Jos¨¦ Antonio Y¨¦pez ¡®El Marro¡¯, el nuevo enemigo p¨²blico de M¨¦xico
El Gobierno mexicano emprende una b¨²squeda a contrarreloj contra el l¨ªder del cartel Santa Rosa de Lima (en Guanajuato) dedicado al tr¨¢fico de gasolina o huachicol
Hubo un d¨ªa en el que El Marro solo era una an¨¦cdota. Un nombre curioso sobre una narcomanta y un explosivo casero en una camioneta que amenazaba con asesinar al presidente de M¨¦xico a finales de enero. "Est¨¢ todo bajo control. Es una falsa alarma", aseguraba L¨®pez Obrador en su conferencia de prensa diaria, aunque los peritos todav¨ªa no hab¨ªan analizado el explosivo cuando el presidente tranquilizaba al pa¨ªs."Yo no le temo al pueblo...", insist¨ªa. Pero, en pocas semanas, unos grupos armados han quemado coches en nombre del nuevo capo y bloqueado autopistas. Las fuerzas federales y la Marina han desplegado un fuerte operativo sobre la que era hasta hace tres a?os una de las entidades m¨¢s seguras del pa¨ªs, Guanajuato (centro de M¨¦xico). Las cuentas de El Marro han sido congeladas y han detenido a dos colaboradores. Han registrado su mansi¨®n y han encontrado un cl¨¢sico de los grandes capos mexicanos: t¨²neles. Lo tienen cercado, aseguran. Jos¨¦ Antonio Y¨¦pez, El Marro, es el nuevo enemigo p¨²blico de M¨¦xico.?
Las im¨¢genes del despliegue militar sobre la comunidad de Santa Rosa de Lima (en el municipio de Villagr¨¢n, Guanajuato), que lleva el nombre del cartel liderado por El Marro, recuerdan a los operativos del Ej¨¦rcito y La Marina contra los grandes capos de la droga en M¨¦xico. Coches quemados, soldados en las calles, mansiones deshabitadas. Las autoridades detuvieron a la operadora financiera del grupo criminal, Ang¨¦lica N (cu?ada de El Marro) ¡ª aunque ha sido liberada este viernes¡ª y Javier N, que era un agente de la Polic¨ªa Federal. El gobernador del Estado y la Fiscal¨ªa local han acusado al alcalde de Villagr¨¢n de estar vinculado al cartel y no apoyar a las fuerzas federales en los operativos. Y sobre El Marro, el secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo, ha anunciado este jueves: "Se est¨¢n siguiendo sus movimientos y se est¨¢ pr¨®ximo a tener ¨¦xito total en el operativo".
La casa de El Marro, seg¨²n los c¨¢lculos que ha adelantado la prensa local, es tan grande como el Estadio Azteca. Tiene 7.300 metros cuadrados y est¨¢ franqueada por una muralla de seis metros. Las autoridades han sellado sus portones este jueves, pero antes han hecho p¨²blicas las fotos del lujo del nuevo criminal: una piscina gigante, rodeada de palmeras, estatuas, caballerizas, sal¨®n de fiestas, una mansi¨®n de dos niveles, con habitaciones "acondicionadas para soportar altas temperaturas". Y otro cl¨¢sico, adem¨¢s de los t¨²neles, dos tigres, uno de ellos, un cachorro.
Pese a que L¨®pez Obrador ha se?alado en diferentes ocasiones que M¨¦xico ya "no est¨¢ en guerra con los c¨¢rteles", la persecuci¨®n de El Marro parece todo lo contrario. Aunque si bien es cierto que no es un gran capo de la droga ¡ªsu negocio vive principalmente de la venta de combustible robado y no del tr¨¢fico internacional de estupefacientes¡ª, la lucha del nuevo Gobierno mexicano parece dirigida a un objetivo espec¨ªfico, a la cabeza de un cartel hasta ahora poco conocido y que simboliza una de las misiones de su gobierno: el huachicol. El accidente de Tlahuelilpan (Hidalgo), en el que murieron calcinadas m¨¢s de 130 personas despu¨¦s de tratar de llenar cubos de gasolina en un oleoducto agujereado por los huachicoleros y que este explotara, supuso un golpe al h¨ªgado a una legislatura que acababa de comenzar. La pol¨¦mica gesti¨®n del accidente ¡ªlos militares, presentes, no apartaron a la muchedumbre de aquella bomba de relojer¨ªa¡ª uno de los m¨¢s tr¨¢gicos de los ¨²ltimos a?os en el pa¨ªs, oblig¨® al nuevo Gobierno a tomar medidas dr¨¢sticas.?
El Marro se ha convertido en el s¨ªmbolo de esta lucha. Aunque no es el ¨²nico l¨ªder del negocio, los recientes operativos lo han hecho el m¨¢s famoso. Y en la zona se le conoce como el due?o de la refiner¨ªa que Pemex tiene en Salamanca (Guanajuato). La amenaza de muerte a L¨®pez Obrador estampada con su nombre lo puso definitivamente en el mapa: "Retire las fuerzas de seguridad de Guanajuato, si no,?te voy a empezar a matar junto con gente inocente para que vea que esto no es un juego", rezaba el mensaje.
Los or¨ªgenes del cartel Santa Rosa de Lima se remontan a una escisi¨®n en 2017 del C¨¢rtel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG) ¡ªliderado por Nemesio Oseguera Cervantes,?El Mencho, el narco m¨¢s buscado por la DEA¡ª se?alado como el grupo criminal m¨¢s poderoso del pa¨ªs, que logr¨® destronar a los m¨¢s grandes, sumidos en guerras permanentes entre ellos y con el Gobierno mexicano. El grupo de El Marro, ubicado en el llamado Tri¨¢ngulo Rojo del robo de combustible, sembrado de oleoductos de Pemex, decidi¨® centrar su negocio principalmente en la gasolina. Y as¨ª lleg¨® a fortalecerse tanto que amenaz¨® al poderoso CJNG hace dos a?os. A trav¨¦s de un v¨ªdeo casero, en el campo, decenas de hombres con pasamonta?as y AK-47 advert¨ªan al temido Cartel Jalisco de que si no abandonaban su tierra les iban a "partir su madre". Fue la primera aparici¨®n oficial de los de Santa Rosa, aunque se estima que El Marro lleva en el negocio m¨¢s de 10 a?os.
Desde entonces, la sangrienta guerra entre ambos grupos dispar¨® la violencia en un Estado tradicionalmente tranquilo. En enero de este a?o, murieron asesinadas 225 personas, y Guanajuato se convirti¨® en una de las entidades m¨¢s letales de M¨¦xico. Solo cuatro a?os antes, en el mismo per¨ªodo de 2015, las cifras de homicidios no superaban los 65 al mes. En 2018 la cifra de muertes se duplic¨® y todo apunta a que la estad¨ªstica no deje de crecer.?
Las autoridades no han dado m¨¢s informaci¨®n sobre el nuevo enemigo p¨²blico. Todav¨ªa no hay datos disponibles de cu¨¢nto dinero ha obtenido del negocio ilegal de gasolina ni la responsabilidad directa del capo en el aumento de violencia en la regi¨®n. Pero la detenci¨®n de El Marro, un ladr¨®n de combustible, proveniente de una zona rural del centro del pa¨ªs, desconocido hasta hace un mes, supondr¨ªa, si se consigue tan pronto como han anunciado, el golpe que el Gobierno necesitaba para anotarse un tanto en la lucha contra el huachicol.
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