La se?ora Bachelet va a Caracas
La Alta Comisionada tiene en sus manos la credibilidad del sistema de Naciones Unidas
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, o alguien de su oficina, viajar¨¢ a Venezuela. Un anuncio que ha generado pocas certezas sobre su prop¨®sito, el ¨¦xito del viaje depende de que ocurra bajo ciertas condiciones.
Bachelet debe coordinar su visita con el Presidente encargado Juan Guaid¨® y la Asamblea Nacional. Es la autoridad con legitimidad de origen, y como tal ha sido reconocida por casi 60 naciones de las Am¨¦ricas, Europa y Asia. Es el mundo democr¨¢tico que ha reconocido a Guaid¨®.
En tal sentido, solo trabajando con la Asamblea Nacional obtendr¨¢ la informaci¨®n relevante. Ser¨ªa absurdo esperar que los funcionarios del r¨¦gimen usurpador le proporcionaran acceso a las prisiones donde se tortura, los mercados donde la comida escasea y los hospitales donde no es posible curar por falta de insumos y ausencia de mantenimiento de los equipos.
Es improbable que quien ha causado la crisis humanitaria y cometido cr¨ªmenes y violaciones a los derechos humanos durante a?os, suministre ahora la informaci¨®n para documentar tales hechos. Sin dicha informaci¨®n cualquier reporte ser¨ªa parcial, incluso fraudulento. Maduro lo aprovechar¨ªan para intentar legitimar su dictadura usurpadora. La Alta Comisionada no puede prestar su nombre a semejante desprop¨®sito.
Por ello, la se?ora Bachelet debe llegar a Caracas con una gu¨ªa en su mano, el informe sobre Venezuela publicado por su propia oficina el 22 de junio de 2018: ¡°Violaciones de los derechos humanos en la Rep¨²blica Bolivariana de Venezuela: una espiral descendente que no parece tener fin¡±. En el mismo, la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas documenta dichas violaciones y la severa crisis humanitaria en detalle.
M¨¢s a¨²n, al presentar el informe, el entonces Alto Comisionado, Zeid Ra¡¯ad Al Hussein, afirm¨® que ¡°dado que el Estado parece no tener la capacidad ni la voluntad de enjuiciar a los responsables de las graves violaciones de los derechos humanos, existen s¨®lidas razones para considerar una mayor implicaci¨®n de la Corte Penal Internacional en esta materia¡±.
A dicho informe deber¨ªa agregarse ahora el ataque deliberado contra las comunidades abor¨ªgenes pemonas en el sur de Venezuela. Tal vez se trate del crimen de limpieza ¨¦tnica.
Es de esperar entonces que cualquier gesti¨®n que realice la actual Comisionada no signifique empezar de cero, volver a 2014 como si nada hubiera ocurrido desde entonces, como si ning¨²n crimen hubiera sido documentado. Ello tambi¨¦n ser¨ªa aprovechado por el r¨¦gimen para buscar su legitimaci¨®n externa.
Es obligaci¨®n de la Alta Comisionada construir sobre lo que existe, respetar y fortalecer la continuidad institucional de la oficina que hoy ocupa. Ese debe ser su canon, una continuidad an¨¢loga a la de los Estados. La historia no empieza de nuevo con cada cambio de administraci¨®n. La Alta Comisionada tiene en sus manos la propia credibilidad del sistema de Naciones Unidas.
La comunidad internacional debe seguir el caso de manera vigilante. Se trata de la crisis pol¨ªtica, econ¨®mica, social y migratoria del hemisferio m¨¢s grave que se recuerde en generaciones. Una tragedia que sigue profundiz¨¢ndose, ahora por un apag¨®n en casi la totalidad del territorio del pa¨ªs. Ello caus¨® m¨¢s de un centenar de muertes¡ªneonatos en incubadoras, pacientes en unidades de cuidados intensivos¡ªy perjuicios econ¨®micos irrecuperables. El da?o a la industria del aluminio podr¨ªa ser terminal
La precariedad de la infraestructura el¨¦ctrica de Venezuela es tema antiguo, resultado de la corrupci¨®n y la incompetencia. Tan solo una semana atr¨¢s el sindicato de trabajadores del sector advirti¨® sobre una inminente crisis. No obstante, los funcionarios del r¨¦gimen de Maduro atribuyeron el apag¨®n a un sabotaje cibern¨¦tico del gobierno de Estados Unidos y a las sanciones econ¨®micas impuestas por ese pa¨ªs.
Veinte a?os en el poder y la culpa siempre es de otro. El ministro de comunicaci¨®n agreg¨® que presentar¨ªa evidencia del supuesto sabotaje a la Alta Comisionada: ¡°A ellos les vamos a llevar las pruebas, las confesiones de estos criminales¡±.
La Alta Comisionada debe tener cuidado con creerle al r¨¦gimen de Maduro, prestarse al juego y repetir sus sinsentidos. Ella tambi¨¦n ha dicho que la crisis ha sido exacerbada por las sanciones, soslayando que la tragedia humanitaria lleva varios a?os, mucho antes que cualquier sanci¨®n.
Si ahora repitiera las falsedades sobre la crisis energ¨¦tica, adem¨¢s podr¨ªa quedar en rid¨ªculo. Debe saber que en 2010, y en ocasi¨®n de una crisis semejante, dijeron que el apag¨®n fue culpa de una iguana que ten¨ªa predilecci¨®n por morder cables el¨¦ctricos.
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