Guaid¨® se enfrenta a la amenaza de c¨¢rcel tras el levantamiento de la inmunidad
El chavismo busca la t¨¢ctica para desactivar el desaf¨ªo del presidente de la Asamblea Nacional
El desaf¨ªo que Juan Guaid¨® lanz¨® hace dos meses y medio a Nicol¨¢s Maduro se encuentra en su momento m¨¢s cr¨ªtico. El intento de forzar la salida del mandatario venezolano del poder, iniciar un proceso de transici¨®n y convocar unas elecciones libres contin¨²a en pie. No obstante, el chavismo sigue controlando la maquinaria del Estado y busca la f¨®rmula para desactivar sus planes. El martes lo hizo a trav¨¦s de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el Parlamento oficialista ¡ªelegido en 2017 en medio del rechazo de la oposici¨®n y sin apenas reconocimiento internacional¡ª. La decisi¨®n de levantar la inmunidad parlamentaria de Guaid¨® pone al opositor bajo la amenaza de c¨¢rcel y dispara la tensi¨®n pol¨ªtica en el pa¨ªs sudamericano.
El r¨¦gimen, que hasta ahora se hab¨ªa limitado a imponerle algunas sanciones, acorralar a su entorno y a lanzar advertencias, ha puesto en marcha un expediente judicial que permita encarcelar al jefe de la Asamblea Nacional, reconocido como presidente interino por casi 60 Gobiernos. El camino es la aprobaci¨®n de un decreto que permite seguir con una investigaci¨®n que desemboque en un juicio contra el rival de Maduro.
Nunca antes Guaid¨® hab¨ªa estado tan cerca de ser arrestado como el pasado 13 de enero, tres d¨ªas despu¨¦s de haber jurado como presidente ¡°encargado¡±. Entonces fue detenido por sorpresa por un grupo de agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en una autopista capitalina. Los responsables de esa operaci¨®n fueron apresados por ¨®rdenes del mismo Maduro, ya que actuaron sin permiso, y ahora el confuso episodio es rememorado por el dirigente opositor como una debilidad del oficialismo. Sin embargo, Guaid¨® no descarta su detenci¨®n, aunque advierte que su ¡°secuestro¡± puede desatar una reacci¨®n desfavorable para el oficialismo.
"Las Fuerzas Armadas tienen una decisi¨®n que tomar, tienen todos los elementos en la mesa", dijo la noche del martes tras conocer la votaci¨®n de la Constituyente. El mensaje es parecido a los que lanz¨® antes del 4 de marzo, cuando lleg¨® al aeropuerto de Maiquet¨ªa tras emprender una gira por varios pa¨ªses sudamericanos pese a tener prohibida la salida del pa¨ªs. Ya entonces el sector m¨¢s intransigente del chavismo reclamaba su detenci¨®n. Prevaleci¨® finalmente la tesis de los dirigentes que prefer¨ªan esperar y evitar una nueva escalada. A los c¨¢lculos sobre su arresto se sumaban tambi¨¦n los temores a una reacci¨®n de la Administraci¨®n de Donald Trump. Pero tras pasar por los cauces del aparato oficialista el escenario puede cambiar, a pesar de que Guaid¨® y sus seguidores consideren ileg¨ªtimo ese mecanismo.
Para revocar la inmunidad parlamentaria se requiere de la aprobaci¨®n de la Asamblea Nacional, ¨²nico poder en oposici¨®n al r¨¦gimen y declarado en desacato por el Tribunal Supremo. Pero el chavismo ha dise?ado sus propias reglas y suplantado al Legislativo por la Constituyente. Maduro ha desencadenado una guerra sin cuartel contra el Congreso desde que es controlado por la oposici¨®n, en diciembre de 2015.
Otros adversarios del l¨ªder chavista han sufrido los dict¨¢menes de los poderes alineados con Maduro. Luisa Ortega D¨ªaz fue destituida por la Constituyente como fiscal general de Venezuela en agosto de 2017, unos meses despu¨¦s de rebelarse al Gobierno por ejercer una descomunal represi¨®n contra manifestaciones opositoras. Su salida fue el exilio.
El r¨¦gimen controla los cuerpos policiales, los militares y hasta grupos parapoliciales conocidos como colectivos. Guaid¨® apela, sin embargo, a un despertar de la c¨²pula castrense para materializar un gobierno de transici¨®n. ¡°Si el r¨¦gimen se atreve a secuestrarme, la orden para el pueblo de Venezuela es seguir movilizados en las calles hasta el cese de la usurpaci¨®n. Se?ores de la Fuerza Armada Nacional, permitir mi secuestro es ponerse en contra de la Rep¨²blica¡±, continu¨® el dirigente para advertir sobre las consecuencias de una posible detenci¨®n. Hasta ahora sus llamamientos al alto mando no han resultado. Ni siquiera la propuesta de Ley de Amnist¨ªa ha separado a los jerarcas militares de Maduro. Y las miles de deserciones que se produjeron a partir de febrero son sobre todo simb¨®licas en un pa¨ªs que tiene una estructura militar con alrededor de 250.000 efectivos y una milicia que cuenta con cerca de un mill¨®n de personas.
Un reciente informe de Naciones Unidas revela que las violaciones a los derechos humanos son crecientes en el pa¨ªs. En Venezuela, m¨¢s de 866 personas est¨¢n presas por motivos pol¨ªticos en Venezuela, seg¨²n la ONG Foro Penal, y otros cientos se encuentran en el exilio por oponerse al sucesor de Hugo Ch¨¢vez. Hace dos semanas, fue detenido el jefe de despacho del presidente del Parlamento, Roberto Marrero, quien fue acusado de terrorismo. El martes fue excarcelado su conductor, Luis P¨¢ez. Y hace tan solo unos d¨ªas, la Contralor¨ªa, el organismo encargado de fiscalizar las finanzas p¨²blicas, inhabilit¨® a Guaid¨® por 15 a?os. En definitiva, cada una de las ¨²ltimas decisiones del r¨¦gimen est¨¢n dirigidas a apartar al pol¨ªtico de la primera l¨ªnea y forzarle al exilio si quiere evitar la prisi¨®n.
A pesar de eso, de momento Guaid¨® no se esconde y contin¨²a celebrando actos multitudinarios en el pa¨ªs. Su pr¨®ximo paso es la convocatoria de una movilizaci¨®n masiva, prevista para el s¨¢bado, que logre redoblar la presi¨®n contra Maduro.
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