Jean-Luc M¨¦lenchon: ¡°Los tratados de la UE niegan a Francia sus necesidades¡±
El l¨ªder de la Francia Insumisa explica por qu¨¦ evita definirse de izquierdas, celebra la insurrecci¨®n de los 'chalecos amarillos' y rechaza la Europa alemana
Jean Luc-M¨¦lenchon, que fue trotskista, despu¨¦s socialista y sigue teniendo a Marx como autor de cabecera, lo dice con pesar: ¡°La palabra izquierda, ya de por s¨ª, suscita confusi¨®n. De modo que hay que dejarla en barbecho¡±. Y precisa: ¡°Hablo de la palabra, no de la idea. Soy un hombre de izquierdas. He pasado mi vida en la izquierda. No voy a cambiar ahora. Pero la palabra ya no la entiende nadie¡±.
M¨¦lenchon (T¨¢nger, 1951) lidera La Francia Insumisa (LFI), el partido de la izquierda populista francesa, o radical, o extrema, o alternativa: las etiquetas son m¨²ltiples y necesariamente imperfectas. Sabe que, cuando va a pelear con la extrema derecha en los barrios de clase trabajadora por los votos de los viejos votantes comunista o socialistas, es poco recomendable declararse de izquierdas.
¡°Lo evito, porque s¨¦ que crea m¨¢s confusi¨®n que claridad¡±, explica en una entrevista con EL PA?S y los diarios del grupo LENA en su despacho en la Asamblea Nacional. ¡°Aqu¨ª estamos entre gente de buena compa?¨ªa y bien informada¡±, dice a los periodistas. ¡°Pero no es en absoluto lo mismo cuando usted va a llamar a las puertas de un ambiente popular y le dicen: ¡®Usted, ?qu¨¦ es? ?Ah, la izquierda! No, aqu¨ª ya no votamos a la izquierda¡±.
En las ¨²ltimas elecciones presidenciales, en 2017, M¨¦lenchon super¨® el 19% de votos. El resultado le situ¨® como el primer partido de la izquierda, con una amplia ventaja sobre el agonizante Partido Socialista. Todo ha cambiado. LFI no alcanzar¨¢ el 10% en las europeas del 26 de mayo, seg¨²n algunos sondeos. Y ve c¨®mo el Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen, heredero del viejo partido ultra Frente Nacional, se afianza como principal fuerza populista ante el presidente centrista Emmanuel Macron. Quiz¨¢ gane las elecciones. Si la revuelta de los chalecos amarillos ¡ªla Francia de las clases medias empobrecidas que no llegan a fin de mes¡ª beneficia a alguien, no es a M¨¦lenchon sino a Le Pen.
Macron y Le Pen comparten diagn¨®stico: la izquierda y la derecha est¨¢n superadas. M¨¦lenchon da la impresi¨®n de compartirlo en parte. ¡°Si miramos el fondo filos¨®fico, en Francia nos hallamos en el mismo punto: la soberan¨ªa del pueblo, ?tiene un l¨ªmite?¡±, se pregunta. ¡°Este es el gran debate desde 1789, que comenz¨® el d¨ªa que el rey pidi¨® que se sentasen a la derecha los que le reconoc¨ªan el derecho de veto, lo que significaba que hab¨ªa algo por encima de la soberan¨ªa del pueblo, y a la izquierda los que no se lo reconoc¨ªan. Seguimos en lo mismo: en este pa¨ªs continuamos discutiendo sobre si por encima de la soberan¨ªa del pueblo est¨¢ la ley del mercado, o lo que sea, o si no hay nada¡±. Aqu¨ª llega el matiz: ¡°Pero pol¨ªticamente, en la manera en que se encarnan estas ideas, sin duda esta divisi¨®n [entre izquierda y derecha] est¨¢ superada".
?Y qu¨¦ sustituye a la divisi¨®n izquierda-derecha? ¡°El pueblo y la oligarqu¨ªa¡±, zanja el veterano diputado y exministro. En la entrevista combina la invectiva del tribuno revolucionario con la pedagog¨ªa de maestro de escuela decimon¨®nico, los silencios acusadores tras las preguntas que le desagradan con una gesticulaci¨®n que ¨¦l atribuye a su car¨¢cter mediterr¨¢neo pero que tambi¨¦n recuerda a la del c¨®mico Louis de Fun¨¨s.
Sobre los chalecos amarillos ¡ªmovimiento que ya lleva 25 s¨¢bados manifest¨¢ndose, a veces con violencia¡ª M¨¦lenchon admite: ¡°Como todo el mundo, cada s¨¢bado me pregunto si ocurrir¨¢ algo y la cosa se prolonga, nadie es capaz de prever qu¨¦ pasar¨¢. Pienso, como hip¨®tesis, que son una etapa dentro de un proceso m¨¢s amplio¡±. El l¨ªder insumiso constata una ¡°situaci¨®n insurreccional¡± en Francia. ¡°S¨ª, la apoyo¡±, a?ade, aunque precisa que no es ¡°partidario de las estrategias de lucha violenta¡±, porque ¡°a¨ªsla a quienes la usan y el poder lo sabe¡±.
Una propuesta de LFI en las europeas es la ¡°salida de los tratados de la UE¡±. Sobre el papel, suena a eufemismo por el llamado Frexit, la salida de Francia de la UE, tan impopular que Le Pen lo ha aparcado. ?No es el Brexit la salida de Reino Unido de los tratados de la UE? Al responder, M¨¦lenchon se lanza a una disquisici¨®n sobre la diferencia entre la UE y Europa ¡ª¡°Europa no es solo la UE. Tambi¨¦n est¨¢ Rusia, y los franceses, desde el general De Gaulle, consideramos que Europa va del Atl¨¢ntico a los Urales¡±¡ª y el desequilibrio que causa lo que ¨¦l llama ¡°el?imperium alem¨¢n¡±. ¡°Alemania es una cuesti¨®n tab¨² en Francia. Si se habla de ella de manera cr¨ªtica, inmediatamente se tilda a uno de german¨®fobo y de querer provocar la guerra¡±, dice el l¨ªder de LFI, que acusa a Macron de hacer la pol¨ªtica de la CDU, el partido democristiano de la canciller Angela Merkel. Su teor¨ªa es que Francia es suficientemente fuerte para forzar un cambio de tratados sin necesidad de salir. ¡°Somos la segunda potencia econ¨®mica de la Uni¨®n. ?Qui¨¦n puede ignorar nuestras necesidades? Los tratados las niegan¡±, dice. Para explicar la ambigua propuesta de ¡°salida de los tratados¡±, M¨¦lenchon justifica: ¡°Estoy obligado a plantear una f¨®rmula clara. En 2005, los franceses votamos no al tratado constitucional. La gente dijo no y nuestro Parlamento dijo ¡®de acuerdo, significa s¨ª¡¯. Yo quiero que la decisi¨®n de los franceses se respete¡±.
El euroescepticismo y el soberanismo, adem¨¢s del anticapitalismo, le alejan de otras familias de la izquierda, como la socialdem¨®crata. Su posici¨®n actual incluso le diferencia de sus amigos espa?oles de Podemos. Mientras M¨¦lenchon celebra la ¡°insurrecci¨®n¡± de los chalecos amarillos o promueve la citada salida de los tratados de la UE, su partido amigo en Espa?a, Podemos, quiere negociar un acuerdo de Gobierno con el socialdem¨®crata y europe¨ªsta Pedro S¨¢nchez. ¡°Entiendo las decisiones de Podemos. Pero nosotros no estamos en la misma situaci¨®n¡±, responde.
Que M¨¦lenchon tampoco pertenece a una izquierda m¨¢s idealista queda claro cuando defiende la existencia de fronteras: ¡°No hay ejemplo en el mundo de pa¨ªs que haya suprimido una frontera. Esta idea solo existe en alg¨²n sal¨®n izquierdista o democristiano-liberal¡±. Sobre la crisis en Venezuela, este pol¨ªtico que considera a Ch¨¢vez una ¡°fuente de inspiraci¨®n¡±, dice: ¡°No abandono a Maduro¡±. Y subraya: ¡°Combato el golpe de Juan Guaid¨®, que es un dirigente ileg¨ªtimo¡±.
Su rival en Francia es Macron, pero su competidora directa es Le Pen, con quien coincide en el electorado al que cortejan y en la ret¨®rica sobre el pueblo y la oligarqu¨ªa. ¡°Nunca podremos ponernos de acuerdo con ellos por una raz¨®n fundamental: nosotros somos universalistas y ellos etnicistas¡±, dice. ¡°Lo que hacemos juntos es disputarnos el liderazgo pol¨ªtico en los ambientes populares¡±. Por ahora, Le Pen le gana la partida con claridad.
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