El papa Francisco refuerza la Iglesia de los pobres con la beatificaci¨®n del obispo argentino Enrique Angelelli

M¨¢s informaci¨®n

La pobreza en Argentina crece m¨¢s de 6 puntos en 2018, hasta el 32%

Argentina se asoma al abismo econ¨®mico entre dudas sobre la gesti¨®n de Macri

Ha sido una beatificaci¨®n de alto contenido pol¨ªtico. El obispo Enrique Angelelli y tres de sus colaboradores, dos de ellos sacerdotes y el otro laico, son desde este fin de semana ¡°m¨¢rtires de la Iglesia¡±, asesinados in odium fidei o en odio de la fe. Sus cr¨ªticas a la dictadura les costaron la vida en la provincia de La Rioja, donde misionaban, apenas iniciado el gobierno militar, en 1976. Hasta La Rioja viaj¨® desde el Vaticano el cardenal italiano Giovanni Angelo Becciu, para ponerse al frente de una ceremonia que reuni¨® a medio centenar de obispos y miles de personas. Pero los herederos de Angelelli celebraron lejos de aquel acto institucional, a la vera de las v¨ªas del tren en Jos¨¦ Le¨®n Su¨¢rez, un barrio popular en las afueras de Buenos Aires. All¨ª trabajan los ¡°curas villeros¡±, que vieron en la beatificaci¨®n de Angelelli el reclamo del?papa Francisco por una Iglesia m¨¢s cercana a los pobres.

Jos¨¦ Le¨®n Su¨¢rez es la tierra del padre Jos¨¦ Mar¨ªa Di Paola, un cura ¡°con los pies en el barro¡±, como le gustan al Papa. El padre Pepe, como le dicen, llega a la ceremonia con ropa informal y el alba en la mano. Dar¨¢ una misa ante la gente que le sigue, reforzado en su militancia por la figura de Angelelli y los otros tres m¨¢rtires: el franciscano Carlos de Dios Murias, el sacerdote franc¨¦s Gabriel Longueville y Wenceslao Pedernera, un laico que era catequista. ¡°Fray Murias vivi¨® ac¨¢ en Jos¨¦ Le¨®n Su¨¢rez, misionando. Lo importante para nosotros es que la Iglesia, a trav¨¦s de Francisco, nos propone un modelo de Iglesia comprometida con los dem¨¢s¡±, dice Di Paola.

Angelelli muri¨® el 4 de agosto de 1976 v¨ªctima de un accidente de carretera provocado, a unos pocos kil¨®metros de Chamical. Minutos antes hab¨ªa participado en el funeral de Murias y Longeville, torturados y fusilados por los militares tras su secuestro en una base a¨¦rea. Los grupos armados de la dictadura ya hab¨ªan acribillado en su casa y delante de su familia a Pedernera. Los cuatro hac¨ªan trabajo social en los barrios m¨¢s pobres de la provincia y quedaron en la mira despu¨¦s del golpe contra Isabel Per¨®n.

Para el premio Nobel de la Paz Adolfo P¨¦rez Esquivel, presente en Jos¨¦ Le¨®n Su¨¢rez, el reconocimiento a Angelelli est¨¢ en l¨ªnea con la santificaci¨®n del obispo salvadore?o ?scar Romero, en octubre pasado. ¡°Romero estuvo silenciado durante muchos a?os. Lo mismo pasa con los cuatro m¨¢rtires riojanos, no solo Angelelli. Yo los conoc¨ª a todos. Eran pastores que caminaban y denunciaban las injusticias, y por eso los mataron¡±, dice P¨¦rez Esquivel. Se trata, en cualquier caso, de sacar de la oscuridad a esos sectores de la Iglesia que no apoyaron el terrorismo de Estado, como s¨ª hicieron tantos otros.

El p¨²blico se re¨²ne en un tri¨¢ngulo formado por las v¨ªas del tren y el puente que permite a la avenida M¨¢rquez cruzar sobre las v¨ªas. Es una zona comercial, pero muy deprimida. Los tenderos se quejan de que todo est¨¢ ¡°jodido, jodido¡±, como nunca desde la crisis de 2001, cuando tocaron fondo. Entre los comercios hay carpas de venta de comida montadas por las parroquias para recaudar dinero. Detr¨¢s se ven los murales pintados en honor a Angelelli y m¨¢s all¨¢ el descampado de la pobreza. Di Paola celebra una misa sin protocolos sobre una tarima y pide por una Iglesia comprometida. Otro di¨¢cono toma el micr¨®fono y arenga a la gente: ¡°Tenemos cuatro m¨¢rtires argentinos. Esto es un regalo del papa Francisco para los que critican, para los que hablan pavadas¡±, dice. Se refiere a los ataques que recibe el Papa por su mala relaci¨®n con el Gobierno de Macri o su cercan¨ªa con el peronismo.

Los l¨ªmites entre religi¨®n y pol¨ªtica se difuminan. Entre familias con ni?os, vecinos de a pie y religiosos est¨¢n los movimientos sociales que trabajan en la zona, como el Movimiento de Unidad Popular (MUP). Mar¨ªa tiene 63 a?os y es la portavoz. ¡°La situaci¨®n est¨¢ peor, cada vez hay m¨¢s chicos que van a los comedores. La gente est¨¢ muy enojada y tambi¨¦n muy triste. Venimos todos los martes a repartir mate cocido y torta fritas ac¨¢, a la estaci¨®n. Antes tard¨¢bamos dos o tres horas y ahora se nos va todo en menos de una hora¡±, dice. ?ngel Bollero vende gorras en un comercio debajo del puente. Tiene 62 a?os y lleva 30 en ese mercado improvisado. ¡°Est¨¢ jodido. Se vende poco y la gente se queja. No estoy al nivel del 2001, pero se nota jodido¡±, cuenta.

La pobreza subi¨® hasta el 32% en Argentina, seg¨²n la ¨²ltima medici¨®n oficial, en un contexto econ¨®mico recesivo y de alta inflaci¨®n. Di Paola coincide en que la crisis pega con especial dureza en los barrios donde trabajan los curas villeros, pero enseguida aclara que saben soportar. ¡°La gente est¨¢ angustiada y preocupada¡±, dice el sacerdote, ¡°pero en los barrios m¨¢s humildes se aprende a compartir, a buscar de un modo ingenioso recursos¡±. En Argentina, pa¨ªs de crisis recurrentes, esa estrategia de supervivencia se llama solidaridad.