Portugal abraza la econom¨ªa azul
El pa¨ªs impulsa con fondos europeos la explotaci¨®n energ¨¦tica del mar. Tambi¨¦n la investigaci¨®n para aprovechar las algas y robots submarinos
La estructura flotante mide 200 metros de altura, la mitad por encima de la l¨ªnea de agua. No es un flotador cualquiera, sino el primero de estas caracter¨ªsticas en Europa. Sobrevive a olas de 15 metros y sirve de soporte a un molino de viento. Se llama Windfloat y es uno de los proyectos con los que Portugal aprovecha los recursos que le ofrece el oc¨¦ano Atl¨¢ntico y busca reducir la dependencia de los combustibles f¨®siles.
Portugal es uno de los escasos pa¨ªses con un ministerio dedicado exclusivamente al mar. Su presupuesto este a?o es de 127 millones de euros, un 80% m¨¢s que el anterior. A¨²n as¨ª, es una cifra tres veces inferior a los fondos europeos dedicados a proyectos mar¨ªtimos en el pa¨ªs, que alcanzan los 392,5 millones de euros, 30 de ellos dedicados al proyecto Windfloat.
Los tres flotadores Windfloat Atlantic se echar¨¢n al oc¨¦ano en junio. Dos de ellos se est¨¢n acabando de construir en Set¨²bal (Portugal) y un tercero en El Ferrol (Espa?a). A final de a?o, los molinos de viento fijados sobre el flotador comenzar¨¢n a producir energ¨ªa el¨¦ctrica a 20 kil¨®metros de la costa de Viana do Castelo.?¡°El viento en el oc¨¦ano es m¨¢s constante, no hay obst¨¢culos¡±, afirma Jos¨¦ Pinheiro, director del proyecto Windfloat, en el que participan El¨¦ctricas De Portugal (EDP), Francia (Engie), Espa?a (Repsol) y Jap¨®n (Mitsubishi y Chiyoda). ¡°La tecnolog¨ªa Windfloat permite construir en tierra las plataformas marinas y sus aerogeneradores, lo que es mucho m¨¢s barato, y, adem¨¢s, se pueden colocar mucho m¨¢s lejos de la costa¡±.
Para construir una plataforma mar¨ªtima fija, ya solo el alquiler diario de un barco para la obra supone un coste de 200.000 euros diarios. La profundidad m¨¢xima a la que se pueden anclar los molinos de viento fijos es de 60 metros, mientras que las instalaciones flotantes llegan a los 100 metros.
¡°Las plataformas flotantes, al estar m¨¢s alejadas de la costa reciben m¨¢s vientos y m¨¢s limpios, porque no les afectan las rugosidades de la tierra¡±, explica Pinheiro. ¡°La producci¨®n energ¨¦tica ser¨¢ de 70 gigawatios/hora, suficiente para cubrir el suministro de una ciudad de 70.000 habitantes¡±. Un cable submarino de la Red El¨¦ctrica Nacional conectar¨¢ las plataformas con su red de distribuci¨®n en tierra.
El proyecto, con un presupuesto trianual de 125 millones, ha recibido ayuda de los fondos europeos (30 millones), del Banco Europeo de Inversiones (60 millones), adem¨¢s del Gobierno portugu¨¦s. El pasado a?o, Portugal funcion¨® cuatro d¨ªas solo con energ¨ªas renovables a partir del sol, el viento y el agua.
Pero los molinos de viento mar¨ªtimos no son la ¨²nica forma de sacarle energ¨ªa al mar. Manel y Leocadio viven pendientes de las olas, aunque con distintos intereses. Al primero le vale una ola de cada diez; al segundo le valen todas. El primero practica el surf en la playa Supertubos de Peniche, famosa por la ola que se riza hasta formar un t¨²nel perfecto por donde el surfista planea. El segundo, Leocadio, trabaja en AW Energy, una compa?¨ªa finlandesa que convierte la fuerza de esas mismas olas en energ¨ªa el¨¦ctrica.
Sol no siempre hay, viento tampoco. Solo las olas del mar est¨¢n aseguradas.?En el puerto de Peniche se ha construido una plataforma de 600 toneladas, 43 metros de largo y 18 de anchura, que se llama Waveroller. Est¨¢ situada sobre el fondo marino, a 900 metros de la costa, y cuenta con unas grandes palas que se mueven con las olas y producen electricidad con su movimiento. Cuando el Waveroller est¨¦ a pleno rendimiento, producir¨¢ 11,4 gigawatts/hora, suficiente para abastecer a 16.500 habitantes, la mitad de Peniche. El proyecto, en el que tambi¨¦n participa la italiana Enel, cuenta con 10 millones de euros de ayuda europeo, un tercio del total.
El mar no es solo una fuente de energ¨ªa, tambi¨¦n alimenta. Tercer consumidor mundial de pescado, Portugal estudia la reproducci¨®n de la tradicional sardina para su repoblaci¨®n ante la pesca excesiva, pero investiga asimismo las propiedades de las algas para incorporarlas al men¨² cotidiano y de cara a un futuro con recursos pisc¨ªcolas cada vez m¨¢s escasos para alimentar a la poblaci¨®n mundial.
En ello est¨¢n los ingenieros qu¨ªmicos Paula Mata, Jo?o Noronha y la matem¨¢tica Patricia Gabriel. A mediod¨ªa hay cola en su laboratorio de Gastronom¨ªa Molecular de la Universidad Nova de Lisboa. Hoy han preparado fritos de marisco, mantequilla a la pimienta, queso de oveja, crackers de almendras y alubias de mar, una empanada de bacalao y rematan con un helado de t¨¦ verde y trufas a la naranja. El ingrediente com¨²n a todos los platos son las algas.
¡°Somos el equipo de Algas4Food¡±,?explica Mata, ¡°un programa para cambiar los h¨¢bitos gastron¨®micos. No es un proyecto para la industria, sino para fomentar el uso de algas en la cocina familiar. Trabajamos solo con algas que se encuentran en las tiendas¡±.
Cada miembro de este equipo tiene la doble faceta de cient¨ªfico y cocinero. Bruno Moreira, por ejemplo, fue propietario de un restaurante en Brasil. ¡°Una parte de nuestra investigaci¨®n se dedica a nuevas formas de conservaci¨®n porque las actuales tienden a unificar sabores y a la p¨¦rdida de la riqueza sensorial y nutritiva. Solo se reproduce la sal marina, y los sabores de las algas son mucho m¨¢s ricos¡±.
Algas4Food ha recibido medio mill¨®n de euros de fondos europeos, que incluyen sueldos, aparatos de anal¨ªtica y el mantenimiento de un tanque de agua donde crecen tres tipos de algas. En junio, la web de Algas4Food publicar¨¢ gratuitamente todas las recetas de Patricia Gabriel realizadas con una docena de algas diferentes. ¡°La agricultura ya no puede dar de comer a 7.000 millones de personas¡±, afirma Noronha. ¡° Los recursos pisc¨ªcolas tambi¨¦n se est¨¢n esquilmando y hay muchas especies en peligro de extinci¨®n. El futuro alimentario de la humanidad pasa por el aprovechamiento de las algas marinas¡±, sentencia.
Robots
La econom¨ªa del mar en Portugal tambi¨¦n anima otras investigaciones con claras aplicaciones pr¨¢cticas. El centro de rob¨®tica del Instituto Superior de Ingenier¨ªa de Oporto (Isep) se ha especializado en veh¨ªculos aut¨®nomos submarinos. Donde el hombre no llega, all¨ª va alg¨²n aparato del profesor Alfredo Martins y su equipo. Un cartel en el gran hangar del Instituto de Sistemas e Ingenier¨ªa Inform¨¢tica, Tecnolog¨ªa y Ciencia del campus de la Universidad de Oporto recuerda que estos robots han sido dos veces campeones europeos de busca y salvamento. M¨¢s de 50 ingenieros, entre profesores y becarios, trabajan gracias a 1,7 millones de ayudas europeas en el desarrollo de estas m¨¢quinas y diferentes aplicaciones. ¡°El Spilless, por ejemplo, es un proyecto para limpiar manchas de contaminaci¨®n en el mar¡±, explica Martins. ¡°Detectamos con drones las manchas, las delimitamos remotamente y barcos robots van hasta all¨ª y lanzan en el per¨ªmetro marcado bacterias locales producidas en el departamento de biolog¨ªa, que se comen el petr¨®leo¡±.
Otro de sus robots, el Turtle, se posa en el fondo del mar durante meses con el fin de detectar movimientos s¨ªsmicos o registrar el tr¨¢fico mar¨ªtimo. ¡°Se puede emplear tanto para servicios civiles como de defensa; es aut¨®nomo, no gasta combustible y se mueve de un sitio a otro ¨¦l solo. Es muy eficiente¡±.
Pero el robot estrella de Martins y su equipo es una especie de rueda de autom¨®vil con c¨¢maras, s¨®nares y sensores. ¡°Este llega donde nadie llega¡±, cuenta Matins. ¡°Se llama Unexmin y se adentra en minas inundadas y abandonadas¡±. Cient¨ªficos de siete pa¨ªses y doce socios internacionales participan en su desarrollo. ¡°Es el desaf¨ªo m¨¢s extremo porque no hay libertad de movimientos, se desconoce el espacio a su alrededor. Unexmin avanza a ciegas por t¨²neles de medio metro sin comunicaci¨®n ac¨²stica¡±.
El inter¨¦s de organismos p¨²blicos y privados es m¨¢ximo porque antiguas minas abandonadas quiz¨¢s hoy vuelvan a ser rentables, si lo confirman los datos que recoge el Unexmin. ¡°Tambi¨¦n puede captar la radioactividad, descubrir problemas medioambientales o estructurales. En Europa existen 30.000 minas abandonadas, la mayor¨ªa inundadas, con mineral relevante. Para los submarinistas son escenarios muy peligrosos y a la industria no le compensa el riesgo. Los sensores del ExMine les dan el primer diagn¨®stico¡±.
Traducci¨®n: News Clips.
Este art¨ªculo se publica en el marco de la alianza de medios LENA.