El presidente de Uruguay destituye al jefe del Ej¨¦rcito por sus cr¨ªticas a los juicios contra represores

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El presidente de Uruguay, Tabar¨¦ V¨¢zquez, ha destituido de manera fulminante al comandante en jefe del Ej¨¦rcito, Guido Manini R¨ªos, despu¨¦s de que el oficial volviera a expresar sus reparos a la reforma de las pensiones militares y mostrara su intenci¨®n de hacer pol¨ªtica. En un comunicado, el gobierno ha se?alado que el cese tuvo como detonante las declaraciones del militar contra la justicia? por fallos relacionados con la dictadura militar. En pleno a?o electoral ¡ªlos comicios ser¨¢n a finales de octubre¡ª, es una sacudida considerable para el sistema pol¨ªtico uruguayo, acostumbrado a la estabilidad y a las buenas relaciones entre los estamentos civil y militar.

Seg¨²n fuentes oficiales, Manini R¨ªos ¡°censur¨® al Poder Judicial¡± con unas afirmaciones sobre los tribunales que juzgaron a varios militares por violaciones a los derechos humanos cometidas entre 1973 y 1985, frases que constan en documentos ligados a esos procesos. El exn¨²mero uno del Ej¨¦rcito uruguayo dijo que ¡°un militar citado como indagado por la Justicia no tiene las garant¨ªas del debido proceso y es condenado en base a conjeturas o convicciones inadmisibles sin pruebas fehacientes, fraguadas o inventadas".

El gobierno consider¨® que la actitud de Manini R¨ªos era incompatible con su cargo. Adem¨¢s, durante la ma?ana del martes, el oficial concedi¨® una entrevista a una radio local y dijo que no descartaba presentarse a las elecciones presidenciales de este a?o para, entre otros, revertir la reforma de las pensiones de los militares, votada el a?o pasado en el parlamento. "Nosotros desde el Ej¨¦rcito mismo hemos tenido preocupaci¨®n por determinados sectores de la sociedad y si ma?ana o pasado nos decidi¨¦ramos hacer pol¨ªtica lo esencial va a ser apuntar a esos sectores que necesitan de pol¨ªticas concretas que ayuden a sacarlos de la situaci¨®n donde est¨¢n", explic¨® Manini R¨ªos.

Cambios en la "caja militar"

En septiembre del a?o pasado, Manini R¨ªos ya fue sancionado con 30 d¨ªas de arresto a rigor por hacer declaraciones a la prensa contra los cambios en la ¡°caja militar¡± y acusar a un ministro de mentiroso. Seg¨²n el Ejecutivo de V¨¢zquez, el comandante en jefe del Ej¨¦rcito debe abstenerse de emitir expresiones pol¨ªticas. Poco despu¨¦s de cumplir la sanci¨®n, el militar hab¨ªa acudido a la ceremonia de toma de posesi¨®n del nuevo comandante en jefe del ej¨¦rcito brasile?o y fue fotografiado con el presidente Jair Bolsonaro.

A finales de enero de este a?o, la prensa local anunci¨® que un grupo de allegados al oficial buscaba crear un partido pol¨ªtico, y la Corte Electoral se?al¨® la inscripci¨®n de una nueva formaci¨®n con el nombre de Movimiento Social Artiguista?(en referencia al h¨¦roe de la independencia, Jos¨¦ Gervasio Artigas). Inmediatamente, desde la izquierda surgi¨® el temor a la aparici¨®n de un Bolsonaro a la uruguaya.

El detonante de la crisis fue la reforma de las pensiones militares, que sali¨® adelante el pasado mes de octubre despu¨¦s de un a?o y medio de negociaciones, y gracias a los votos del izquierdista Frente Amplio (FA). Consciente del malestar en los estamentos militares, el gobernante FA hab¨ªa suavizado considerablemente el cambio, que no tendr¨¢ resultados visibles sobre el d¨¦ficit de las pensiones hasta dentro de una o dos d¨¦cadas, ya que mantiene la situaci¨®n actual para la mayor¨ªa de los militares y solo se aplicar¨¢ para aquellos con menos de 15 a?os de servicios.

Con una tasa de natalidad en ca¨ªda libre (1,7 hijos por mujer en 2017) y una esperanza de vida de 77 a?os ¡ªuna de las m¨¢s altas de Am¨¦rica Latina¡ª, el debate sobre el futuro y la sostenibilidad del sistema de retiro ha surgido con fuerza en Uruguay: el d¨¦ficit del r¨¦gimen general -diferencia entre gastos e ingresos- ascendi¨® a 582 millones de d¨®lares en 2017 y el de la caja militar fue de 550 millones. La combinaci¨®n de altas prestaciones por jubilaci¨®n y tasas de retiro tempranas, ha hecho que los recursos destinados a 60.000 militares supusiesen el mismo agujero en las cuentas p¨²blicas que los dedicados al pago de la pensi¨®n de 700.000 pasivos civiles.

Tanto Gobierno como la oposici¨®n han deslizado un posible aumento de la edad general de jubilaci¨®n -de los 60 a?os a los 65- con el objetivo de garantizar un sistema cada vez m¨¢s oneroso para las arcas p¨²blicas uruguayas. Esta medida, muy impopular, contrasta con la media de edad de retiro para los militares, que es de 49 a?os. Las rentas m¨¢s altas del Ej¨¦rcito perciben hasta tres veces m¨¢s que el resto de jubilados.