EE UU imputa a Assange por la difusi¨®n de material secreto y abre un debate sobre la libertad de prensa
La justicia estadounidense presenta 17 nuevos cargos contra el fundador de Wikileaks por la gran filtraci¨®n de 2010. Hasta ahora le persegu¨ªa por la conspiraci¨®n en el pirateo de los ordenadores del Pent¨¢gono
El caso Wikileaks se ha convertido en un examen a la libertad de prensa, consagrada en la Constituci¨®n estadounidense. El Departamento de Justicia de EE UU ha desvelado 17 nuevos cargos contra Julian Assange, fundador de dicha plataforma, por vulnerar la Ley de Espionaje tras la masiva difusi¨®n de documentos militares y diplom¨¢ticos confidenciales en 2010, en lo que fue la mayor filtraci¨®n de la historia de Estados Unidos. Assange, detenido en Londres desde abril cuando Ecuador le retir¨® la protecci¨®n en su Embajada, estaba acusado hasta ahora por conspiraci¨®n para el pirateo de un ordenador del Pent¨¢gono en 2010. Desde hoy, el proceso gira en torno al alcance de la Primera Enmienda de la Constituci¨®n, si esta cubre un caso como el de Assange y su portal.
La historia se remonta a la filtraci¨®n de hace nueve a?os. La analista de inteligencia Chelsea Manning -entonces Bradley Manning- pas¨® a Wikileaks un quintal de cables y documentos clasificados que hab¨ªa estado robando y que luego publicaron medios como The New York Times, EL PA?S o The Guardian. Desde 2012, Assange viv¨ªa refugiado en la embajada de Ecuador en Londres para evitar responder ante la justicia de Suecia por las acusaciones de violaci¨®n presentadas por dos mujeres y tambi¨¦n para esquivar una posible petici¨®n de extradici¨®n a Estados Unidos. El mes pasado, el pa¨ªs sudamericano ces¨® el apoyo al australiano y Scotland Yard lo arrest¨® en respuesta, precisamente, a una petici¨®n de extradici¨®n de la justicia estadounidense, que en marzo de 2018 le hab¨ªa imputado por el presunto delito de seguridad inform¨¢tica.?
Ahora, sin embargo, la justicia estadounidense no solo quiere que Assange rinda cuentas por conspirar en el pirateo de la informaci¨®n, sino tambi¨¦n en la difusi¨®n, por presunta vulneraci¨®n la Ley de Espionaje de 1917. Frente a ella, la protecci¨®n a los periodistas por la Primera Enmienda de la Constituci¨®n qued¨® reafirmada con el caso de los famosos Papeles del Pent¨¢gono de 1971, que hab¨ªa publicado The New York Times. La justicia estableci¨® que se deb¨ªa condenar la filtraci¨®n de material clasificado, pero no su publicaci¨®n, al demostrarse que eran ser de inter¨¦s p¨²blico.
?Hay que considerar a Assange periodista?
As¨ª que el futuro de Assange tendr¨¢ mucho que ver con si, pese a no ser periodista, se le otorga la consideraci¨®n (y protecci¨®n) de tal y a Wikileaks un medio de comunicaci¨®n en lo que concierne a este caso. Porque esa es la distinci¨®n que explica que Manning s¨ª cumpliese pena de prisi¨®n por las filtraciones (adem¨¢s del robo). ¡°El Departamento [de justicia] se toma muy en serio el papel de los periodistas en nuestra democracia y los agradecemos¡±, dijo este jueves a un grupo de reporteros John Demers, vicefiscal general para la divisi¨®n de Seguridad Nacional, ¡°pero Julian Assange ¨Cpuntualiz¨®- no es un periodista¡±.
El nuevo documento de acusaci¨®n, presentado por un gran jurado, alega que a finales de 2009 Assange y Wikileaks solicitaron activamente informaci¨®n clasificada estadounidense¡± y Manning ¡°respondi¨® a sus solicitudes usando el acceso que se le hab¨ªa garantizado como analista de inteligencia¡±, entregando unos 90.000 informes relacionados con la Guerra de Afganist¨¢n, 800 evaluaciones de detenidos en Guant¨¢namo o 250.000 cables del Departamento de Estado. Aquel material inclu¨ªa desde abusos de soldados estadounidenses en las guerras de Afganist¨¢n e Irak a lo que los diplom¨¢ticos investigaban de los l¨ªderes internacionales: la salud mental de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner o la vida de Gadafi y su particular guardia femenina.
Manning, que ya en libertad estaba tratando de reorientar su vida hacia la pol¨ªtica y el activismo, fue encarcelada el pasado 16 de mayo por negarse a declarar ante un jurado que estaba investigando a Wikileaks.
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