La firma de un acuerdo energ¨¦tico secreto con Bolsonaro provoca una gran crisis de Gobierno en Paraguay
El ministro de Exteriores y otros tres altos cargos paraguayos dimiten tras conocerse que los t¨¦rminos de renegociaci¨®n del acuerdo de la central de Itaip¨² benefician a Brasil
El acuerdo secreto firmado entre Paraguay y Brasil por la central hidroel¨¦ctrica de Itaip¨², una de las m¨¢s potentes del mundo, ha golpeado con dureza al Gobierno conservador del paraguayo Mario Abdo Ben¨ªtez. En menos de 24 horas han renunciado el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Castiglioni, y otros tres alto cargos, incluido el director de Itaip¨². El presidente paraguayo ha sido escrachado en su propia casa y el Congreso ya investiga el asunto.
La mayor crisis hasta la fecha en el Gobierno de Abdo Ben¨ªtez comenz¨® con la sorpresiva renuncia del presidente de la empresa estatal de electricidad, ANDE, Pedro Ferreira, el pasado mi¨¦rcoles. Este funcionario dej¨® su cargo alegando que quer¨ªan obligarle a firmar un acuerdo con Brasil sobre Itaip¨² que no conven¨ªa a Paraguay. Su gesto despert¨® una oleada de solidaridad patri¨®tica que se volvi¨® contra el Ejecutivo. Ahora, un nuevo lema recorre las redes sociales y las calles: "Desastre ko Marito", s¨ªmbolo de la poca popularidad tras un a?o de gesti¨®n del mandatario del Partido Colorado.
El acuerdo revierte el reparto de la energ¨ªa de Itaip¨² que pactaron en 2009 el entonces presidente brasile?o Lula da Silva y su hom¨®logo paraguayo Fernando Lugo. Aquella negociaci¨®n hab¨ªa triplicado la compensaci¨®n que Brasil hac¨ªa a Paraguay hasta alcanzar los 360 millones de d¨®lares por a?o.
"Alta traici¨®n" y "extorsi¨®n financiera" fueron las frases utilizadas por Ferreira para definir el texto secreto firmado entre Abdo Ben¨ªtez y Jair Bolsonaro el pasado 24 de mayo y que solo fue difundido la semana pasada por exigencia del Senado paraguayo y coincidiendo con la renuncia del titular de la ANDE. Dos semanas antes, ambos mandatarios se encontraban en la frontera para escenificar armon¨ªa y anunciar proyectos de infraestructura conjunta.
Tras la renuncia de Ferreira, el ministro de Exteriores paraguayo compareci¨® en una inusual rueda de prensa un domingo en medio de la noche. Intent¨® explicar los beneficios del nuevo acuerdo pero termin¨® diciendo a los periodistas que el Gobierno pedir¨¢ a Brasil revertirlo. Al d¨ªa siguiente present¨® su dimisi¨®n.
La solidaridad entre los gobiernos de centroizquierda de Lula y Lugo, que buscaban compensar la incalculables p¨¦rdidas que sufri¨® Paraguay con la inundaci¨®n de su territorio en la construcci¨®n de la represa, construida entre las dictaduras de ambos pa¨ªses, ser¨¢ ahora sustituida por un sobrecoste de unos 200 millones de d¨®lares anuales para Paraguay. As¨ª lo denuncian los t¨¦cnicos paraguayos de la hidroel¨¦ctrica, los de la empresa estatal de energ¨ªa, la oposici¨®n y la prensa local, que ha filtrado hasta los audios de las nuevas negociaciones.
El nuevo contrato mantendr¨¢ a Paraguay casi con el mismo uso de energ¨ªa de Itaip¨² que el actual, lo que, seg¨²n la polit¨®loga, docente e investigadora paraguaya Cecilia Vuyk. implica dos cosas: que su pa¨ªs no pueda avanzar en un mayor uso de la energ¨ªa para nuevas industrias y transporte el¨¦ctrico e impedir¨¢ la contrataci¨®n y venta de la energ¨ªa excedente a terceros, manteniendo la cesi¨®n de la mayor parte de ella a Brasil.
Itaip¨² (Piedra que suena, en guaran¨ª) es la joya energ¨¦tica de la Rep¨²blica por eso el tema del reparto de las ganancias es, no solo un asunto de Estado, sino un debate popular en la sociedad paraguaya. Es un tema solo comparable en importancia a la Guerra Guaz¨² (grande, en guaran¨ª), cuando en el siglo XIX Paraguay fue invadido y expoliado por las ya entonces enormes potencias Argentina y Brasil.
Seg¨²n Vuyk, el tratado original beneficia al cord¨®n industrial que se ubica en Sao Paulo y alrededores y no a Paraguay que usa menos del 15%.
Los medios difunden las voces de diplom¨¢ticos, economistas, abogados, polit¨®logos, comunicadores y dirigentes sociales que discuten acalorados sobre el acuerdo desnivelado entre Brasil y Paraguay. Es un tema de sobremesa habitual, que deriva muchas veces en los matices de la renegociaci¨®n del Anexo C del Tratado de Itaip¨², firmado en 1973. En los debates a ras de calle est¨¢n tambi¨¦n los cortes de luz que afectan, con mucha mayor regularidad de la deseada, hasta al centro de la capital. Tambi¨¦n la falta de infraestructura industrial y vial.
Seg¨²n el texto de 1973, a¨²n vigente, el pa¨ªs m¨¢s peque?o, Paraguay (siete millones de habitantes), debe ceder los excedentes de energ¨ªa a precio de coste al m¨¢s grande, Brasil. Ese acuerdo, que Paraguay considera injusto, vence a 50 a?os de su firma. El plazo se cumple en 2023 y el periodo de negociaciones coincide con las presidencias de Abdo Ben¨ªtez y Bolsonaro.
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