Theresa May ofrece su dimisi¨®n para salvar su plan del Brexit
El Parlamento brit¨¢nico rechaza todas las opciones alternativas al plan de salida de la primera ministra
Theresa May ha comprendido este mi¨¦rcoles finalmente que ella misma es el precio a pagar para salvar el Brexit. La primera ministra anunci¨® a los diputados conservadores su intenci¨®n de dimitir en cuanto el Parlamento aprobara el plan acordado con la UE y rechazado en dos ocasiones por Westminster. ¡°Estoy preparada para renunciar a mi puesto antes de lo que era mi intenci¨®n, para poder hacer lo que creo que es mejor para el pa¨ªs¡±, dijo. Horas despu¨¦s de su anuncio, el Parlamento ha comprobado con decepci¨®n que ninguna de las ocho alternativas al plan de May ten¨ªa el m¨ªnimo respaldo necesario para cobrar vuelo.
El mensaje le hab¨ªa llegado a May en los ¨²ltimos d¨ªas por multitud de v¨ªas. La p¨¦rdida de confianza en ella se hab¨ªa extendido en el Partido Conservador. El ¨²nico modo de que sobreviviera su plan del Brexit, le hab¨ªan dicho, era que anunciara su retirada y dejara en manos de otra persona la segunda fase de las negociaciones con la UE, en la que muchos euroesc¨¦pticos depositan ahora sus esperanzas de lograr una separaci¨®n dura y definitiva de las instituciones comunitarias.
Con voz nerviosa, seg¨²n han descrito los testigos, la primera ministra compareci¨® a puerta cerrada ante el Comit¨¦ 1922, el grupo parlamentario que re¨²ne a los diputados conservadores que no ocupan cargo en el Gobierno ¡ªla mayor¨ªa de ellos¡ª. ¡°Yo no recorro los bares que rodean el Parlamento ni participo de los cotilleos¡±, dec¨ªa May, ¡°pero saco tiempo para hablar con mis colegas y he escuchado muy claramente cu¨¢l es el ¨¢nimo en el grupo parlamentario. S¨¦ que existe el deseo de una nueva estrategia, bajo un nuevo liderazgo, en la segunda fase de las negociaciones del Brexit. No ser¨¦ un obst¨¢culo¡±, anunci¨®.?
A cambio, la primera ministra les pidi¨® que apoyen en una tercera votaci¨®n, a¨²n sin fecha pero que el Gobierno brit¨¢nico ha sugerido que podr¨ªa ser el viernes mismo, el acuerdo de retirada alcanzado con Bruselas y rechazado contundentemente por Westminster dos veces. ¡°Pido a todos que den su respaldo al plan y completemos nuestro deber hist¨®rico: cumplir aquello que decidi¨® la ciudadan¨ªa brit¨¢nica y abandonar la UE de un modo suave y ordenado¡±, dijo.
Aunque May no puso fecha a su dimisi¨®n, el anuncio sirvi¨® para aliviar tensiones y recibi¨® la bienvenida de los diputados euroesc¨¦pticos. Una retirada controlada permitir¨¢ que el Partido Conservador tenga tiempo para organizar en condiciones el proceso de sucesi¨®n de May y pueda retener en ese movimiento el Gobierno del pa¨ªs, al alejar el fantasma de un adelanto electoral por sorpresa.
Quedan, sin embargo, muchos obst¨¢culos en el camino de la primera ministra. Al menos 15 euroesc¨¦pticos siguen decididos a votar en contra del plan, con o sin May. El presidente de la C¨¢mara, John Bercow, insisti¨® este mi¨¦rcoles, en una declaraci¨®n preventiva que desat¨® las iras de muchos conservadores, que segu¨ªa decidido a prohibir una tercera votaci¨®n del plan del Brexit si el Gobierno no incorporaba ¡°modificaciones sustanciales¡± en el texto. En las ¨²ltimas horas hab¨ªa circulado la idea de que el Gobierno a?adir¨ªa simplemente una coletilla procedimental en el texto para esquivar la prohibici¨®n.
Pero, sobre todo, Downing Street debe a¨²n esforzarse en obtener el respaldo de sus socios norirlandeses del DUP, que siguen decididos a votar contra el pacto. Jacob Rees-Mogg, el carism¨¢tico l¨ªder de los euroesc¨¦pticos, condicionaba su respaldo a lo que hiciera el DUP, pero ofrec¨ªa a la vez una posible salida al enredo. ¡°Si el DUP se abstuviera, para m¨ª ser¨ªa suficiente. Me sentir¨ªa legitimado para respaldar el plan. Pero si mantienen su rechazo, no me ver¨¦ capaz de apoyarlo¡±, dec¨ªa. El ala dura de los conservadores ha hecho causa com¨²n con los unionistas norirlandeses en la pretendida defensa de la integridad territorial del Reino Unido y en contra del backstop, la salvaguarda irlandesa impuesta por la UE para evitar una frontera dura en Irlanda.
Westminster revolucionado
El anuncio de May revolucion¨® los pasillos de Westminster y todo el debate pol¨ªtico del pa¨ªs, porque lo hizo adem¨¢s justo en el momento en que el Parlamento comenzaba a discutir las alternativas al plan del Gobierno. A pesar de los esfuerzos de Downing Street por evitarlo, con el argumento de que se produc¨ªa un grave precedente constitucional al arrebatar al Ejecutivo la prerrogativa para fijar la agenda del Legislativo, una mayor¨ªa de diputados ha respaldado la maniobra para hacerse con el control del proceso del Brexit.
A trav¨¦s del mecanismo de las ¡°votaciones indicativas¡± ¡ªun sistema de descarte para descubrir qu¨¦ opciones tienen m¨¢s apoyo¡ª, Westminster comenzaba a discutir este mismo mi¨¦rcoles ocho mociones seleccionadas previamente por el presidente de la C¨¢mara. La decepci¨®n lleg¨® a ¨²ltima hora de la noche, cuando Bercow anunci¨® el resultado de la votaci¨®n. Ninguna de las ocho opciones hab¨ªa obtenido una mayor¨ªa, ni siquiera un respaldo suficientemente amplio como para darle impulso y credibilidad. El ministro para el Brexit, Steven Barclay, aprovech¨® de inmediato para hacer ver a los diputados que no existe ¡°una soluci¨®n f¨¢cil¡± para este embrollo. En medio de risas y de un griter¨ªo superior al habitual, la C¨¢mara se emplaz¨® a hacer un nuevo intento en la sesi¨®n del pr¨®ximo lunes.
Comienza la carrera por el liderazgo ¡®tory¡¯
¡°Los modales hacen al hombre¡±, dice el lema por el que presumen regirse todas las ¨¦lites brit¨¢nicas surgidas de las aulas de Eton y Oxford.
Y los modales se han mantenido en las horas posteriores al anuncio de May. Era el momento de los elogios a su sacrificio. Pero la carrera subterr¨¢nea por el liderazgo del Partido Conservador ha comenzado hace ya muchos meses. El favorito de las bases sigue siendo el extempor¨¢neo, pero brillante, Boris Johnson, el anterior alcalde de Londres, quien produce serios rechazos entre los pesos pesados conservadores por sus salidas de tono.
Dominic Raab, el joven exministro para el Brexit, ha cortejado a los grupos euroesc¨¦pticos, que han hecho circular ya por las redes sociales una campa?a en su apoyo. Sajid Javid, el ministro del Interior, musulm¨¢n, de origen humilde y con una brillante carrera profesional en el mundo de las finanzas antes de dedicarse a la pol¨ªtica, es visto desde hace a?os como una promesa en alza que dar¨ªa al partido un barniz de tolerancia y modernidad, pero sus reacciones extremas y oportunistas cada vez que ha surgido un problema de seguridad p¨²blica han creado serias dudas entre sus compa?eros. Habr¨¢ m¨¢s nombres. La competici¨®n apenas ha comenzado.
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