#RickyRenuncia
Renuncie o no Ricardo Rossell¨®, el juego pol¨ªtico en Puerto Rico ha cambiado para siempre
Una columna de luz blanca atraviesa la capital de Puerto Rico, son miles de motociclistas convocados por el Rey Charlie, un experto en motocicletas que se ha hecho popular en las redes sociales por lograr este tipo de aglomeraci¨®n. Esta vez la raz¨®n de la caravana no es solo el placer de la velocidad. Este es el potente cuerpo de caballer¨ªa de las protestas masivas que desde hace una semana reclaman la renuncia del gobernador Ricardo Rossell¨®.
Las razones de la indignaci¨®n son material para un buen episodio de Black Mirror: la filtraci¨®n de 889 p¨¢ginas de un chat de Telegram en las que Rossell¨® y sus colaboradores m¨¢s cercanos hac¨ªan comentarios homof¨®bicos, sexistas, violentos, se burlaban de los muertos del hurac¨¢n Mar¨ªa, de pol¨ªticos de oposici¨®n y de su propio partido y, seg¨²n un nuevo informe del Centro de Periodismo de Investigaci¨®n, compart¨ªan informaci¨®n relacionada a un saqueo sistem¨¢tico de fondos p¨²blicos perpetrado por medio de venta de influencias, contrataciones y obtenci¨®n de beneficios en el Gobierno.
El chat es la punta del iceberg de un entramado corrupto que se extiende por muchas de las agencias p¨²blicas, la filtraci¨®n del mismo ocurri¨® a pocas horas del arresto de la ex secretaria de Educaci¨®n, Julia Keleher, y otras cinco personas implicadas en un esquema irregular de contratos por 15,5 millones de d¨®lares. Y viene a confirmar de forma antol¨®gica todas las sospechas generadas por un gobierno que desde su pat¨¦tico desempe?o durante la crisis del Hurac¨¢n Mar¨ªa no ha dado pie con bola.
El contenido de las p¨¢ginas del #Telegramgate parece dise?ado para ofender a todos los conglomerados sociales de la isla: el gobernador celebra un montaje fotogr¨¢fico que pretende perjudicar a la oposici¨®n con el ya famoso ¡°cogemos de pendejos hasta a los nuestros¡±. Christian Sobrino, quien fuera el director ejecutivo de la Autoridad de Asesor¨ªa Financiera y Agencia Fiscal, dice estar ¡°salivando para entrarle a tiros¡± a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yul¨ªn Cruz y en una conversaci¨®n sobre una crisis en Ciencias Forenses, pide ¡°un cad¨¢ver para alimentar a nuestros cuervos¡±. Pero en esta opereta macabra no hay dise?o, es obra de la espontaneidad total, el mismo gobernador ha justificado los insultos para liberar tensiones.
Rossell¨® ha pedido perd¨®n p¨²blicamente, en ruedas de prensa, durante una imposici¨®n de manos en una iglesia evang¨¦lica (la ¨²nica que le permiti¨® grabar el culto) y en Twitter. Estos esfuerzos medi¨¢ticos solo han echado m¨¢s le?a a un fuego que, como ha demostrado la gente que noche tras noche marcha frente a la residencia del gobernador, no va a apagarse hasta que ¡°Ricky¡± renuncie.
La marcha del mi¨¦rcoles pasado, a la que acudieron m¨¢s de 100.000 personas, cont¨® con la participaci¨®n activa de artistas locales de la talla de Bad Bunny, Benicio del Toro, Ren¨¦ P¨¦rez y Ricky Martin, grandes responsables de que un maremoto de gente de todos los espectros ideol¨®gicos ondeara unificado la bandera puertorrique?a, un s¨ªmbolo ilegal hasta principios de la d¨¦cada de los cincuenta.
Puerto Rico es una colonia, la m¨¢s antigua del mundo, un experimento social pre?ado de contradicciones. A pesar del estatus colonial, el puertorrique?o posee una amplia tradici¨®n de resistencia. A principios del siglo XX evadieron de forma org¨¢nica la penetraci¨®n colonial estadounidense que pretend¨ªa hacer del ingl¨¦s el idioma oficial de la isla. En el siglo XXI expulsaron a la Marina de los Estados Unidos de la isla de Vieques, con una combinaci¨®n de marchas y desobediencia civil, muy parecida a la actual.
Renuncie o no Rossell¨®, el juego pol¨ªtico en Puerto Rico ha cambiado para siempre. El movimiento ha logrado cristalizar de forma contundente la frustraci¨®n que generan los gobiernos corruptos en toda Latinoam¨¦rica, as¨ª como la empat¨ªa y el respeto que merecen todas las minor¨ªas. Un mensaje inclusivo como el que al final de la noche reparti¨® Rey Charlie por los caser¨ªos de San Juan, barrios de clase trabajadora que recorri¨® junto a su caballer¨ªa motorizada tras salir de la marcha para que ¡°nadie se quedase afuera¡±.
Rita Indiana?es autora de t¨ªtulos como Papi (2011), Nombres y animales (2013) y La mucama de Omicunl¨¦ (2015). Su ¨²ltimo libro es Hecho en Saturno?(2018). Todos ellos publicados por Perif¨¦rica.
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