Educaci¨®n continua: no hay edad para aprender
El aprendizaje es uno de los motores m¨¢s importantes para el desarrollo personal. ?C¨®mo mantener este impulso una vez pasados los 25 a?os?
¡°Cambia lo superficial, cambia tambi¨¦n lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo¡±
En 1982, mucho antes de las redes sociales, los tel¨¦fonos inteligentes y los drones, el poeta chileno Julio Numhauser compuso la ya famosa canci¨®n ¡°Todo cambia¡±. 37 a?os m¨¢s tarde, la habilidad de adaptarnos al cambio sigue siendo una de las destrezas m¨¢s ¨²tiles y valoradas a la hora de enfrentar los desaf¨ªos de la vida en el siglo XXI.
La adaptabilidad, es decir la habilidad de responder ante circunstancias inesperadas y aprender r¨¢pidamente, requiere la combinaci¨®n de habilidades cognitivas (pensamiento cr¨ªtico, soluci¨®n de problemas, entre otras) as¨ª como de destrezas sociales, como la curiosidad y la creatividad.
La naturaleza cambiante del mundo del trabajo est¨¢ aumentando la demanda por el desarrollo de nuevas habilidades m¨¢s complejas e integrales. En Bolivia, por ejemplo, el porcentaje de trabajadores en puestos altamente calificados se increment¨® casi un 10% en los ¨²ltimos 14 a?os. Estas tendencias obligan a que cada vez m¨¢s adultos permanezcan en un ciclo de aprendizaje continuo si quieren mantenerse y avanzar en el mercado laboral.
Seg¨²n hallazgos recientes, los cerebros adultos aprenden diferente, siendo m¨¢s dif¨ªcil la incorporaci¨®n de nuevos conocimientos. Adem¨¢s, el estr¨¦s y las presiones de la vida cotidiana no hace m¨¢s que comprometer una buena porci¨®n de la capacidad mental.
La existencia de un capital humano pujante en Am¨¦rica Latina coloca a la regi¨®n frente a una oportunidad clave para sumarse con ¨¦xito al futuro del trabajo.
?Qu¨¦ se necesita para que este capital humano pueda seguir desarroll¨¢ndose sin importar la edad? Planteamos aqu¨ª 3 puntos a tener en cuenta:
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Contenidos
Los programas educativos para adultos pueden presentar distintos objetivos. En general, se pueden reunir en tres grupos principales: aquellos que apuntan a promover la alfabetizaci¨®n, los que desarrollan habilidades para el desarrollo profesional y aquellos que auspician el emprendedurismo.
Los tres grupos sufren importantes retos dado el clima social actual: se requiere mucho tiempo para que la mayor¨ªa de estos programas alcancen resultados positivos y sean sostenibles en el futuro.
Para Am¨¦rica Latina, promover la alfabetizaci¨®n sigue siendo un desaf¨ªo importante. Seg¨²n datos del Banco Mundial, un 44% de los trabajadores latinoamericanos no cuentan con las competencias esperadas de lectoescritura, fundamentales para adaptarse al nuevo mundo del trabajo.
El informe sobre el desarrollo mundial 2019 del Banco Mundial plantea que todos los programas educativos para adultos deben desarrollar una correcta combinaci¨®n entre habilidades generales y t¨¦cnicas, adapt¨¢ndose as¨ª a las demandas del mercado laboral, y el desarrollo de capacidades socio conductuales como el trabajo en equipo, la resiliencia, el autoconocimiento y la negociaci¨®n.
El desarrollo de habilidades generales debe plantearse de manera integral. En un mundo interdependiente y complejo, la ¨²nica forma de asegurar el ¨¦xito es a trav¨¦s de la capacidad de pensar soluciones globales y reconocer interconexiones.
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Metodolog¨ªa
La educaci¨®n continua de los adultos busca incentivar el inter¨¦s y el deseo de todas las personas por el estudio como una actividad enriquecedora y placentera, que permite mejorar la calidad de vida, promover la cultura, estimular las capacidades propias y generar mejores oportunidades. Para lograr estos objetivos, los programas educativos para adultos deben ser lo suficientemente flexibles como para adaptarse a su p¨²blico y atender los limitantes de la vida adulta, respetando sus horarios y ritmos de aprendizaje.
El otorgamiento de acreditaciones parciales puede ser una buena herramienta para fomentar la participaci¨®n y aprendizaje de los contenidos formales. Estas iniciativas son mucho m¨¢s exitosas cuando est¨¢n unidas a programas formales de empleos, ya sea a trav¨¦s de pasant¨ªas o formaci¨®n profesional que vinculen el aprendizaje con la experiencia cotidiana y motiven a los estudiantes.
¡°La flexibilidad se incrementa al garantizar que cuando los estudiantes abren una puerta, otras opciones sigan estando disponibles¡±, sugieren los expertos a cargo del informe sobre el Desarrollo Mundial 2019.
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Puntos de acceso
El derecho a la educaci¨®n casi siempre est¨¢ asociado con los ni?os. Sin embargo, uno de los principios fundamentales que sustentan la declaraci¨®n de los derechos humanos es la universalidad. Toda persona tiene derecho a la educaci¨®n, sin importar su edad.
El acceso de las personas adultas a servicios educativos de alta calidad juega un rol decisivo a la hora de desarrollar mejores habilidades y competencias que promuevan su progreso personal y laboral, lo que permitir¨¢ tambi¨¦n una mejora de la competitividad econ¨®mica de Am¨¦rica Latina y el Caribe.
Tambi¨¦n la tecnolog¨ªa es una aliada importante para fortalecer el acceso a una educaci¨®n de calidad, especialmente para aquellos grupos que se encuentran en puntos remotos o en situaciones de vulnerabilidad.
Contenidos bien articulados, metodolog¨ªas flexibles y abundantes puntos de acceso a la educaci¨®n pueden tambi¨¦n tener un fuerte impacto econ¨®mico para la regi¨®n. Datos del Banco Mundial destacan que el 35 por ciento de las compa?¨ªas de Am¨¦rica Latina sostienen que el principal impedimento para su expansi¨®n es la falta de una fuerza laboral bien capacitada.
Volviendo a Julio Numhauser, lo que cambi¨® ayer, tendr¨¢ que seguir cambiando ma?ana. El desarrollo de nuevas habilidades para un mundo cambiante requiere de un aprendizaje permanente, que solo puede darse si se garantiza el aprendizaje de todos, sin importar la edad.
Leandro Hern¨¢ndez es productor digital del Banco Mundial
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