Netanyahu afronta de nuevo las urnas debilitado por la corrupci¨®n y la divisi¨®n pol¨ªtica
Israel celebrar¨¢ elecciones legislativas en septiembre por segunda vez en cinco meses
No hay todav¨ªa ning¨²n l¨ªder en Israel de la talla de Benjam¨ªn Netanyahu, pero tanto adversarios como aliados olfatean ya su declive. Acosado por los casos de corrupci¨®n y debilitado por la fragmentaci¨®n pol¨ªtica del campo conservador, el primer ministro que impera en Israel desde hace una d¨¦cada sufri¨® en la madrugada de este jueves uno de los mayores reveses de su carrera pol¨ªtica. La repetici¨®n de las legislativas el pr¨®ximo 17 de septiembre, apenas cinco meses despu¨¦s de las ¨²ltimas elecciones, supone la constataci¨®n de su fracaso en la formaci¨®n de un Gobierno de coalici¨®n de la derecha entre seis partidos. Tras la tard¨ªa votaci¨®n en la que la Kneset (Parlamento) se suicid¨® al disolverse a los 30 d¨ªas de su constituci¨®n, su sombr¨ªo semblante era la patente expresi¨®n de una derrota.
Netanyahu ha roto la baraja pol¨ªtica por tercera vez en menos de cinco a?os, repartiendo juego siempre en inter¨¦s propio. A finales de 2014 adelant¨® los comicios para salvar al peri¨®dico gratuito Israel Hayom, financiado por el magnate de los casinos Sheldon Adelson, conocido tambi¨¦n por su fallido proyecto de recrear Las Vegas en las afueras de Madrid. En diciembre del a?o pasado volvi¨® a forzar la convocatoria de elecciones anticipadas cuando el fiscal general daba pasos hacia su inculpaci¨®n en tres casos de corrupci¨®n. Ahora ha ordenado que los diputados elegidos el pasado 9 de abril se hagan el harakiri para sofocar la rebeli¨®n a bordo en el ala derecha de la Kneset. ¡°Hemos asistido a una nueva p¨¢gina del proceso de decadencia de la democracia en Israel por un capricho personal¡±, conclu¨ªa su an¨¢lisis en el diario Yedioth Ahronoth el columnista Nahum Barnea.
La repetici¨®n de los comicios en tan corto plazo no tiene precedentes en las siete d¨¦cadas de existencia del Estado de Israel. Por 74 votos a favor (64 de la mayor¨ªa conservadora m¨¢s los 10 de los partidos ¨¢rabes, deseosos de hacerse notar en un pa¨ªs que a¨²n les considera ciudadanos de segunda clase) frente a 45 en contra (toda la oposici¨®n de centro-izquierda), el Parlamento qued¨® disuelto. El ¨²nico objetivo de la inusual autodestrucci¨®n fue impedir que el presidente de Israel, Reuven Rivlin, pasara el encargo de formar Gobierno al l¨ªder de la oposici¨®n, el centrista Benny Gantz, una vez vencido el plazo concedido a Netanyahu.
El inigualable tribuno israel¨ª, el veterano estadista que frecuenta tanto la Casa Blanca como el Kremlin, el halc¨®n del sionismo revisionista que comenz¨® a desactivar hace 25 a?os los Acuerdos de Oslo con los palestinos, vuela con plomo en las alas hacia la cita electoral de septiembre. El pragmatismo aplicado a su supervivencia pol¨ªtica, empero, ha ido siempre por delante de la ideolog¨ªa. Los sondeos a¨²n le auguran un nuevo triunfo electoral.
Netanyahu cant¨® prematuramente victoria a comienzos de mes pasado, al pregonar su cuarta elecci¨®n consecutiva desde 2009, y la quinta, si se a?ade su primer mandato (1996-1999). Se dispon¨ªa a batir en julio el r¨¦cord de m¨¢s de 13 a?os en el poder de David Ben Gurion, fundador del Estado de Israel, al frente del Gobierno m¨¢s derechista de la historia de Israel, en una coalici¨®n de conservadores, extrema derecha, nacionalistas religiosos y ultraortodoxos jud¨ªos. Ahora estar¨¢ de nuevo en campa?a.
Quien mejor ha detectado la debilidad del primer ministro ha sido el jefe de filas del ultraconservador partido Israel Nuestra casa, Avigdor Lieberman. Hace ya 30 a?os que ayud¨® a Netanyahu a escalar pelda?os dentro del partido Likud. Fue su asesor principal durante su primer mandato y cuando regres¨® al poder, diez a?os m¨¢s tarde, estuvo al frente de los estrat¨¦gicos ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa.
Su dimisi¨®n de este ¨²ltimo puesto en noviembre del a?o pasado fue uno de los desencadenantes del primer adelanto electoral de 2019. Pese al avance del Likud, los comicios del pasado 9 de abril revelaron las primeras se?ales de fragilidad de Netanyahu. Una parte de los votos de la derecha se perdieron despu¨¦s de que los ministros de Educaci¨®n, Naftali Bennett, y de Justicia, Ayelet Shaked (ambos antiguos asesores del jefe del Gobierno) no lograran que su nuevo partido entrara en la Kneset. La consolidaci¨®n de los dos partidos ultraortodoxos, condicionaba adem¨¢s a las formaciones laicas. Por ello exigi¨® pactar la legislaci¨®n sobre el servicio militar como condici¨®n previa a un pacto de Gobierno.
Lieberman representa a cientos de miles votantes inmigrados a Israel desde la extinta Uni¨®n Sovi¨¦tica, caracterizados por su sesgo conservador y un estilo de vida laico. La reforma del sistema de alistamiento forzoso pondr¨ªa fin a la exenci¨®n que gozan ahora decenas de miles de alumnos de las escuelas talm¨²dicas, en contraposici¨®n al resto de los hombres y mujeres llamados a filas durante tres a?os al cumplir la mayor¨ªa de edad.
Pero el l¨ªder de Israel Nuestra Casa ha buscado ante todo socavar la estabilidad de Netanyahu para poder postularse como futuro dirigente de la derecha. La exitosa irrupci¨®n en la vida p¨²blica la del exgeneral Benny Gantz, el jefe del Ej¨¦rcito que dirigi¨® la devastadora guerra de Gaza de 2014, parece haber sido una se?al definitiva para romper con su antiguo mentor. Gantz y sus aliados centristas movilizaron el voto del cambio en Israel y empataron a 35 esca?os con el Likud. El militar retirado cuenta ahora con una nueva oportunidad para desafiar a Netanyahu en las urnas. La experiencia adquirida en la anterior batalla electoral le ahorrar¨¢ alguno de los errores de reci¨¦n llegado a la pol¨ªtica en la anterior campa?a. Los partidos Laborista y Meretz (izquierda pacifista), al igual que los dos partidos ¨¢rabes, se plantean tambi¨¦n concurrir unidos a las nuevas elecciones, con el objetivo de frenar el retroceso sufrido en las votaciones de abril.
Una campa?a veraniega y que contribuir¨¢ a disparar el gasto electoral no ha parece haber sido bien recibida por los ciudadanos, que pueden verse desmovilizados ante el empantanamiento de la contienda pol¨ªtica en Israel. La revelaci¨®n de que Netanyahu ha estado negociando con sus aliados la aprobaci¨®n de una legislaci¨®n que conceda inmunidad ante los tribunales al primer ministro durante el ejercido de su cargo ha suscitado una ola de cr¨ªticas, que se plasm¨® el s¨¢bado pasado en una multitudinaria manifestaci¨®n en Tel Aviv en defensa del Estado de derecho.
Los analistas de la prensa hebrea se plantean si Israel est¨¢ asistiendo al principio del fin del Netanyahu. El fiscal general, Avichai Mandleblit, ya ha hecho a saber que no volver¨¢ a aplazar por la nueva convocatoria electoral su citaci¨®n al primer ministro. Ha fijado una fecha de octubre previa al Yom Kipur (d¨ªa jud¨ªo del arrepentimiento) para notificarle presumiblemente su inculpaci¨®n por soborno y fraude en tres casos investigados durante tres a?os por la brigada anticorrupci¨®n de la polic¨ªa.
La venganza pol¨ªtica del antiguo disc¨ªpulo Lieberman ha arruinado el quinto mandato de Netanyahu antes de que naciera al forzar la repetici¨®n de las legislativas. El acta de acusaci¨®n de la fiscal¨ªa ¨C800 p¨¢ginas que incluyen el testimonio de arrepentidos, grabaciones en v¨ªdeo y telef¨®nicas, as¨ª como 140 interrogatorios, entre ellos de ministros y altos cargos-, puede acabar de darle la puntilla.
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