El milagro de los pantalones vaqueros que salvaron la vida a un alem¨¢n en alta mar

Arne Murke estar¨ªa hoy muerto si no fuera por sus pantalones vaqueros. Este alem¨¢n de 30 a?os navegaba el pasado mes de marzo con su hermano cerca de la bah¨ªa de Tolaga, en la costa este de Nueva Zelanda. Despu¨¦s de hacer turismo en el pa¨ªs oce¨¢nico, los dos j¨®venes hab¨ªan acordado trasladar por mar un yate de 12 metros de eslora, el?Wahoo, desde la costa neozelandesa a Brasil. Pero cuando no hab¨ªan recorrido ni? 17 millas (unos 30 kil¨®metros) de las m¨¢s de 6.400 (12.000 kil¨®metos) que ten¨ªan por delante, se solt¨® la escota de la mayor y la botavara golpe¨® al experimentado marino, que cay¨® a las nada c¨¢lidas aguas del Pac¨ªfico sur.

Su hermano Helge logr¨® lanzarle un salvavidas, pero, con olas de tres metros, sus intentos por alcanzarlo fueron in¨²tiles. Arne qued¨® a merced del oc¨¦ano abrigado ¨²nicamente con una camiseta y unos pantalones vaqueros, tratando de que el oleaje no le ahogara.

El hombre, que ha reconocido que la imagen de su hija de 10 meses le dio fuerza para mantenerse a flote, tir¨® de imaginaci¨®n y de algunos conocimientos de supervivencia en la mar. Se quit¨® como pudo los pantalones, hizo un nudo en cada una de las perneras, llen¨® de aire la prenda y se aferr¨® a ella. De esta forma consigui¨® mantenerse a flote con el chaleco improvisado y conservar energ¨ªa durante tres horas y media, hasta que un helic¨®ptero del servicio de salvamento neozeland¨¦s logr¨® localizarlo y lo rescat¨®.

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El relato del navegante es angustioso en muchos de sus pasajes. "Las olas romp¨ªan sobre m¨ª y me enfriaban. Empezaron a temblarme las piernas. Necesitaba volver a inflar los vaqueros porque perdieron un poco de aire. Estaba agotado y me hund... no pod¨ªa usar los brazos porque no quer¨ªa soltar mis jeans", declar¨® Arne al diario New Zealand Herald. Uno de los peores momentos fue cuando el helic¨®ptero de rescate sobrevol¨® el punto en el que el n¨¢ufrago permanec¨ªa a la deriva: "El helic¨®ptero estuvo dos veces muy cerca de m¨ª, pero no me vieron y se marcharon".?

"Fue una suerte que el yate tuviera una radio VHF y balizas de emergencia (dos) para alertar", explic¨® el coordinador del servicio de b¨²squeda y rescate, Chris Henshaw, en un comunicado en el sitio web de la agencia despu¨¦s del incidente. "Sin los dispositivos de comunicaci¨®n y balizas adecuados, las cosas podr¨ªan haber salido de otra forma", subray¨®.?

Ambos hermanos se recuperan del tremendo susto en Gisborne (noreste de Nueva Zelanda), donde tambi¨¦n se efect¨²an reparaciones en el Wahoo. "Sin los pantalones hoy no estar¨ªa aqu¨ª, realmente me salvaron la vida", sentencia Arne Murke.