Pocas deportaciones, mucho terror

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En la pizarra hay dos dibujos: el de un ni?o sonriente y el de un adulto enojado tachado con una cruz. El menor se llama Nacho, un salvadore?o de 15 a?os, y el otro es un funcionario del Gobierno de Estados Unidos. Steph, voluntaria de CAIR Coalition, una organizaci¨®n que vela por los derechos legales de los inmigrantes, explica a varios grupos familiares qu¨¦ hacer si la polic¨ªa de inmigraci¨®n (ICE, por sus siglas en ingl¨¦s) detiene a uno de sus hijos. Los oyentes proceden de Centroam¨¦rica o M¨¦xico y no tienen sus documentos en regla. A pesar de que la cita es un s¨¢bado por la ma?ana, con una sensaci¨®n t¨¦rmica de 43 grados, el centro municipal de Washington DC recibe a decenas de interesados. ¡°Tenemos miedo, nos sentimos acosados¡±, confiesa una de las madres. Una semana antes, Donald Trump hab¨ªa anunciado redadas masivas, de las que pr¨¢cticamente no se supo m¨¢s.

¡ª ¡°Si Nacho se come un pastel en el centro de detenci¨®n y te pide que no lo cuentes, pero tu mam¨¢ te pregunta si sabes qui¨¦n se lo comi¨® ?le dir¨ªas?¡±

¡ª ¡°S¨ª¡±, responde una ni?a mexicana de seis a?os.

¡ª ¡°No debes, no lo puede saber nadie, especialmente el Gobierno¡±, le explica Steph.

¡ª ¡°Pero las mam¨¢s siempre tienen que saber la verdad¡±.

¡ª ¡°S¨ª, salvo sobre lo que te cuentan en secreto tus amigos del centro de detenci¨®n¡±.

Trump envi¨® en junio una advertencia a los m¨¢s de 10 millones de inmigrantes irregulares que residen en EE UU: pondr¨ªa en marcha una oleada de redadas para expulsar a 2.105 extranjeros que desobedecieron sus ¨®rdenes de deportaci¨®n. El anuncio encendi¨® las alarmas, pero se pospuso. La segunda semana de julio se supo que las detenciones se producir¨ªan a partir del domingo 14. El miedo volvi¨® a apoderarse de los sin papeles, pero no hubo m¨¢s noticias. Solo la evaluaci¨®n del mandatario que las calific¨® de ¡°muy exitosas¡±. The New York Times tuvo acceso este martes a unos informes del Gobierno que muestran que solo detuvieron a 35 personas. Una fuente an¨®nima del Departamento de Seguridad Nacional confirm¨® la cifra a CNN. La estrategia de Trump es ¡°crear temor y que la gente viva en las sombras de la sociedad¡±, sostiene Jes¨²s Garc¨ªa, congresista dem¨®crata de Chicago, una de las 10 ciudades en las que se iban a producir las redadas.

La ofensiva de la Administraci¨®n contra los sin papeles parece estar dando resultado en el terreno psicol¨®gico. As¨ª lo reconocen los participantes de los talleres del Ayuntamiento de Washington DC, una ciudad santuario (la polic¨ªa local no colabora con el ICE). Una salvadore?a de 55 a?os, residente de EE UU y casada con un hombre que no tiene papeles, lo confirma. ¡°Ya no sale a ning¨²n lado, le da miedo. No vamos de paseo, ni de compras¡±, narra la mujer. Su esposo perdi¨® el empleo en marzo y desde entonces que solo consigue trabajos temporales. ¡°Las cosas han cambiado. Ahora solo te cogen si tienes un contacto dentro¡±, comenta. La pareja vive en Langley Park (Maryland), un pueblo donde el 76% es latino o hispano. ¡°La se?ora del almac¨¦n me dijo que hab¨ªan bajado las ventas. La gente tiene miedo de que la polic¨ªa los agarre fuera de sus casas¡±, lamenta.

Otra mujer dice que ya no sabe qu¨¦ hacer con las llamadas an¨®nimas que recibe. ¡°Me preguntan si vive un hombre en la casa, me piden dinero para liberar a gente que no conozco¡­¡±. Otra asiente con la cabeza. A ella tambi¨¦n la han llamado. ¡°Somos v¨ªctimas de una violencia psicol¨®gica¡±, se queja un hombre mayor.

Si bien el anuncio anticipado de las redadas ha provocado un ambiente de paranoia, a las organizaciones y a los gobiernos locales progresistas les ha permitido movilizarse con tiempo para informar a los inmigrantes irregulares sobre sus derechos. Batallones de voluntarios se dedicaron a expandir cinco instrucciones claves: no abrir las puertas al ICE, mantenerse en silencio, no firmar nada sin antes hablar con un abogado, tomar fotos y v¨ªdeos salvo en las propiedades del Gobierno federal, y no perder la esperanza. "No conozco ninguna otra poblaci¨®n donde la gente les diga [a los inmigrantes sin papeles] c¨®mo evitar el arresto despu¨¦s de cometer una actividad ilegal", se quej¨® Matthew Albence, el director interino de ICE, en una entrevista en el Times. "Sin duda nos dificulta llevar a cabo las ¨®rdenes de detenci¨®n emitidas", agreg¨®.

Desde el 13 de mayo hasta el 11 de julio, ICE arrest¨® a 899 adultos con ¨®rdenes de deportaci¨®n definitivas, la mayor¨ªa de ellos con condenas penales, inform¨® Albence. Trump espera que esas cifras sean cada vez mayores. Con ese fin, el Departamento de Seguridad Nacional puso en marcha este martes la implementaci¨®n de las ¡°deportaciones expr¨¦s¡± en todo el pa¨ªs. La nueva medida afectar¨¢ a los indocumentados que no puedan probar a los agentes que han vivido en EE UU los dos ¨²ltimos a?os de manera continuada. Adem¨¢s, ser¨¢n directamente expulsados del pa¨ªs, sin ser llevados ante un juez de inmigraci¨®n.

Cruzar la frontera

Hasta ahora, este sistema solo se aplicaba a los sin papeles detenidos en el per¨ªmetro de los 160 kil¨®metros que rodean la frontera con M¨¦xico y solo si no pod¨ªan demostrar que llevaban un m¨ªnimo de 14 d¨ªas en el pa¨ªs.

George Escobar, jefe de programas y servicios de CASA, ONG al servicio de los inmigrantes de Maryland, Pensilvania y Virginia, sostiene que todos los movimientos de esta Administraci¨®n tienen el mismo objetivo: ¡°Intimidar a las personas que tienen el derecho a venir a buscar asilo aqu¨ª, impedir que crucen la frontera¡±.

En las zonas donde opera la ONG han visto un incremento de coches del ICE circulando alrededor de los centros de ayuda, as¨ª como en los sitios donde jornaleros van a buscar empleo. Adem¨¢s de ofrecer asesor¨ªas legales, CASA se ha dedicado a trabajar con los gobiernos locales para que difundan que no est¨¢n trabajando con la Casa Blanca. Washington DC ha hecho lo propio. En la mitad del taller sobre c¨®mo armar un plan de emergencia ante las redadas, entr¨® el polic¨ªa Brad Parson a la sala abarrotada de indocumentados. En un espa?ol chapurreado intent¨® calmarlos: ¡°Nosotros no trabajamos con la migra¡±.