Evo Morales busca su cuarta reelecci¨®n con las encuestas en contra

El presidente de Bolivia, Evo Morales, inicia la campa?a electoral m¨¢s dif¨ªcil de su carrera en busca de la cuarta reelecci¨®n como presidente boliviano en las elecciones programadas para octubre. Por primera vez las encuestas no pronostican su victoria en una potencial segunda vuelta, as¨ª que Morales depende de su capacidad para imponerse en la primera ronda, para lo que requiere al menos el 40% de los votos y una ventaja igual a superior a 10 puntos sobre el segundo candidato m¨¢s votado, un escenario probable pero no seguro a tenor de los ¨²ltimos sondeos.

Este lunes comienza oficialmente la campa?a electoral boliviana, que tendr¨¢ las mismas caracter¨ªsticas de los anteriores comicios en la "era Morales" y que han sido criticadas principalmente por dos razones: la proximidad del Tribunal Electoral con el Gobierno y el uso por parte de este de los recursos estatales para propaganda. Morales comenz¨® su gira con una gigantesca concentraci¨®n en Chimor¨¦, la regi¨®n en la que fue dirigente campesino durante d¨¦cadas. All¨ª, el uso de un aeropuerto p¨²blico desat¨® las cr¨ªticas y reclamaciones de la oposici¨®n, pero no sanci¨®n alguna de las autoridades electorales.

En esta ocasi¨®n, la novedad es la debilidad relativa del presidente en las encuestas, en las que rein¨® sin disputa en el pasado. El ¨²ltimo sondeo, publicado por el peri¨®dico La Raz¨®n, arroja un 16% de indecisi¨®n con una intenci¨®n de voto del 38% para Morales, frente al 27% del expresidente Carlos Mesa, el favorito de las grandes ciudades. Morales, en cambio, logra la mitad de adhesiones en ciudades peque?as y en las zonas m¨¢s rurales, donde se concentran las mayores bolsas de pobres del pa¨ªs.

Otros estudios indican que, a menores ingresos y mayor edad de los votantes, m¨¢s se inclinan por el partido del presidente, el Movimiento al Socialismo (MAS). A la inversa, mientras m¨¢s acomodados y j¨®venes son los electores, m¨¢s se decantan por la oposici¨®n.

El desencanto de una parte de los bolivianos con el Gobierno ¨Cpese al buen comportamiento de la econom¨ªa, que en 2018 creci¨® en 4,2%¨C se debe al cansancio natural que produce una gesti¨®n que est¨¢ cerca de cumplir 14 a?os. En octubre, m¨¢s de la mitad de los que participen no habr¨¢ votado en ninguna elecci¨®n en la que Morales no haya estado en liza. La desafecci¨®n tambi¨¦n tiene que ver con una percepci¨®n extendida de corrupci¨®n, el deseo de las clases medias tradicionales de retomar el sitial predominante del que fueron separadas desde 2006 y a la maniobra que realiz¨® el presidente para poder habilitarse este a?o, pese a que la Constituci¨®n lo prohib¨ªa.

En diciembre de 2017, el Tribunal Constitucional suspendi¨® esta prohibici¨®n, argumentando que postular a la presidencia era un "derecho humano" de Morales y no pod¨ªa ser coartado. El MAS encontr¨® as¨ª la forma de poner a su ¨²nico l¨ªder y candidato en carrera, pese a que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n hab¨ªa rechazado, en un referendo realizado en 2016, el cambio constitucional sobre este asunto.

La falta de escucha de los resultados de esta consulta ¨Cque el oficialismo considera "mentirosa", por una supuesta campa?a negativa, o "guerra sucia" en su contra¨C ha llevado a la oposici¨®n a considerar "ileg¨ªtima" tanto la candidatura de Morales como un posible nuevo Gobierno del actual presidente. La oposici¨®n, adem¨¢s, concurre dividida en ocho frentes. Adem¨¢s de Mesa, el otro candidato opositor que destaca, con un 8% de la intenci¨®n de voto, es ?scar Ortiz, representante de la ¨¦lite pol¨ªtica de Santa Cruz, la regi¨®n m¨¢s pr¨®spera del pa¨ªs.

La divisi¨®n entre Mesa y Ortiz hace m¨¢s dif¨ªcil que el primero logre el objetivo que los analistas independientes le han puesto a su campa?a: ocupar el segundo lugar con una diferencia de menos de 10 puntos respecto a Morales. Es la ¨²nica opci¨®n opositora para forzar la segunda vuelta, en la que, seg¨²n todas las encuestas, Mesa batir¨ªa al presidente.