Nicaragua, de la revoluci¨®n de julio a la rebeli¨®n de abril

En 1973, con tan solo 20 a?os, V¨ªctor Hugo Tinoco fue ¡°reclutado¡± por la guerrilla del Frente Sandinista que pretend¨ªa derrocar la dictadura de Anastasio Somoza, el ¨²ltimo de una dinast¨ªa que hab¨ªa gobernado Nicaragua desde 1937. Era un joven idealista, educado en los valores cristianos de justicia en el seminario nacional por curas francocanadienses, en un ambiente imbuido por la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, cuyo principio era la opci¨®n preferencial por los pobres. En 2018, Dolly Mora, estudiante de Sociolog¨ªa por la jesuita Universidad Centroamericana, feminista, activista y avezada usuaria de redes sociales, se uni¨®, con 26 a?os, a miles de estudiantes universitarios que tomaron las calles del pa¨ªs para retar a Daniel Ortega, el otrora guerrillero sandinista que pretende perpetuarse en el poder e imponer, seg¨²n sus detractores, una nueva dinast¨ªa familiar. Tinoco y Mora forman parte de dos generaciones que con 40 a?os de diferencia han protagonizado las dos gestas que han marcado la historia reciente de Nicaragua, en una lucha, dicen, por la libertad, la justicia y la construcci¨®n de una nueva sociedad.

El Frente Sandinista de los a?os setenta, de cuyo triunfo este viernes se cumplen 40 a?os, se hab¨ªa convertido en una guerrilla urbana que atra¨ªa a miles de j¨®venes hastiados de los desmanes de la familia Somoza. Una generaci¨®n que no hab¨ªa conocido otra forma de gobierno m¨¢s que la dictadura con la que una ¨¦lite se hab¨ªa enriquecido a costa de mantener en la miseria, el abandono y la ignorancia a cientos de miles de nicarag¨¹enses. Tinoco estudiaba en la rebelde Universidad Nacional, en Managua, un semillero de guerrilleros que era el polvor¨ªn que quitaba el sue?o a Somoza, siempre con ganas de romper la autonom¨ªa universitaria y enviar a la temida Guardia Nacional a asaltar sus aulas. Pero dentro del campus los j¨®venes ten¨ªan relativa seguridad y libertad. Tinoco se convirti¨® en dirigente estudiantil y pronto se vio organizando a estudiantes, incitando a la gente en los barrios y en los sindicatos.

¡°La revoluci¨®n sandinista y toda la gesta heroica, de lucha de la juventud de los a?os setenta, fue b¨¢sicamente antidictatorial, antidin¨¢stica y por la libertad de Nicaragua. Esas eran las aspiraciones fundamentales del grueso de los combatientes del Frente Sandinista. Estoy seguro, ahora lo entiendo a estas alturas, que hab¨ªa algunos sectores muy reducidos que ten¨ªan otras agendas, otros proyectos m¨¢s ideologizados, pero el motivo que empuj¨® a nuestra juventud de los setenta era acabar con la dinast¨ªa y lograr la libertad de Nicaragua¡±, comenta Tinoco por tel¨¦fono desde Managua.

Dolly Mora forma parte de una familia en la que la m¨ªstica sandinista ha tenido mucho peso. Sus t¨ªas se involucraron en la lucha guerrillera y ese pasado ha marcado su juventud. Cada a?o, comenta, asist¨ªa con su familia a la celebraci¨®n del aniversario de la revoluci¨®n, un festejo casi religioso. ¡°Para m¨ª fue una gesta en la que mi familia y su generaci¨®n se jugaron la vida en su momento¡±, afirma. En 2006, sin embargo, rompi¨® ¡°la conexi¨®n¡±. Ese a?o, con la aspiraci¨®n de regresar al poder en Nicaragua tras casi dos d¨¦cadas liderando la oposici¨®n, Ortega, que pretend¨ªa lograr el respaldo de la Iglesia, respald¨® una reforma al C¨®digo Penal que ilegaliz¨® el aborto en su totalidad. ¡°Para m¨ª fue suficiente para romper con la ideolog¨ªa sandinista. Hoy hay ataques por eso, por venir de una familia sandinista. Pero no me afectan. Yo ahora soy militante feminista¡±. Para el asombro de su familia, Mora se integr¨® a las manifestaciones estudiantiles que estallaron el a?o pasado contra Ortega y pronto se vio atrincherada en la Universidad Polit¨¦cnica. ¡°Esta es la generaci¨®n del descontento social, que viene desde hace muchos a?os. Mucha gente dec¨ªa que era una generaci¨®n ap¨¢tica, pero muchos j¨®venes se hab¨ªan involucrado en distintas agendas por el cambio, el feminismo, el movimiento LGBTI. En abril de 2018 se rompi¨® el silencio¡±.

Aunque ambas generaciones parecen enfrentadas ¡ª¡°son dos momentos distintos. Nosotros no tenemos armas¡±, afirma Mora¡ª, V¨ªctor Hugo Tinoco dice que hay ¡°much¨ªsimos paralelismos¡± entre ambas. ¡°Nuestra generaci¨®n luch¨® contra la dictadura y la dinast¨ªa, porque para nosotros era aborrecible que despu¨¦s del presidente gobernara su hijo. Quer¨ªamos justicia social, mejor distribuci¨®n de la riqueza y libertad. Los muchachos de ahora est¨¢n en lo mismo, enfrent¨¢ndose, queriendo poner fin a la dictadura de los Ortega y quieren libertad, una sociedad democr¨¢tica, de justicia social. No est¨¢n casados con un proyecto ideol¨®gico, pero s¨ª quieren poder elegir a sus gobernantes. En aquella ¨¦poca estabas dispuesto a dar la vida. Y los j¨®venes de ahora, aunque ya no se plantean la lucha armada porque entienden que no deja nada, se involucran bajo el riesgo de perder la vida. Es compromiso que est¨¢n asumiendo, su compromiso es el mismo, la m¨ªstica es la misma, pero el m¨¦todo, por primera vez es diferente¡±. Mora afirma que lo que su generaci¨®n pretende es construir una ¡°nueva Nicaragua¡±: una sociedad, dice, con otra propuesta, con m¨¢s espacio para las mujeres y la comunidad LGBTI. ¡°El sandinismo como idelog¨ªa ya caduc¨®. Solo genera mucho desprecio¡±, sentencia.