosas sigan siendo como son. Yo quiero seguir formando parte de la Uni¨®n Europea y luchar por las reformas necesarias. Creo que no es el caso de Corbyn. Si echas un vistazo a su historial parlamentario, te das cuenta de que no ha sido nunca un gran defensor de Europa".

Es dif¨ªcil que Berger y sus compa?eros de viaje logren llegar lejos, en un sistema como el brit¨¢nico donde el bipartidismo est¨¢ casi blindado. Pero su irrupci¨®n ha servido al menos para dar un aldabonazo que ha puesto en alerta a las principales formaciones. "Venimos de esferas diferentes, de tradiciones pol¨ªticas diferentes, de distintas generaciones y de varias zonas del pa¨ªs. Nos unen los valores y los principios. Defendemos el compromiso, la pol¨ªtica adulta basada en datos reales, el consenso. Todo aquello que gu¨ªa la vida de las personas fuera de la pol¨ªtica, y que, por la raz¨®n que sea, ya no existe en nuestra pol¨ªtica, que se ha roto", se lamenta.