Guatemala elige entre continuidad y continuidad
Sandra Torres y Alejandro Giammattei se disputan la presidencia de un pa¨ªs roto, del que ha salido el 1,5% de la poblaci¨®n en los ¨²ltimos seis meses
Carlos Vilches y sus tres hijos aplastan la nariz contra la valla del aeropuerto La Aurora, en la capital guatemalteca, de donde acaba de despegar otro avi¨®n. Muchos s¨¢bados llega hasta aqu¨ª con sus hijos para observar los aeroplanos. Pueden pasar as¨ª varias horas. Agarrados de la mano, comentan lo grande que es, el ruido que hace o si ya sac¨® las ruedas. Este domingo, reconoce, no ir¨¢ a votar. Tiene m¨¢s esperanza en cualquiera de esos aviones que despegan hacia Los ?ngeles que en lo que salga este domingo de las urnas.
Guatemala vota este domingo con la posibilidad de elegir por primera vez a una mujer como presidenta hasta 2024. Los electores, sin embargo, lo hacen tras una pol¨¦mica campa?a repleta de irregularidades, acusaciones de fraude y anulaci¨®n de candidaturas que han caldeado el ambiente y amenazan con trasladar la tensi¨®n a la calle.
El bajo nivel de la campa?a y de los candidatos extiende un manto de pesimismo sobre los comicios que podr¨ªa elevar la abstenci¨®n hasta el 50%, seg¨²n los analistas. En lo que a propuestas se refiere, los ocho millones de electores con derecho a voto acudir¨¢n a las urnas sin conocer la postura de Sandra Torres o Alejandro Giammattei sobre algunos de los temas que han ocupado recientemente los grandes titulares de prensa: qu¨¦ har¨¢n sobre al acuerdo de tercer pa¨ªs seguro firmado con Estados Unidos, c¨®mo reemplazar¨¢n a la Cicig o c¨®mo frenar¨¢n las caravanas de migrantes que ha obligado a abandonar el pa¨ªs al 1,5% de la poblaci¨®n en los ¨²ltimos seis meses son cuestiones sobre las que ambos han evitado pronunciarse navegando.
Ni Torres ni Giammattei son nuevos en la vida p¨²blica. Ambos tienen 63 a?os y ambos llevan muchos a?os merodeando el poder. El conservador Alejandro Giammattei, que lidera ligeramente las encuestas al frente de VAMOS, es la sexta vez que se presenta a unas elecciones y en las seis ocasiones lo ha hecho con partidos distintos. Por su parte, la socialdem¨®crata Sandra Torres, de UNE, es considerada la mano que mov¨ªa el Gobierno de su exmarido ?lvaro Colom cuando en 2008 lleg¨® al poder. Ella se encarg¨® de la cartera social y de trabajar el voto asistencial, dos ejes que la han hecho muy popular en las zonas rurales del pa¨ªs.
Aunque ambos rechazan el acuerdo de "tercer pa¨ªs seguro" por el que Guatemala tendr¨¢ que dar techo, trabajo y alimentaci¨®n a miles de centroamericanos mientras esperan su tr¨¢mite en Estados Unidos, estos han desviado a la Corte Constitucional y al congreso con la esperanza de que sean estos quienes tumben lo firmado entre Donald Trump y Jimmy Morales dos semanas antes de la votaci¨®n.
Sobre c¨®mo reemplazar¨¢n a la Comisi¨®n Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig, dependiente de la ONU) ninguno ha mostrado inter¨¦s en prolongar una instituci¨®n que los vigila de cerca y que ha presentado pruebas contra Torres y su exmarido por corrupci¨®n. Nada permite pensar que este mes de septiembre no morir¨¢ definitivamente el organismo de Naciones Unidas, que se ha empleado a fondo en los ¨²ltimos a?os por limpiar la vida p¨²blica con el procesamiento de m¨¢s de 600 empresarios, pol¨ªticos y militares y una cuarta parte de los diputados.
Ante el agotamiento del modelo pol¨ªtico guatemalteco las opciones m¨¢s reformistas que podr¨ªan revertir esta situaci¨®n fueron estrat¨¦gicamente desechadas con inhabilitaciones que han dejado fuera opciones como la de la fiscal Thelma Aldana.
¡°Nunca hemos tenido una votaci¨®n tan depresiva como esta. La realidad es que son dos candidatos malos y d¨¦biles con un amplio rechazo y ninguno de ellos genera ilusi¨®n. Un 35% de la poblaci¨®n piensa que hay fraude y otro volumen similar que se alter¨® las elecciones al no dejar participar a varios candidatos¡±, se?ala el analista pol¨ªtico Daniel Hearing.
¡°Sandra Torres tiene un voto clientelar en las zonas rurales que ha trabajado desde hace a?os pero con un rechazo tan grande que podr¨ªa hacerla perder. Por su parte Giammattei es un perdedor nato que se presenta por sexta vez a la presidencia. Pas¨® a segunda vuelta con unos 600.000 votos y la ¨²ltima vez que alguien lleg¨® hasta aqu¨ª con tan pocos votos fue en 1995, pero entonces el padr¨®n electoral era de tres millones de votantes y hoy es de ocho¡±, a?ade Hearing.
Seg¨²n el periodista Juan Luis Font, la votaci¨®n de este domingo ¡°es la ¨²ltima expresi¨®n de un sistema pol¨ªtico agotado y dominado por las ¨¦lites y las mafias que agoniza, pero que ha movilizado todos sus resortes para sostenerse en el poder y ganar cuatro a?os m¨¢s¡±.
Sin embargo, Font subraya que el sistema ha estado tan preocupado en bloquear a los candidatos reformistas que se olvid¨® de las opciones m¨¢s rupturistas y antisistema como la candidatura de la ind¨ªgena Thelma Cabrera, que se qued¨® a 150.000 votos de entrar en la segunda vuelta tras una campa?a de solo dos semanas. Ella es hoy la amenaza m¨¢s seria para el sistema y el avi¨®n que acaba de despegar la ¨²nica esperanza para muchos frente a las urnas. Si tiene suerte, Carlos Vilches o sus hijos volver¨¢n deportados en uno de ellos.
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