La estaci¨®n ferroviaria de Lituania donde Rusia y la UE se ven las caras
El blindaje y los controles en la frontera lituana con el enclave ruso de Kaliningrado, financiados con apoyo de la UE, simbolizan la desconfianza entre Bruselas y Mosc¨²
A las 8.45 de la ma?ana es hora punta en la estaci¨®n de tren de Kybartai, una ciudad lituana de 6.000 habitantes con vistas al enclave ruso de Kaliningrado. Aunque no hay ni un alma en el and¨¦n, se nota tensi¨®n. Acaba de llegar el primero de los cinco convoyes que diariamente atraviesan de oeste a este, y a la inversa, la rep¨²blica b¨¢ltica de Lituania (de 2,8 millones de habitantes) para conectar Kaliningrado con el resto de Rusia. Pese a que los cientos de pasajeros llevan m¨¢s de 30 horas en los vagones desde que iniciaron el viaje en Mosc¨² y que el tren estar¨¢ parado aqu¨ª durante una hora, ¡°nadie puede bajar" ni a estirar las piernas "bajo ning¨²n concepto", explica el simp¨¢tico Vitalijus Kri??i¨±nas, de 44 a?os y capit¨¢n del Ej¨¦rcito lituano. Ni pasajeros ni el personal del tren tienen permiso para poner un pie en la Uni¨®n Europea. Es un convoy en el que tampoco puede subirse nadie en suelo lituano. A todos los efectos, este tren es Rusia.
Desde el colapso de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en 1991, Lituania mira con recelo hacia sus fronteras al oeste y este, a Bielorrusia y a Kaliningrado, respectivamente. En el primer caso, porque Minsk est¨¢ en la ¨®rbita del Kremlin; y en el segundo, porque Kaliningrado, aunque desgajado f¨ªsicamente del resto de Rusia, es una provincia de m¨¢xima importancia estrat¨¦gica para el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin. No solo se trata de un enclave ultramilitarizado, sino que se encuentra encajado en el coraz¨®n de Europa: entre Polonia, Lituania y el mar B¨¢ltico.
¡°Rusia est¨¢ fortaleciendo [en Kaliningrado] sus capacidades militares, incluso con misiles, que est¨¢n dirigidos principalmente contra Europa¡±, explica Robertas Sapronas, director de Seguridad en el Ministerio de Defensa lituano. Todo lo que sucede en la estaci¨®n de Kybartai y alrededores es muestra de la dif¨ªcil relaci¨®n que mantienen la UE y Mosc¨² desde la anexi¨®n rusa de Crimea en 2014. Pero, sobre todo, desde que en 2017 el Kremlin realiz¨® la Operaci¨®n Zapad (Oeste) por la que, junto a Bielorrusia, moviliz¨® a decenas de miles de efectivos a pocos kil¨®metros de Lituania (que forma parte de la OTAN) para mostrar a Occidente su m¨²sculo militar.
¡°Necesitamos mantener el control¡±, explica en las v¨ªas del tren el capit¨¢n Kri??i¨±nas tras despegar un dispositivo semioculto entre dos vagones, una especie de malet¨ªn del tama?o de un libro con un aparato electr¨®nico en su interior. Es el GPS que las fuerzas de seguridad lituanas han instalado en Kena (este), donde este tren proveniente de Mosc¨² entr¨® en territorio comunitario desde Bielorrusia. Este GPS sirve para controlar al convoy mientras transita por Lituania entre Kena y Kybartai, ya en la frontera con Kaliningrado. A ese punto llegan una locomotora y maquinista rusos para sustituir a los lituanos que han llevado el tren en su territorio sin hacer una sola parada en la rep¨²blica b¨¢ltica. ¡°Esto es una frontera exterior de la Uni¨®n Europea¡±, recuerda Kri??i¨±nas con semblante serio. Frontex (la agencia europea de fronteras) tambi¨¦n tiene presencia en esta zona.
Pese a que en estos vagones hoy se trasladan principalmente pasajeros, coches, soldados, gas y carb¨®n, hace a?os por esta v¨ªa tambi¨¦n circulaban cargamentos de armas y tanques con destino a Kaliningrado. Pero desde que Lituania entr¨® en la UE y la OTAN en 2004, las cosas han mejorado, explican los guardias fronterizos. Las instituciones comunitarias, que han financiado este reportaje, implantaron un esquema de ayudas en 2005 ¡ªc¨¢maras, prism¨¢ticos, equipamiento de vigilancia nocturna, vallas, concertinas, coches, perros¡ª por el que cada vez es m¨¢s f¨¢cil interceptar cualquier movimiento sospechoso en esta frontera, ya sea de tr¨¢fico de armas, de personas o de drogas. Desde 2017 y hasta 2020, Bruselas ha destinado un total de 94,8 millones de euros para la seguridad, vigilancia y control de este l¨ªmite de la Uni¨®n, seg¨²n el Ministerio de Exteriores de Lituania.
Rusia est¨¢ fortaleciendo [en Kaliningrado] sus capacidades militares, incluso con misiles, que est¨¢n dirigidos principalmente contra Europa¡± Robertas Sapronas, director de Seguridad en el Ministerio de Defensa lituano
Pero la sensibilidad en este punto del continente sigue siendo tal, que este trozo de soberan¨ªa rusa sobre ra¨ªles permanece custodiado y vigilado desde todos los puntos de la estaci¨®n durante los registros y la revisi¨®n de la documentaci¨®n. Un sonido de olla expr¨¦s y el traqueteo del tren anuncian el fin de la operaci¨®n. Es la locomotora rusa, que viene a buscar el convoy con unas 200 personas a bordo para arrastrarlo, con maquinista tambi¨¦n ruso, a su destino final.
Concertinas
La vigilancia, menos intensa, se produce tambi¨¦n en los frondosos bosques de esta parte del Viejo Continente. A 21 kil¨®metros al sur de la estaci¨®n de Kybartai, siguiendo la l¨ªnea que separa la UE de Kaliningrado, en Vi?tytis el silencio envuelve el d¨ªa a d¨ªa de este puesto fronterizo levantado a orillas del lago del mismo nombre tan congelado que a veces los pescadores pueden trabajar en el hielo.
¡°Hasta 2017, esto era un campo abierto. No hab¨ªa nada¡±, se?ala el soldado Algirdas, de 29 a?os, desde el lado lituano de la valla coronada con concertinas y levantada tambi¨¦n con fondos comunitarios, unos 27 millones de euros, seg¨²n Exteriores. La tarea principal de Algidas y un pu?ado de colegas es atajar el contrabando ¡ªlos precios son mucho m¨¢s bajos en Rusia que en la UE¡ª y la inmigraci¨®n ilegal. "Las llegadas han bajado dr¨¢sticamente", dice al mostrar en un ordenador de la sala de control militar la grabaci¨®n de los ¨²ltimos cruces ilegales de la valla: un par de lobos y alguna vaca.
Pese a que la tensi¨®n con Rusia no est¨¢ a la vista, se intuye, sobre todo por el aumento de "las amenazas h¨ªbridas", explica un preocupado Eitvydas Bajarunas, embajador de Lituania para esta materia. El experto pone como ejemplo el hipot¨¦tico caso de que soldados rusos disfrazados de civiles penetren ilegalmente en Lituania y ataquen a ciudadanos para desestabilizar el pa¨ªs. ¡°Hay que estar preparados y actuar¡±, opina Bajarunas.
El pa¨ªs b¨¢ltico ya dedica un 2% de su PIB en Defensa y tiene planes para aumentarlo progresivamente hasta 2030, seg¨²n Sapronas. La valla que vigila Algirdas, que solo mide unos 30 kil¨®metros de longitud, crecer¨¢ hacia el norte en los pr¨®ximos meses, ahondando la separaci¨®n en una frontera en la que Rusia, la UE y la OTAN se ven cara a cara.