Bolsonaro alienta a los militares a conmemorar el golpe de 1964

No es raro que sus asesores, hijos o alg¨²n ministro se refieran al presidente de Brasil en p¨²blico como ¡°el capit¨¢n¡±, por el rango que alcanz¨® en el Ej¨¦rcito. Jair Bolsonaro, 64 a?os, comenz¨® su carrera militar en una escuela de cadetes a principios de los setenta, en plena dictadura, un periodo por el que nunca ha ocultado su nostalgia. Ahora que ostenta la jefatura del Estado ha decidido que el Ministerio de Defensa realice ¡°las conmemoraciones adecuadas en relaci¨®n al 31 de marzo de 1964¡±, seg¨²n explic¨® sin dar detalles su portavoz. El domingo se cumplen 55 a?os de esa fecha, la del golpe militar que enterr¨® la democracia y dio paso a 21 a?os de dictadura en la que se han documentado oficialmente 434 muertos o desaparecidos.

Los detalles los ha ofrecido una de las l¨ªderes del partido de Bolsonaro en la C¨¢mara de Diputados, Joice Hasselman: ¡°La fecha ha sido incluida en el orden del d¨ªa de las FFFAA y cada comandante decidir¨¢ c¨®mo se debe hacer. Es retomar la narrativa verdadera de nuestra historia. Orgullo brasile?o¡±, ha tuiteado la antigua periodista. El presidente lo hace "porque su base de apoyo siempre estuvo en gran medida vinculada a grupos de presi¨®n de oficiales de la reserva y de los clubes militares", explica Piero Leirner, experto en estrategia militar de la Universidad Federal de S?o Carlos. El ex paracaidista ha dedicado buena parte de su carrera pol¨ªtica a defender los intereses corporativos de los militares. Los bolsonaristas impulsan abiertamente, ahora desde el poder, un revisionismo hist¨®rico sobre lo ocurrido en 1964-1985.

El golpe ha sido celebrado durante a?os discretamente en cuarteles y en clubes militares. El de R¨ªo de Janeiro, el m¨¢s emblem¨¢tico, anuncia en su p¨¢gina web una comida el pr¨®ximo viernes en ¡°homenaje a los 55 a?os de la revoluci¨®n democr¨¢tica. 31 de marzo de 1964¡±. Unos 13 euros (60 reales) cuesta participar en el almuerzo para celebrar el fin de la democracia. Aunque la dictadura fue menos cruenta en Brasil que en las vecinas Argentina (con 30.000 entre muertos y desaparecidos) y Chile (con 3.000), implic¨® graves violaciones de derechos humanos, la suspensi¨®n de las libertades, una represi¨®n sistem¨¢tica y una pol¨ªtica de Estado para eliminar a los oponentes pol¨ªticos, seg¨²n la Comisi¨®n de la Verdad.

Aquella comisi¨®n de expertos estableci¨® hace cinco a?os el relato oficial sobre la ruptura del orden constitucional por parte de los militares, la dictadura y la represi¨®n sistem¨¢tica que le siguieron hasta 1985. Fue un encargo de Dilma Rousseff, v¨ªctima ella misma de la dictadura a la que combati¨® como guerrillera y por lo que fue encarcelada. El desgarrador relato de 1.300 p¨¢ginas incluy¨® testimonios de las v¨ªctimas, se?al¨® con nombres y apellidos a 377 responsables (de jefes de Estado a m¨¦dicos) incluidos m¨¢s de un centenar que estaban vivos cuando se public¨® en 2014. Una amnist¨ªa de 1979 eximi¨® a los perpetradores de sentarse en el banquillo. Fue tambi¨¦n la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) quien elimin¨® el aniversario del golpe del calendario de fiestas de las Fuerzas Armadas. Rousseff, que dice que nunca dispar¨® un arma, fue torturada durante 21 d¨ªas. Bolsonaro dedic¨® su voto en el impeachment a uno de los s¨ªmbolos de la represi¨®n: "Por la memoria del coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra (...) por Brasil por encima de todo y Dios por encima de todos, mi vot¨® en s¨ª", proclam¨® para esc¨¢ndalo de muchos que dif¨ªcilmente hubieran cre¨ªdo que en 2019 ser¨ªa presidente.

Este es el primer aniversario del golpe desde que Bolsonaro asumi¨® la el poder en enero.?El discurso de que fue un remedio amargo para evitar que el pa¨ªs se encaminara hacia el comunismo en plena Guerra Fr¨ªa es una constante entre los militares de la reserva, aunque la historiograf¨ªa ya ha refutado esta tesis. "Es el pago de una deuda hist¨®rica, porque es un hecho hist¨®rico", afirma el general de la reserva Paulo Chagas. "El pa¨ªs se caminaba r¨¢pidamente a convertirse en una rep¨²blica socialista", sostiene.?

Ieda de Seixas recibi¨® el anuncio indignada, no sorprendida. Durante la dictadura, a los 24 a?os, fue torturada a causa de la militancia de su padre. "Amnistiaron los torturadores, ?qu¨¦ puedo esperar? Lo que me indignada es saber que los torturadores est¨¢n muriendo de pijama en casa, sin ser juzgados", afirma.

El nacionalpopulista Bolsonaro es el presidente que m¨¢s militares a nombrado en los niveles m¨¢s altos del Gobierno en los ¨²ltimos a?os. En su Gabinete est¨¢ rodeado de uniformados retirados (suman ocho de las 22 carteras incluidos el antiguo capit¨¢n y su vicepresidente, un general) que, seg¨²n cuenta la prensa local, son parad¨®jicamente quienes le han instado a que la conmemoraci¨®n no sea un alarde p¨²blico para no enconar m¨¢s los ¨¢nimos en un ambiente extremadamente polarizado. La misi¨®n prioritaria del Gobierno es lograr el sosiego y los apoyos parlamentarios necesarios para aprobar una urgente reforma de las pensiones.

El vicepresidente Hamilton Mour?o, un general coet¨¢neo de Bolsonaro que se retir¨® en 2018, esboz¨® el discurso revisionista en una entrevista con EL PA?S: "Los grupos marxistas y leninistas de Brasil dec¨ªan que se estaban enfrentando a la dictadura, pero en verdad estaban luchando para imponer otra dictadura, la del sistema comunista. Fue una guerra muy peque?a para un pa¨ªs de 90 millones de habitantes [en la ¨¦poca]. De los dos lados, sumando, murieron poco m¨¢s de 400 personas. Hoy, matan a 60.000 en Brasil al a?o y nadie habla de ello".