No pisen los tulipanes, por favor

El poder de atracci¨®n de las flores puede convertirse en su peor enemigo, en especial si se trata de vistosos tulipanes, jacintos o narcisos plantados en perfectas hileras en los campos holandeses. Los tapices naturales que forman aparecen en muchas postales con im¨¢genes a¨¦reas, pero tambi¨¦n se pueden visitar y fotografiar sobre el terreno. Y ah¨ª, los turistas se dejan llevar por la explosi¨®n de color y acaban pisoteando tallos y p¨¦talos en busca del selfi perfecto.

El a?o pasado, los cultivadores pusieron algunas pancartas en sus campos advirtiendo de que hab¨ªa que cuidarlos. No surti¨® el efecto deseado, y ahora han decidido lanzar una campa?a a gran escala con carteles, barreras, se?ales y vigilantes voluntarios, denominados "embajadores". Su lema es simple: ¡°Disfrute de las flores. Resp¨¦telas, son nuestro orgullo¡±.

Fotogaler¨ªa | Holanda se ti?e de color con sus tulipanes

La idea de ampliar la campa?a de protecci¨®n floral ha partido de Simon Pennings, uno de los mayores cultivadores de Bollenstreek (regi¨®n de los bulbos, en neerland¨¦s). Situada al oeste del pa¨ªs, en la costa del Mar del Norte, el cultivo de flores se remonta all¨ª al siglo XVI, y el empresario ha hablado con los Ayuntamientos y colegas de la zona. Los carteles elegidos entre todos est¨¢n sujetos a vallas como las instaladas para guiar al p¨²blico a la entrada de un concierto o partido de f¨²tbol. Con el texto en ingl¨¦s y en chino pidiendo respeto, muestran a su vez el dibujo de una pareja tomando una foto: "fuera del sembrado, est¨¢ bien; encima de las flores, mal".

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Pennings ha presentado las vallas en p¨²blico en uno de sus campos, en la localidad de Lisse, una de las m¨¢s visitadas por los turistas, y ha sido claro. ¡°En 2018 hubo d¨ªas en los que ten¨ªamos 300 personas por las plantaciones haciendo fotos. Daban m¨¢s trabajo que cuidar de las flores. Nos encantan los turistas, pero no se dan cuenta de que si se meten entre ellas pueden da?arlas¡±, ha dicho.

Un intento similar fue considerado ¡°poco amable¡± hace un a?o porque unos 500 carteles ped¨ªan al turista, sin rodeos, que no entrara en los campos de flores. Como cada cultivo recibe entre tres y cuatro autocares tur¨ªsticos al d¨ªa en primavera, el volumen de gente es dif¨ªcil de gestionar. Sobre todo si al final suman casi tres millones de personas, seg¨²n c¨¢lculos del turismo holand¨¦s, muchas de las cuales pueden sentirse decepcionadas por no mezclarse entre las cadenas de colores. No lo saben, pero a las flores pisoteadas e invendibles, se suma otro problema. Son las bacterias que puedan llevar en sus zapatos, a veces muy da?inas para algunas familias, en particular los jacintos.

De ah¨ª que, este a?o, los cultivadores hayan expresado sus dudas sobre los anuncios colgados por el Ayuntamiento de ?msterdam en su cuenta de Twitter. En un intento de aligerar el turismo urbano, la capital promociona otros destinos e invita a ¡°perderse en los campos de flores con todos los colores del arco¨ªris¡±.

La temporada de las flores empieza en Bollenstreek el 22 de marzo, con la apertura del jard¨ªn Keukenhof, tambi¨¦n en Lisse, que cumple 70 a?os y se ha sumado al esfuerzo protector. Con 32 hect¨¢reas, sus rutas y parterres est¨¢n bien se?alizados, y cuentan con gu¨ªas para mayores y para parejas haciendo fotos de boda. De todos modos, ha dispuesto un espacio para los selfis. Tiene las mismas flores e igual colorido, pero sin peligro de destrozos.