Un a?o de marchas en la frontera ponen de nuevo a Gaza en el mapa

Un a?o despu¨¦s del estallido de las protestas en la frontera con Israel, la vida es a¨²n m¨¢s desesperada para los dos millones de palestinos atrapados en la franja de Gaza. Las marchas de los viernes han devuelto la atenci¨®n del mundo sobre un territorio condenado a ser inhabitable en las predicciones de la ONU, al alto precio de m¨¢s de 260 muertos y 6.500 heridos de bala, de los que 124 han sufrido amputaciones. Para Sabrin al Najar, madre de una joven socorrista abatida por un francotirador del Ej¨¦rcito de Israel el 1 de junio del a?o pasado, la existencia solo tienen sentido para hacer justicia a su hija.

¡°He llevado su memoria hasta el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra y ahora tiene que llegar hasta la Corte Penal Internacional en La Haya¡±, aseguraba el pasado viernes esta campesina menuda en su casa de Jan Yunis, a un tiro de piedra de la valla divisoria con Israel en el sureste de la Franja, junto a una fotograf¨ªa de su hija Razan al Najar. La voluntaria sanitaria pereci¨® a los 21 a?os tras recibir un disparo mientras atend¨ªa a un herido cerca de un francotirador, vestida con el uniforme la ONG Sociedad Palestina de Asistencia M¨¦dica.

La muerte de la socorrista gazat¨ª fue una de las primeras de las 14 indagaciones abiertas por la fiscal¨ªa militar israel¨ª para aclarar si las tropas han cometido cr¨ªmenes de guerra. El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha aprobado este mes la investigaci¨®n de una comisi¨®n independiente que ha observado ¡°indicios racionales de violaciones de la ley humanitaria internacional, y en algunos casos constitutivos de cr¨ªmenes de guerra¡±, en la muerte de palestinos en la frontera de Gaza con Israel.

La Gran Marcha del Retorno, convocada por organizaciones pol¨ªticas y sociales contra el bloqueo israel¨ª a la Franja y para reivindicar el regreso de los refugiados que abandonaron sus hogares en 1948, tras la creaci¨®n del Estado jud¨ªo, cumple este s¨¢bado un a?o con la convocatoria de la denominada Marcha del Mill¨®n de Personas. ¡°Esperamos que se concentren en este punto m¨¢s de 50.000 manifestantes¡±, pronosticaba a 1,5 kil¨®metros de la valla Mohamed Abu Marsu, miembro del comit¨¦ organizador del campamento de Jan Yunis, uno de los focos de las protestas en la frontera. En contra de lo habitual, entre las tiendas de campa?a no eran visibles los dep¨®sitos de neum¨¢ticos y de piedras. Una barricada de tierra y arena protege ahora de los disparos a los manifestantes.

Israel mantiene que se limita a ejercer el derecho a la defensa de sus fronteras contra manifestantes violentos que pretenden irrumpir en su territorio. Ante las marchas masivas previstas para este s¨¢bado, que pueden sumar decenas de miles de gazat¨ªes, las Fuerzas Armadas de Israel han acometido una movilizaci¨®n sin precedentes desde la guerra de 2014 en torno al enclave costero.

Decenas de carros de combate y bater¨ªas de artiller¨ªa, as¨ª como miles de soldados, se han desplegado en los linderos de Gaza, seg¨²n informa la prensa israel¨ª. Entre los refuerzos hay m¨¢s de 200 francotiradores de ¨¦lite con la orden de abrir fuego con munici¨®n real contra quienes intenten asaltar la valla de separaci¨®n.

Una delegaci¨®n encabezada por el general Ahmed Abdel Jalek, responsable de asuntos palestinos de la inteligencia militar egipcia, ha mediado sobre el terreno entre los dirigentes de Ham¨¢s, el movimiento islamista que controla de facto Gaza desde 2007, y el Gobierno israel¨ª, para evitar que la tensi¨®n se dispare. Israel ha exigido que las marchas de protesta no se acerquen a menos de 300 metros de la valla divisoria, y que cese tambi¨¦n el lanzamiento de artefactos incendiarios y explosivos hacia las localidades y kibutz que rodean el territorio costero.

Excepcionalmente, en el aniversario de las protestas, que coincide con el D¨ªa de la Tierra de Palestina, las manifestaciones no se llevan a cabo en viernes. La iconograf¨ªa del activismo palestino mostraba ayer a la fallecida Razan al Najar con alas de ¨¢ngel con hiyab en Jan Yunis. En los ¨²ltimos meses, Sabrin, su madre, acude todas las semanas a la jaima de los servicios de urgencia del campamento de las protestas. ¡°Ma?ana [por este s¨¢bado] volver¨¦ a ocupar su lugar¡±, anunciaba sin vacilaci¨®n, ¡°con una bata blanca de ayudante sanitaria".