El Kremlin se prepara para una nueva era sin el cors¨¦ antinuclear
Rusia ¡°nunca perder¨¢ una carrera armament¨ªstica¡±, advierte el viceministro de Exteriores ruso
Hace meses que Rusia da por muerto el que fue uno de los pilares en el control de armas nucleares. Mosc¨², se?alada por Occidente como la responsable del fracaso del tratado para la eliminaci¨®n de misiles nucleares de medio y corto alcance (conocido como INF), culpa a su vez a Washington de romperlo. Este viernes, despu¨¦s de que se hiciese efectiva la salida de Washington del pacto, ofreci¨® de nuevo a la Casa Blanca y a la OTAN una moratoria: si EE UU no despliega sus misiles, Mosc¨² tampoco lo har¨¢. La Alianza Atl¨¢ntica se apresur¨® a desechar una oferta que ¡°carece de credibilidad¡±, dijo.
Mientras los cimientos del acuerdo se desmoronan definitivamente, el Kremlin prepara sus bazas para una nueva era sin el INF y en la que tambi¨¦n corren peligro otros acuerdos estrat¨¦gicos, como el New Start, que limita el n¨²mero de misiles nucleares estrat¨¦gicos y de cabezas nucleares de Rusia y EE UU y que a¨²n debe renovarse. Una nueva era que puede desatar otra carrera armament¨ªstica que Rusia ¡°nunca perder¨¢¡±, ha advertido el viceministro de Exteriores ruso, Sergu¨¦i Riabkov. ¡°Hemos demostrado nuestra capacidad para hallar respuestas eficaces a los desaf¨ªos a los que nos enfrentamos¡±, ha asegurado tajante Riabkov en una entrevista con la cadena rusa RT.
El entierro del INF significa que Rusia y Estados Unidos, que viven el peor momento en sus relaciones desde la Guerra Fr¨ªa, son libres para desarrollar y desplegar misiles bal¨ªsticos nucleares terrestres de alcance medio y corto (que pueden alcanzar objetivos a una distancia de 500 kil¨®metros a 5.500 kil¨®metros). Rusia, que siempre ha negado las acusaciones de Estados Unidos de que lleva a?os violando el pacto, ha anunciado que ya se est¨¢ dotando de material. As¨ª que, fabrica ya nuevos misiles en un rango que prohib¨ªa el tratado suspendido. Incluidos hipers¨®nicos terrestres, como ha comunicado el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, en vistosos anuncios realizados en los ¨²ltimos meses, en los que ha llegado a hablar de un cohete que se desliza a 27 veces la velocidad del sonido. Vuela ¡°como una bola de fuego¡±, describi¨® el l¨ªder ruso.
Son muchos los analistas que creen, sin embargo, que Mosc¨² ya dispone de armas que vulneraban el pacto. ¡°La carrera armament¨ªstica ya est¨¢ en marcha. Lleva unos diez a?os. Antes era una carretera de una sola v¨ªa, porque solo Rusia se armaba; Estados Unidos iba desarm¨¢ndose, sobre todo durante la Administraci¨®n de Barack Obama (2009-2017)¡±, considera el experto en Defensa Pavel Felgenhauer. ¡°Ahora las dos partes se armar¨¢n por igual, lo que es enormemente ventajoso para la industria militar de ambos pa¨ªses¡±, se?ala el experto ruso, que advierte sobre la facilidad de que se produzca una escalada. ¡°Los incidentes peque?os pueden llevar a un conflicto local, regional y en una perspectiva m¨¢s alejada a un enfrentamiento nuclear¡±, asegura Felgenhauer, que recuerda el incidente entre un destructor ruso y un buque estadounidense en el Pac¨ªfico en junio.
Los misiles bal¨ªsticos nucleares terrestres de alcance medio y corto son armas especialmente desestabilizadoras, porque solo tardan unos minutos en alcanzar su objetivo, as¨ª que apenas dejan capacidad de reacci¨®n e incrementan el riesgo de un conflicto nuclear global si se llega a producir una falsa advertencia de lanzamiento.
En el centro de la pol¨¦mica est¨¢ el misil de crucero terrestre 9M729 (conocido como SSC-8 seg¨²n la terminolog¨ªa de la OTAN) que, Occidente cree que Mosc¨² tiene en Kaliningrado, un enclave incrustado entre Lituania y Polonia. Estados Unidos y la Alianza Atl¨¢ntica aseguran que el cohete puede superar la distancia vetada por el INF. Mosc¨², que al principio negaba su existencia, empez¨® a asegurar despu¨¦s ¡ªincluso con visitas a un parque militar de Mosc¨² para convencer a periodistas y diplom¨¢ticos¡ª que el misil no vuela la distancia suficiente, sino solo 480 kil¨®metros.
Adem¨¢s, Mosc¨² y Washington tienen una gran gama de misiles que, aunque recorren la distancia prohibida para los terrestres, se lanzan desde el mar o el aire, por lo que no vulneran el INF, se?ala el experto militar ruso Aleksander Gots. La Iniciativa sobre la Amenaza Nuclear (NTI) y el Instituto de Investigaci¨®n para la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI) estiman que Rusia tiene entre 6.500 y 7.000 cabezas nucleares en su arsenal ¡ªen misiles bal¨ªsticos intercontinentales, en los lanzados desde submarinos y en ojivas para bombarderos pesados¡ª.
Cada vez que tiene oportunidad, Putin advierte de que dar¨¢ una ¡°respuesta sim¨¦trica¡± a Estados Unidos. Y acusa a Washington de que los interceptores de misiles que tiene en Europa pueden transformarse en armas ofensivas. El Kremlin tambi¨¦n asegura que el aumento de drones (que no exist¨ªan cuando se firm¨® el INF) dota a Washington de una capacidad similar a la de los misiles de rango medio; aunque sin violar los t¨¦rminos expl¨ªcitos del tratado. As¨ª que el presidente ruso est¨¢ preparado para poner sus misiles sobre la mesa.
Mosc¨² elude hablar de medidas concretas. Pero hace solo unos meses Putin lo dej¨® claro al anunciar que si Washington sit¨²a sus cohetes en Europa, Rusia apuntar¨¢ a esos aliados y tambi¨¦n a Estados Unidos. El analista Gots se?ala que Mosc¨² tiene esa capacidad, instalando su armamento en el sur del pa¨ªs y tan cerca de Europa como se pueda, apuntando hacia Rumania o Polonia.
Analistas como Yulia Lat¨ªnina, creen no obstante que Rusia tiene en realidad un arsenal bastante anacr¨®nico. Mosc¨² dedica a Defensa unos 67.000 millones de d¨®lares al a?o (unos 60.300 millones de euros), seg¨²n el SIPRI; esto es un 4,5% de su PIB. Mientras tanto, EE UU invierte casi 610.000 millones de d¨®lares, seg¨²n el SIPRI (el 3,1% de su PIB). Aunque con acuerdos como el alcanzado con Turqu¨ªa por la estrat¨¦gica venta de misiles S-400, el conglomerado estatal ruso de armas Rostec se?ala que su cartera de pedidos para la exportaci¨®n super¨® los 51.000 millones de d¨®lares, un r¨¦cord en la ¨²ltima d¨¦cada.
Adem¨¢s, la salida del acuerdo y embarcarse en una nueva carrera armament¨ªstica no va a beneficiar a la econom¨ªa rusa, muy lastrada por las sanciones occidentales. As¨ª que el bolsillo de las familias rusas se resentir¨¢, asegura Pavel Felgenhauer. Y esto puede tener un coste en la popularidad de Putin y del Gobierno ruso, que ya ha ca¨ªdo.
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