Las familias de las v¨ªctimas del atentado de Nueva Zelanda reclaman que se acelere la entrega de los restos

Familiares y representantes de la comunidad musulmana piden desde el s¨¢bado que se acelere la entrega de los cuerpos de las 50 v¨ªctimas mortales del atentado perpetrado el viernes en Christchurch (Nueva Zelanda) por un supremacista blanco. ¡°Esperamos que todos hayan sido devueltos el mi¨¦rcoles¡±, declar¨® este domingo la primera ministra, Jacinda Ardern, en Wellington. Este lunes, la familia de la primera v¨ªctima mortal cuyos restos iban a ser entregados pidi¨® que se retrasase para recibir a la vez los dos cad¨¢veres que esperaba. Seg¨²n medios locales, cunde la? impaciencia entre los familiares por el tiempo que est¨¢ llevando el proceso. El n¨²mero dos de la polic¨ªa, Wally Haumaha, respondi¨® que el personal est¨¢ trabajando mucho para solucionarlo cuanto antes, pero pidi¨® comprensi¨®n ante el rigor del procedimiento, a fin de "asegurarnos de que entregamos el cuerpo adecuado a la familia adecuada".

El Gobierno ha anunciado este lunes la celebraci¨®n de una ceremonia nacional en memoria de las v¨ªctimas, en una fecha por determinar. Las autoridades no han publicado a¨²n la lista oficial, pero los medios del pa¨ªs han ido revelando distintas historias personales. La mayor¨ªa son inmigrantes o refugiados de Pakist¨¢n, India, Malasia, Indonesia, Turqu¨ªa, Somalia, Afganist¨¢n, Banglad¨¦s y Siria. Todos con voluntad de quedarse en Nueva Zelanda por considerarlo un refugio seguro.

Uno de los institutos afectados por la matanza es el Cashmere High School. Dos de sus estudiantes, Sayyad Milne, de 14 a?os, y Hamza Mustafa, de 16, murieron en el atentado y otro result¨® herido. La escuela les hizo este lunes un homenaje en el Hagley Park ¡ªmuy cerca de la primera mezquita atacada¡ª al que asistieron miles de compa?eros. El director del centro, Mark Wilson, empez¨® su discurso con una cita de Martin Luther King: ¡°La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad, solo la luz puede hacer eso. El odio no puede expulsar al odio, solo el amor puede hacerlo¡±. Un grupo de estudiantes llev¨® a cabo una haka en honor de las v¨ªctimas, la danza de guerra maor¨ª que ha hecho famoso el equipo de rugby de los All Blacks y que en Nueva Zelanda tambi¨¦n se representa en funerales como la mayor forma de respeto.

Mustaf¨¢ hab¨ªa llegado hace solo unos meses desde Siria a Nueva Zelanda junto con su familia. En el atentado muri¨® tambi¨¦n su padre, Jaled Alhaj Mustafa, de 45 a?os. La ONG Syrian Solidarity New Zealand ha lamentado que ambos fallecieran en Nueva Zelanda ¡°de la forma m¨¢s atroz¡± tras haber "sobrevivido a atrocidades¡± en su pa¨ªs. ¡°Seamos honestos. El racismo y la intolerancia han ido creciendo desde hace alg¨²n tiempo y necesitamos reconocer que hay un problema para poder solucionarlo¡±, indic¨® su portavoz, Ali Akil.

La v¨ªctima mortal m¨¢s joven fue Mucad Ibrahim, un ni?o de tres a?os nacido en Nueva Zelanda de padres somal¨ªes que huyeron de su pa¨ªs de origen en los a?os noventa. Su padre y su hermano mayor estaban con ¨¦l en la segunda mezquita tiroteada, pero consiguieron escapar con vida. Seg¨²n un amigo de la familia, el ni?o corri¨® en direcci¨®n a Tarrant mientras su padre y su hermano hu¨ªan en sentido contrario.

Las muestras de respeto ciudadanas se multiplican al conocerse algunas historias de hero¨ªsmo que protagonizaron las v¨ªctimas. Como la del profesor Naeem Rashid, uno de los nueve muertos de nacionalidad paquistan¨ª. Intent¨® derribar a Tarrant en el exterior de la mezquita y muri¨® por heridas de bala en el hospital de Christchurch. El artista local Peter Walsh ha inmortalizado su rostro en un muro en Auckland, la principal ciudad neozelandesa, con la inscripci¨®n ¡°Recordad a nuestros h¨¦roes¡±. El primer ministro paquistan¨ª, Imran Khan, ha anunciado que le otorgar¨¢ una condecoraci¨®n nacional a t¨ªtulo p¨®stumo. Ten¨ªa 50 a?os.

La gran mayor¨ªa de muertos eran hombres, seg¨²n listas no oficiales. Un m¨¦dico de hospital, el propietario de un restaurante, un ingeniero mec¨¢nico, un programador inform¨¢tico, un profesor universitario y un portero del equipo de futbol sala de Canterbury son algunos de ellos.

La principal aerol¨ªnea nacional, Air New Zealand, tambi¨¦n ha perdido a uno de sus empleados, el indonesio Lilik Abdul Hamid, que trabajaba como ingeniero de mantenimiento en Christchurch desde hac¨ªa 16 a?os. El portavoz de la Asociaci¨®n de Ingenieros Aeron¨¢uticos y Marinos, Stan Renwick, ha dicho que sus compa?eros de trabajo le ten¨ªan un gran aprecio y lo consideraban ¡°uno de los chicos¡±.

Entre las ¨²nicas cuatro mujeres est¨¢ Ansi Alibava, de 25 a?os, que estudiaba en Nueva Zelanda un m¨¢ster de direcci¨®n en industrias agrarias. Acababa de terminar sus estudios y, seg¨²n uno de sus amigos, citado por la prensa local, esperaba con impaciencia asistir a la ceremonia de graduaci¨®n. Su plan era quedarse en Nueva Zelanda y conseguir un trabajo que la ayudara a mantener a su familia en India.

¡°Ellos somos nosotros. Nosotros somos ellos¡± es uno de los principales mensajes que los ciudadanos han compartido en las redes sociales y que refleja el sentimiento nacional. La primera ministra Ardern fue la primera signataria este lunes de un libro de condolencias nacional donde ha escrito: ¡°De parte de todos los neozelandeses, lloramos juntos. Somos uno. Ellos son nosotros. Tatau T¨¡tau (Nosotros, vosotros, en maor¨ª)¡±.