Salvini convierte las europeas en un plebiscito para imponerse a Cinco Estrellas

La esperanza de vida de un primer ministro en Italia suele rondar el a?o (65 Gobiernos en 73 a?os). La estabilidad nunca fue una de las virtudes del Parlamento italiano, pero tampoco supuso un problema para gobernar. Desde hace un a?o, sin embargo, el pa¨ªs vive instalado en un clima de campa?a electoral permanente. El Ejecutivo est¨¢ completamente bloqueado ¡ªlo reconocen sus miembros¡ª y los dos partidos que lo forman, Movimiento 5 Estrellas (M5S) y Liga, aprovechan cada elecci¨®n local y regional, tambi¨¦n cada debate p¨²blico, para intentar subir alguna d¨¦cima en los sondeos atizando a su socio. El autoproclamado ¡°Gobierno del cambio¡±, un experimento sin precedentes en Europa, no puede durar. Lo sugiere la estad¨ªstica, pero tambi¨¦n el nivel de conflicto alcanzado, temen en el propio Ejecutivo. En el punto de ebullici¨®n m¨¢ximo, ambos partidos tratan ahora de reunir el mayor consenso posible para cuando todo salte por los aires.

Matteo Salvini fue el primero en proclamar que las elecciones europeas ¡ªtambi¨¦n se vota en 3.800 municipios italianos¡ª ser¨ªan un plebiscito, un term¨®metro para medir el poder real de la Liga en este momento. Descartados para la pelea el Partido Democr¨¢tico (PD) del reci¨¦n estrenado Nicola Zingaretti y Forza Italia, con Silvio Berlusconi de nuevo a la cabeza, el nivel de apoyo que reciba el domingo el l¨ªder de la Liga y vice primer ministro determinar¨¢ definitivamente la longevidad del Gobierno. La tensi¨®n, m¨¢s all¨¢ del componente dram¨¢tico necesario para adquirir relieve propio ante electorados completamente distintos, es insoportable. Salvini, poco dado a la carrera de fondo, sabe que este podr¨ªa ser su momento, pero sin un dato m¨¢s claro no se atreve a dar el paso (en las ¨²ltimas semanas ha perdido algunos puntos). La tradici¨®n pol¨ªtica italiana le recuerda, adem¨¢s, que quien rompe un Ejecutivo, lo paga en las urnas.

El lunes 27, de eso no hay duda, los dos vice primeros ministros de Italia tendr¨¢n que mirarse de otro modo. El M5S, con Luigi Di Maio, lleg¨® a la mesa de negociaci¨®n hace un a?o con un 33% de votos, mientras la Liga ten¨ªa 17,4% (las encuestas le hab¨ªan dado la mitad). Hoy las tornas, seg¨²n todos los sondeos, han cambiado y Salvini tendr¨ªa el doble de apoyo que hace solo 12 meses. Y eso, reclama, debe pagarse. ¡°Las elecciones servir¨¢n para volver a hacer las cuentas. Tendr¨¢n un impacto real sobre el Gobierno, por supuesto. No est¨¢ claro que sea una crisis con elecciones anticipadas. Puede ser simplemente vuelvan a mezclarse las cartas dentro del Gobierno y se otorgue un peso mayor a Salvini¡±, afirma el polit¨®logo Roberto D¡¯Alimonte.

En Italia est¨¢n en liza 76 eurodiputados del total de 751. Los ¨²ltimos sondeos antes del apag¨®n al que obliga la ley situaban a la Liga en el 31,2%, al M5S en el 22,6% y al PD en un 20,9%. Si los datos se confirmasen, Salvini, explican fuentes del Gobierno, tiene dos v¨ªas. Primero reclamar¨¢ m¨¢s poder dentro del Ejecutivo. Es decir, solicitar¨¢ para la Liga el control de carteras clave actualmente en manos del M5S, como el Ministerio de Transportes, departamento esencial para el control de los puertos. ¡°Pero, sobre todo, utilizar¨¢ su nuevo poder para implantar la bajada de impuestos radical que prometi¨® a su electorado y aumentar la autonom¨ªa de las regiones, como demandan los viejos votantes de la Liga Norte¡±, apunta D¡¯Alimonte.

P¨¦rdida de influencia

La resaca electoral en Italia ser¨¢ dura. M¨¢s all¨¢ del resultado, el reparto de cargos en la Comisi¨®n Europea, se teme ya, puede ser desastroso para los intereses nacionales. El pa¨ªs perder¨¢ al presidente del Banco Central, Mario Draghi, que termina mandato; a la Alta Representante de Pol¨ªtica Exterior de la UE, Federica Mogherini, y al presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. A cambio, no se espera recibir cromos del mismo nivel. Menos todav¨ªa, la posibilidad de un comisario europeo, como fantaseaban algunos en el Gobierno. El polit¨®logo Piero Ignazi no tiene duda de que Italia estar¨¢ cada vez m¨¢s marginada. ¡°Ni siquiera cuando el PD de Renzi tuvo su ¨²ltimo gran ¨¦xito hace a?os pudo jugar un papel importante. Perder¨¢ influencia, no cabe duda¡±, se?ala.

La partida italiana, adem¨¢s, se juega pensando en el escenario de oto?o, cuando el Ejecutivo deber¨¢ volver a negociar unos presupuestos con Bruselas. El Gobierno del primer ministro, Giuseppe Conte, bas¨® su ¨²ltimo desaf¨ªo a prop¨®sito de la superaci¨®n del d¨¦ficit en que los equilibrios de fuerzas cambiar¨ªan. Pero no hab¨ªa un plan concreto en Europa. El Movimiento 5 Estrellas ni siquiera ha conseguido formar grupo propio, tal y como anunci¨® su l¨ªder, el vice primer ministro Di Maio. Y Europa de las Naciones y la Libertad (ENF), la formaci¨®n que lidera Salvini y en el que est¨¢n integrados el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen o el Pueblo de la Libertad, del holand¨¦s Geert Wilders, puede quedar apartado del papel decisivo que se ha atribuido durante la campa?a.

Salvini ha entendido que el soberanismo estar¨¢ tambi¨¦n representado por otras fuerzas que no han querido unirse a ellos, como su amigo y primer ministro de Hungr¨ªa, Viktor Orb¨¢n, el brit¨¢nico Nigel Farage, o los espa?oles de Vox. Su coronaci¨®n en Mil¨¢n el pasado domingo representa ahora un doble o nada. Si alcanza un buen resultado, crecer¨¢ tambi¨¦n su aura como l¨ªder internacional. Muchos en Italia ir¨¢n a votar el domingo, ¨¦l mismo lo ha querido as¨ª, con dos papeletas en la mesa: ¡°Salvini, no¡± o ¡°Salvini, s¨ª¡±.