Salvini contra el Papa
El Pont¨ªfice y el l¨ªder de la Liga, preso de un catolicismo sobrevenido que empieza a dar r¨¦ditos electorales, mantienen un enfrentamiento que ya nadie oculta

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Una muchedumbre cubierta bajo un manto de paraguas coreaba a Matteo Salvini en la plaza del Duomo de Mil¨¢n el pasado 18 de mayo. El l¨ªder de la Liga, despu¨¦s de bramar algunas consignas contra el Islam con los socios europeos que le acompa?aban, empu?¨® un rosario y embisti¨® por primera vez contra el papa Francisco. Empez¨® criticando su visi¨®n de la inmigraci¨®n. Hurgando en la herida, su equipo proyect¨® en las pantallas gigantes fotos del Juan Pablo II y Benedicto XVI para que pudiera ensalzar sus figuras, en contraste con la del actual Pont¨ªfice. Lo mismo hizo luego con el cardenal conservador guineano, Robert Sarah, uno de los favoritos del sector ultra para el pr¨®ximo c¨®nclave y antagonista de Francisco. Pero el guion no es original. Es el obstinado leitmotiv de la creciente ala opositora al Papa actual, organizada desde EE UU y con cierto m¨²sculo en el colegio cardenalicio. Lo novedoso es que ese d¨ªa, cuando Salvini pronunci¨® el nombre del Papa, la parroquia de la Liga, hoy el partido con m¨¢s votantes cat¨®licos de Italia, se puso a silbar extendiendo la ins¨®lita divisi¨®n a la calle.
A un lado y otro del T¨ªber nadie oculta un enfrentamiento que tambi¨¦n alcanza a la Conferencia Episcopal Italiana. Francisco y el Vaticano ¡ªla parte que sigue compacta¡ª se han erigido en el dique de las pol¨ªticas sociales y migratorias del actual Gobierno. La relaci¨®n con el primer ministro, Giuseppe Conte, y con el otro vicepresidente, Luigi Di Maio, ambos cat¨®licos, es excelente. Esto es una cuesti¨®n social, ¨¦tica, se?alan en la Santa Sede. El Papa, sin embargo, no reh¨²ye un cierto tipo de pol¨ªtica. Aunque a menudo parafrasee a Henry Kissinger asegurando que la italiana es demasiado complicada y no la entiende, pero acabe diciendo que un ¡°pol¨ªtico no debe sembrar odio y miedo¡± cuando le preguntan por Salvini [en la rueda de prensa del avi¨®n de vuelta de su viaje a Rumania del pasado domingo].
La Liga ya es el partido preferido de los cat¨®licos practicantes en Italia: sus votantes son el 27%
La secuencia suele ser de acci¨®n y reacci¨®n. Cuando el ministro del Interior ataca a una familia de gitanos asediados por los vecinos, Francisco les recibe en el Palacio Apost¨®lico. Si cierra los puertos, el Papa abraza a las ONG y a sus l¨ªderes como el espa?ol ?scar Camps (en total sinton¨ªa con Francisco). Incluso la Conferencia Episcopal Italiana, alineada con Francisco en este frente, autoriz¨® a un p¨¢rroco a embarcarse en el ¨²ltimo barco que quedaba patrullando el Mediterr¨¢neo, algo que molest¨® sobremanera al ministro del Interior que, como siempre, basa su estrategia en un estudiado c¨¢lculo electoral. Y los n¨²meros cuadran.
La Liga es hoy ya el partido preferido de los cat¨®licos. En un a?o, desde que Salvini se present¨® por primera vez con un rosario y una Biblia en un mitin, los votantes que se declaran practicantes y van cada domingo a misa han pasado del 12% al 27%, seg¨²n una encuesta realizada por Demos & Piper para La Repubblica. La gente que conoce a Salvini, sin embargo, no recuerda que fuera cat¨®lico practicante. Si era m¨¢s o menos devoto, se?alan, no era una cuesti¨®n p¨²blica. Salvini, un hombre divorciado que ha tenido dos nuevas parejas desde que est¨¢ en el Gobierno, ha visto un espacio electoral desatendido entre los votantes de derechas que no acaban de sintonizar con algunas de las ideas de Francisco. ¡°?Cat¨®lico? Que yo sepa no lo era. Pero tiene la casa llena de v¨ªrgenes que le regalan sus fans desde que aparece con un rosario en la mano en cada acto¡±.
En Italia, donde la Democracia Cristiana (DC) gobern¨® monol¨ªticamente durante 44 a?os, se hace raro ver enfrentamientos entre el Ejecutivo y el Vaticano. Es verdad que P¨ªo XII, que decret¨® en 1949 la excomuni¨®n para quien votase al Partido Comunista ¡ªse neg¨® a hacerlo con Mussolini¡ª, tuvo tambi¨¦n roces con el primer ministro Alcide De Gasperi, recuerda el historiador y exdirector de L¡¯Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian. Especialmente cuando el Vaticano impuls¨® una lista de ultraderecha al Ayuntamiento de Roma en lo que se conoci¨® como la Operaci¨®n Sturzo [por el sacerdote que la encabezar¨ªa] y el hoy venerado l¨ªder de la DC se neg¨®. Ahora, sin embargo, sucede lo contrario.
El 18 de mayo, los asistentes a un mitin de Salvini silbaron a Francisco cuando el l¨ªder de la Liga le critic¨®
El choque incomoda a los sectores m¨¢s conservadores de la Iglesia, tradicionalmente acostumbrados a la cercan¨ªa al poder y a la derecha. El cardenal Gerhard M¨¹ller, hasta hace dos a?os al frente de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, critic¨® hace dos semanas que ¡°en esta fase, la Iglesia hace demasiada pol¨ªtica y se ocupa demasiado poco de los fieles¡±. ¡°Decir que Salvini no es cristiano [lo dijo uno de los principales asesores del Papa, Antonio Spadaro] es un error, una bestialidad. Es un juicio pol¨ªtico¡±, se?al¨® tras defender al l¨ªder de la Liga por su lucha a favor de las ra¨ªces cristianas de Europa.
Hace un mes el Vaticano escribi¨® otro cap¨ªtulo que indign¨® a Salvini. El cardenal polaco Konrad Krakewski se col¨® en el cuarto de contadores de un edificio ocupado donde viv¨ªan 400 personas desde hac¨ªa semanas sin luz y volvi¨® a conectarla. Se convirti¨® de inmediato en un h¨¦roe para la izquierda y un traidor para la derecha. ¡°Le pasaremos al Vaticano la factura de 300.000 euros que deb¨ªa ese edificio¡±, desaf¨ªo el ministro del Interior. Pero no hubo respuesta. Tampoco desautorizando el gesto del polaco. Algunos en el entorno del Papa creen que no fue casual. ¡°Ten¨ªa que saberlo. Hablan a menudo y ser¨ªa raro que no se lo hubiera dicho antes. Es un s¨ªmbolo muy potente pol¨ªticamente que corr¨ªa el riesgo de enemistar al Vaticano con el Ejecutivo¡±. Pero en el Gobierno, de nuevo, solo lo interpret¨® as¨ª Salvini.
El Vaticano s¨ª tiene buena relaci¨®n con Conte y Di Maio
El Papa nunca ha recibido a Matteo Salvini. En primer lugar porque, tal y como reconoci¨® el ministro del Interior, jam¨¢s ha pedido la audiencia por las v¨ªas oficiales. Tras ser preguntado por ello el domingo pasado en el vuelo de regreso de su viaje a Ruman¨ªa, Francisco aprovech¨® para ensalzar la figura del primer ministro, Giuseppe Conte, y dejar en evidencia que el problema se circunscribe a un solo miembro del Ejecutivo. "No he o¨ªdo que nadie del Gobierno, excepto el premier, haya pedido audiencia. Nadie. Con ¨¦l fue una bonita audiencia, de una hora o algo m¨¢s. Un hombre inteligente, un pofesor que sabe de lo que habla".
Esta ¨²ltima pol¨¦mica, que Salvini trat¨® de desactivar asegurando que estar¨ªa encantado de ser recibido , lleg¨® a trasladarse a las p¨¢ginas de Avvenire, el peri¨®dico de los obispos italianos, completamente alineado en esta batalla. "Ser¨ªa sabio por parte del viceprimer ministro seguir las v¨ªas institucionales y abstenerse de alimentar con una conducta ambigua en las redes sociales las voces que dicen que el Papa no quiere recibirle".
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