Las calles de Argelia echan su tercer gran pulso a Buteflika en tres semanas
Mientras el presidente octogenario contin¨²a hospitalizado en Ginebra cientos de miles de manifestantes piden su retirada
Cientos de miles de hombres y mujeres han vuelto a salir a las calles de Argelia por tercer viernes consecutivo. El objetivo de las marchas es conseguir la retirada del presidente Abdelaziz Buteflika, de 82 a?os, que se encuentra hospitalizado en Ginebra y aspira a ganar las presidenciales del 18 de abril. El r¨¦gimen sigue sin dar marcha atr¨¢s y evita conceder visados a la prensa extranjera, como si con eso pudiera ocultar lo que todo el mundo est¨¢ viendo: la p¨¦rdida del miedo de una gran parte de la poblaci¨®n.
Los mensajes emitidos por el r¨¦gimen -¡°nosotros o el caos¡±, ¡°Buteflika o los islamistas retr¨®grados¡±, ¡°nuestra estabilidad o la violencia de Siria¡±- solo han servido para provocar m¨¢s indignaci¨®n entre los manifestantes. La c¨®lera de quienes protestan llega hasta el punto de que echaron de la marcha en Argel al ¨²nico opositor de peso que se ha prestado a concurrir a las presidenciales. Ese ha sido el caso de Al¨ª Ghediri, un general en la reserva de 65 a?os, quien declar¨® que manten¨ªa su candidatura para las elecciones del 18 de abril, a pesar de que buena parte de los manifestantes creen que eso solo sirve para hacerle el juego a Buteflika. El general Ghediri tuvo que abandonar la marcha en Argel ante los abucheos con que fue recibido.
La argelina Taghzout Ghezail contaba por tel¨¦fono desde el centro de Argel: ¡°El ambiente es precioso. Butef [por Buteflika] hab¨ªa prohibido las manifestaciones en el centro de la capital en 2001. Solo llevaba dos a?os en el poder y ya prohibi¨® manifestarse en Argel. Convirti¨® la rep¨²blica en una especie de monarqu¨ªa donde los asuntos de Estado parecen asuntos de familia. Ahora, muchos j¨®venes han comprado sus banderas de Argelia y est¨¢n orgullosos de llevarlas".
Durante las primeras horas de la tarde, las manifestaciones discurr¨ªan de forma pac¨ªfica en las principales ciudades del pa¨ªs. No obstante, como sucedi¨® en los otros dos viernes en Argel, cuando una parte de la multitud intent¨® aproximarse a la sede oficial de la Presidencial, fuertemente protegida, se registraron enfrentamientos con la polic¨ªa.
"Esto parece el d¨ªa de la independencia", tuite¨® un usuario. El periodista Khaled Drareni escribi¨® tambi¨¦n: "Hay tanta gente en Argel que hasta las peque?as calles y las escaleras est¨¢n inundadas, la movilizaci¨®n es impresionante, todo el mundo piensa que hay m¨¢s de un mill¨®n de personas en Argel".
Se dieron cita gentes de todas las edades, g¨¦neros y clases sociales. Entre los c¨¢nticos m¨¢s repetidos volvieron a o¨ªrse: ¡°Poder asesino¡±, ¡°Argelia no es una monarqu¨ªa¡±, ¡°Buteflika vete¡± ¡°R¨¦gimen vete¡±. Entre las pintadas que se difundieron en Internet destacaba una que hac¨ªa referencia a quienes arriesgan su vida para emigrar en pateras hacia Espa?a: ¡°Por primera vez no tengo deseos de dejarte, mi Argelia¡±.
Al coincidir este tercer viernes con el D¨ªa Internacional de la Mujer varias feministas reclamaron tambi¨¦n la igualdad de derechos entre hombres. En Argel pudieron verse im¨¢genes como la de una joven con faldas que llevaba escrito en un cartel: ¡°La misoginia no tiene ideolog¨ªa¡±. Detr¨¢s de ella iba una mujer con un letrero que dec¨ªa ¡°La belleza de la calle¡± y al lado de esta ¨²ltima, una mujer con burka.
En las redes sociales, que es donde se han gestado las tres grandes manifestaciones, se da casi por sentado que Buteflika caer¨¢. En cuesti¨®n de d¨ªas o semanas. Mientras tanto, el r¨¦gimen ha presentado sus primeras fisuras. Este martes, la Organizaci¨®n Nacional de Mujaidines (ONM), antiguos combatientes de la guerra de la independencia, alab¨® el comportamiento civilizado de los manifestantes. Al mismo tiempo, los veteranos combatientes criticaban la alianza ¡°contra natura¡± entre ¡°partes influyentes del poder y un grupo que se ha autoproclamado como una fuerza inversora¡±, en referencia a la poderosa patronal, Foro de Jefes de Empresas (FCE, por sus siglas en franc¨¦s), gran aliada de Buteflika.
Esa relaci¨®n incestuosa entre pol¨ªtica y negocios es la misma que vienen denunciando desde hace a?os diferentes organizaciones en Argelia. Lo ins¨®lito es que sean los viejos mujaidines quienes la denuncien ahora. Incluso dentro de la patronal FCE tambi¨¦n se han registrado deserciones por parte de nueve miembros, entre los cuales se encuentran dos antiguos expresidentes, que han declarado que no ¡°pueden permanecer sordos ante la expresi¨®n popular".
La siguiente desafecci¨®n lleg¨® este jueves por parte de una asociaci¨®n de veteranos miembros de los antiguos servicios de inteligencia argelino llamada MALG (Minist¨¨re de l¡¯Armement et des Liaisons G¨¦n¨¦rales). El poder real de este organismo no es grande, pero su carga simb¨®lica es muy potente. La organizaci¨®n public¨® un comunicado en el que dec¨ªa: ¡°El pueblo ya ha votado el rechazo puro y simple al quinto mandato [de Buteflika] y todo lo que eso lleva consigo. (¡) Ya no hay lugar para las maniobras dilatorias que perpet¨²an un sistema que ha alcanzado sus l¨ªmites (¡)¡±. Publicar ese escrito hace solo una semana habr¨ªa sido un sacrilegio para el r¨¦gimen. Ya no.
Este viernes, adem¨¢s, siete cargos del Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN), el partido que ha gobernado Argelia desde su independencia en 1962, han dimitido para sumarse a las protestas.
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