Ourense, el epicentro de la Espa?a envejecida

Lobeira (807 habitantes) cerr¨® su colegio hace a?os por falta de ni?os. Pero la estructura, lejos de ser desperdiciada, fue reconvertida en algo m¨¢s acorde al actual perfil poblacional de este municipio ourensano, el m¨¢s envejecido de la provincia. ¡°Ahora es un geri¨¢trico. Es una tristeza, ?verdad?¡±, dice con resignaci¨®n Obdulia Pereira, una vecina que con sus 59 a?os puede vanagloriarse de ser una de las m¨¢s j¨®venes del pueblo. ¡°Aqu¨ª la mayor¨ªa de la gente tiene m¨¢s de 80 a?os. Futuro no hay, est¨¢ clar¨ªsimo¡±, zanja la due?a de la ¨²nica tienda de ultramarinos de la localidad, empotrada en una zona que cada a?o pierde m¨¢s vecinos y que hoy en d¨ªa se ha convertido en el epicentro del reto demogr¨¢fico de Espa?a y en el espejo donde la UE, m¨¢s temprano que tarde, tendr¨¢ que mirarse para ver su futuro.?

¡°Ourense tiene hoy los perfiles demogr¨¢ficos de la UE en 2050¡±, asegura Alberto Vaquero, docente de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Vigo, quien explica que el verdadero problema es la falta de relevo generacional de aquellos que se van jubilando. ¡°La desaparici¨®n de aldeas ya es una realidad en la provincia. Sin buenos empleos la poblaci¨®n emigra y los pueblos y ciudades se van muriendo¡±. Una situaci¨®n que tambi¨¦n afecta otras zonas de Europa.

¡°Envejecimiento y despoblaci¨®n suelen coincidir, pero a diferencia de los pa¨ªses n¨®rdicos, nuestra despoblaci¨®n no exist¨ªa, sino se est¨¢ produciendo, y por eso hablamos de Espa?a vaciada¡±, aclara la eurodiputada Eider Gardiaz¨¢bal (PSE-PSOE), integrante de la Comisi¨®n de Presupuestos del Parlamento Europeo, que ha financiado este reportaje con motivo de los comicios europeos del 26 de mayo. En marzo, la Euroc¨¢mara acord¨® que para la pr¨®xima legislatura un m¨ªnimo del 5% de los fondos regionales y de cohesi¨®n est¨¦n destinados a la lucha contra la despoblaci¨®n, medida que todav¨ªa debe pasar por el Consejo.?Iratxe Garc¨ªa, eurodiputada socialista y?ponente de un informe sobre pol¨ªticas para afrontar el cambio demogr¨¢fico, a?ade que provincias y comarcas con baja densidad de poblaci¨®n o que hayan registrado una fuerte p¨¦rdida de residentes ganar¨¢n protagonismo en el nuevo marco. ¡°Eso da una imagen m¨¢s certera y evita la distorsi¨®n¡±, explica.

Ourense (309.293 habitantes) es una de las provincias espa?olas que m¨¢s poblaci¨®n ha perdido en la ¨²ltima d¨¦cada,?fruto de la migraci¨®n y la falta de oportunidades. Las perspectivas para el futuro tampoco son halag¨¹e?as: no solo?tiene el ¨ªndice de envejecimiento m¨¢s elevado del pa¨ªs, tambi¨¦n es una de las provincias m¨¢s ancianas de la UE; su saldo vegetativo es negativo y por cada 10 personas activas hay siete jubilados. El presidente de la diputaci¨®n, Jos¨¦ Manuel Baltar (PP), ve sin embargo en este desaf¨ªo una oportunidad que tiene que aprovecharse.

¡°La situaci¨®n demogr¨¢fica es un reto no solo de Ourense, sino de Galicia, Espa?a y del 80% de los territorios de Europa, y a la vez es una oportunidad¡±, dice el tambi¨¦n presidente de Partenalia, asociaci¨®n de autoridades locales intermedias de pa¨ªses europeos. Conf¨ªa en que la llegada de la l¨ªnea de alta velocidad a la ciudad, el impulso del termalismo?¡ªque ya lleva d¨¦cadas promocion¨¢ndose¡ª, adem¨¢s de las ayudas a la natalidad y al envejecimiento activo logren revitalizar una provincia que presume de haberse convertido en?un laboratorio donde ensayar pol¨ªticas sociales para la Europa del futuro, y que en oto?o pondr¨¢ en marcha un observatorio internacional del medio rural.?¡°El protagonismo que tendremos?en la gesti¨®n de fondos en el nuevo marco financiero comunitario es una de las noticias m¨¢s importantes que se han producido hablando de provincias en los ¨²ltimos 40 a?os¡±, asegura.

Pero el optimismo no es tan contagioso entre los vecinos de las zonas rurales, las m¨¢s despobladas y afectadas por el declive demogr¨¢fico, donde no es tan dif¨ªcil encontrar aldeas a la venta o con tan solo un vecino. ¡°Deber¨ªamos potenciar la ganader¨ªa, el turismo¡±, sugiere Aquilino Valencia, alcalde de Calvos de Rand¨ªn, municipio pegado a la frontera con Portugal y donde m¨¢s de la mitad de los empadronados es mayor de 64 a?os. ¡°Los j¨®venes se van, y el retorno de aquellos que emigraron no mejor¨® la situaci¨®n¡±, a?ade Valencia, uno de los pocos regidores socialistas de la zona, feudo del Partido Popular.

Fernando Gonz¨¢lez, pr¨®ximo a cumplir 90 a?os, resume la situaci¨®n con sarcasmo. ¡°Los ancianos se fueron, y la gente joven tambi¨¦n¡­ ?pero a diferentes sitios!¡±, dice con sorna sentado en unas escaleras de piedra en A Teixeira, el municipio con menos poblaci¨®n de la provincia. Jos¨¦ Enrique Fern¨¢ndez, residente en una de las parroquias que conforman este concello, se?ala la gran cantidad de vivienda abandonada que podr¨ªa acoger a nuevos vecinos. ¡°Queremos que venga gente para que el pueblo mejore, pero trabajo no hay¡±, reflexiona. ?l vive de su peque?a explotaci¨®n ganadera, una de las principales actividades de la zona junto a la viticultura. ¡°Cada a?o somos menos¡±, asegura Manuel Dom¨ªnguez, vecino de 77 a?os y concejal, que no volver¨¢ a presentarse en las listas municipales debido a su avanzada edad. ¡°?Si volv¨¦is en cinco a?os ya nadie estar¨¢ vivo!¡±, remata en gallego otro paisano.

¡°A Teixeira, como casi toda la provincia, empez¨® a perder poblaci¨®n en los cincuenta, aunque se mantuvo bastante estable hasta hace unos 10 o 12 a?os, cuando inici¨® un declive mucho m¨¢s potente¡±, explica el alcalde del pueblo, Miguel Cid (PP). Al noreste de la capital y pr¨®ximo a la colorida Ribeira Sacra, este municipio perdi¨® la mitad de sus habitantes en 20 a?os: en 2018 ten¨ªa unos 300 vecinos empadronados en diferentes (y lejanas) parroquias, muchos de ellos de edad avanzada, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). M¨¦dico jubilado de 68 a?os, Cid cuenta que en muchas aldeas ya no hay servicio alguno y menos a¨²n trabajo, pese a que la provincia de Ourense re¨²na cuatro de las cinco denominaciones de origen de vinos de la comunidad. Jorge Feij¨®o y Marisol Borrajo son de los pocos que decidieron cambiar de vida y dedicarse a la vi?a. ¡°Somos solo nosotros dos y a veces nos cuesta¡±, aseguran en la penumbra de su bodega.?

Tierra de jubilados

En San Xo¨¢n de R¨ªo nadie pasea por la calle y hay m¨¢s de un edificio a medio construir. ¡°La gente dice que hubo una epidemia¡±, bromea el alcalde socialista Luis Castro (58 a?os), que a las pr¨®ximas elecciones se presentar¨¢ por el PP: ¡°Cuando yo era peque?o ¨¦ramos 3.000 vecinos, ahora viven aqu¨ª todo el a?o solo unas 200 personas y todas son mayores¡±. Hoy en d¨ªa, en este concello?donde la mayor¨ªa de la poblaci¨®n est¨¢ jubilada, solo unos 10 matrimonios est¨¢n trabajando, asegura Castro, que con su panader¨ªa dice ser el ¨²nico empleador del municipio. ¡°En cinco o seis a?os ya no va a pagar nadie la seguridad social, solo a cobrar. Pero no veo la manera de decirle a alguien que se venga a vivir aqu¨ª¡±.?

¡°Otros pa¨ªses, como Alemania o Austria, tienen una mayor proporci¨®n de personas mayores que Espa?a y esto no tiene que ser un problema si hay posibilidades de reemplazo¡±, dice Vaquero, de la Universidad de Vigo. Pero en Espa?a el panorama es distinto, y m¨¢s a¨²n en Galicia, donde hay 2,7 millones de personas y 1,2 millones de activos por casi 900.000 perceptores de alg¨²n tipo de prestaci¨®n (800.000 de ellos, pensionistas). ¡°Uno de los retos de los pr¨®ximos a?os en el pa¨ªs y especialmente en provincias como la de Ourense es la jubilaci¨®n del baby-boom, cuyas primeras cohortes se van a retirar en 10 a?os con una pensi¨®n muy elevada, pero los ingresos no van a soportar esta necesidad de fondos¡±, explica el docente.

Mario Franco, secretario general de UGT en Ourense, confirma los malos pron¨®sticos. ¡°Tenemos m¨¢s jubilados que trabajadores y en menos de nada nos vamos a quedar sin poblaci¨®n. Una imagen t¨ªpica son las escuelas que se transforman en tanatorios¡±, asegura antes de empezar a enumerar los datos sobre el desempe?o del mercado laboral en la provincia: 129.000 activos frente a 140.800 inactivos, 90.000 de ellos jubilados; una tasa de actividad del 48%, frente al 58% de Espa?a, y una ocupaci¨®n del 41% respecto al 50% del conjunto del pa¨ªs, a paridad de tasa de desempleo. ¡°Lo que recaudamos no da ni para pagar las pensiones. La mayor¨ªa de la gente est¨¢ empleada en los servicios, que tienen una alta tasa de temporalidad, y en el interior, donde la principal actividad es la agricultura, no hay ning¨²n plan rural de futuro¡±, lamenta.

En A Veiga, el municipio m¨¢s extenso de la provincia y entre los que menor densidad de poblaci¨®n tienen ¡ª3,1 habitantes por kil¨®metro cuadrado, por debajo de la l¨ªnea roja de 8 marcada por la UE¡ª, el alcalde Juan Anta (PP) ha impulsado varias iniciativas para fijar poblaci¨®n y atraer a nuevos vecinos: ayudas a la vivienda, un proyecto de apicultura y la construcci¨®n de un observatorio astron¨®mico para disfrutar de uno de los cielos con menos contaminaci¨®n lum¨ªnica de Espa?a, entre otras cosas. Las medidas, asegura, han frenado la sangr¨ªa demogr¨¢fica, pero no la han parado. ¡°Los fondos, cuanto m¨¢s cerca de la administraci¨®n m¨¢s pr¨®xima a la gente que vive en el territorio, mejor¡±, reflexiona el regidor, partidario de adoptar incentivos fiscales para atraer poblaci¨®n al medio rural.?

¡°Estos est¨¢n en Barcelona, estos viven en Zaragoza y estos en Girona¡±, enumera Herculiano Escuredo mientras recorre una callejuela ladeada de casa de piedras y maleza. Este?vecino jubilado de la aldea de Ba?os (A Veiga) tambi¨¦n emigr¨® a?os atr¨¢s en busca de mejores oportunidades, pero volvi¨® para cuidar de sus suegros.?¡°Me fui porque se marchaba todo dios a buscar una vida mejor¡±. Ahora, sin embargo, no tiene ninguna intenci¨®n de irse. ¡°Tu tierra es sagrada, yo no la abandono por nada ni pienso abandonarla, hasta que marchemos para otro lado¡±.