Mueller afirma que no pod¨ªa acusar a Trump por limitaciones jur¨ªdicas y aviva las llamadas al ¡®impeachment¡¯
El fiscal de la trama rusa evita exonerar al presidente de obstrucci¨®n a la justicia: "Si tuvi¨¦semos confianza en que no cometi¨® delito, lo habr¨ªamos dicho"
El fiscal especial de la trama rusa, Robert S. Mueller, ha evitado este mi¨¦rcoles exonerar a Donald Trump del delito de obstrucci¨®n a la justicia y ha recalcado que acusar al republicano "no era una opci¨®n" que se pudiera plantear debido a la doctrina jur¨ªdica estadounidense, seg¨²n la cual no se puede imputar a un presidente en el cargo. En su primera declaraci¨®n p¨²blica, tras casi dos a?os de investigaci¨®n de este explosivo caso, Mueller se?al¨® que la v¨ªa para procesar a un presidente en activo pasa por el Congreso y calent¨® el debate dem¨®crata sobre si hay base para proceder a la destituci¨®n de Trump.
La llamada trama rusa aborda la injerencia electoral de Mosc¨² en las elecciones presidenciales de 2016, as¨ª como la posible conchabanza entre el entorno del entonces candidato y el Kremlin en una estratagema que ten¨ªa como objetivo favorecer la victoria del republicano frente a la candidata dem¨®crata Hillary Clinton. Mueller, un reputado jurista de 74 a?os, asumi¨® el caso en mayo de 2017 por decisi¨®n del entonces fiscal general adjunto, Rod Rosenstein, como una forma de blindar la independencia de la investigaci¨®n despu¨¦s de que Trump despidiera al jefe del FBI James Comey. El cese de Comey hab¨ªa abonado las sospechas contra el presidente por un posible delito de obstrucci¨®n a la justicia, asunto que tambi¨¦n fue investigado por Mueller y su equipo.
Despu¨¦s de m¨¢s de 20 meses de pesquisas, el informe final de Mueller, hecho p¨²blico el pasado abril, confirm¨® una operaci¨®n de interferencia electoral a gran escala por parte de Rusia, como ha resaltado el fiscal al principio y al final de su intervenci¨®n de este mi¨¦rcoles. La investigaci¨®n no hall¨® pruebas suficientes de que ning¨²n ciudadano estadounidense o colaborador de la campa?a del republicano? conspirara con Mosc¨², pero la conclusi¨®n sobre el presunto cargo de obstrucci¨®n result¨® mucho m¨¢s ambigua, ya que no realiz¨® acusaci¨®n, pero tampoco exculp¨® al presidente: se limit¨® a describir una decena de episodios que involucraban al mandatario y que pod¨ªan convertirse en material de acusaci¨®n y dej¨® la decisi¨®n en manos del Departamento de Justicia.
"Si hubi¨¦semos tenido confianza en que el presidente claramente no cometi¨® delito, lo habr¨ªamos dicho. Sin embargo, no determinamos si el presidente lo cometi¨®¡±, ha se?alado Mueller en una comparecencia de poco m¨¢s de nueve minutos, anunciada con hora y media de antelaci¨®n, en la que no acept¨® preguntas. Ha recordado que el informe ya habla de esa limitaci¨®n jur¨ªdica. ¡°Un presidente no puede ser imputado de un delito federal mientras est¨¢ en el cargo. Es inconstitucional. Incluso si los delitos est¨¢n ocultos ante la opini¨®n p¨²blica est¨¢ prohibido. La oficina del fiscal especial es parte del Departamento de Justicia y su regulaci¨®n estaba limitada por esa pol¨ªtica. Acusar al presidente de un delito no era, por tanto, una opci¨®n que pudi¨¦semos considerar¡±, explic¨®.
Es entonces cuando, sin citarlo, Mueller ha se?alado la v¨ªa del impeachment: ¡°La Constituci¨®n requiere un proceso distinto del sistema de justicia penal para acusar a un presidente en activo de una mala acci¨®n", ha afirmado, y ha a?adido que se hab¨ªan guiado tambi¨¦n por un principio de justicia, ya que, en su opini¨®n, "ser¨ªa injusto acusar a alguien de un delito cuando ning¨²n tribunal puede resolverlo". En 1998, sin embargo, con el caso de Bill Clinton, el fiscal Kenneth Starr s¨ª present¨® 11 cargos de perjurio, obstrucci¨®n a la justicia y abuso de poder que sirvieron de base para abrir el proceso de destituci¨®n del dem¨®crata.
Las palabras de Mueller contradicen lo expuesto previamente por el fiscal especial de Estados Unidos, William Barr, quien sostuvo ante la prensa que la doctrina sobre la inimputabilidad de un presidente no hab¨ªa tenido influencia en la decisi¨®n del fiscal especial de no plantear acusaci¨®n. Tambi¨¦n marcan su distancia de Barr, quien s¨ª ha considerado expl¨ªcitamente a Trump inocente de obstrucci¨®n.
La comparecencia ha encendido las voces del partido dem¨®crata que reclaman un proceso de impeachment contra Trump, como los precandidatos Kamala Harris, Elizabeth Warren o Cory Booker. En su cuenta de Twitter, Trump defendi¨® su inocencia. "Nada cambia del informe Mueller -escribi¨®-. No hubo suficientes pruebas y, por tanto, una persona es inocente. ?Caso cerrado! Gracias".
Los detalles sobre la investigaci¨®n se conocieron el pasado mes de abril con la publicaci¨®n del informe, un documento de 400 p¨¢ginas en el que apenas se censur¨® un 12% de su contenido (por motivos de seguridad, privacidad o investigaciones en marcha). Pero lo primero que los estadounidenses conocieron de las conclusiones de esta investigaci¨®n hist¨®rica fue la carta resumen de cuatro folios de Barr, a finales de marzo. Esta misiva molest¨® a Mueller, seg¨²n la queja que este transmiti¨® por escrito.
Este mi¨¦rcoles ha tenido ocasi¨®n de hablar directamente al p¨²blico, pero ha advertido de que no lo seguir¨¢ haciendo y que cualquier comparecencia en el Congreso no servir¨¢ para ir m¨¢s all¨¢ de lo que recoge su informe. El fiscal especial anunci¨® su marcha del Departamento de Justicia, en tanto que su labor hab¨ªa terminado y lanz¨® una advertencia sobre la cuesti¨®n que subyace a toda esta crisis: los intentos de interferencia electoral por parte de Rusia. "Esa acusaci¨®n merece la atenci¨®n de todos los estadounidenses".
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