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Mauricio Macri tiene un gran desaf¨ªo en la provincia de Buenos Aires. Pese a los esfuerzos de campa?a, su candidatura presidencial no despega en ese distrito enorme que rodea a la capital argentina. Es en Buenos Aires donde Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner es m¨¢s fuerte y su candidato a la gobernaci¨®n, el exministro de Econom¨ªa Axel Kicillof, est¨¢ primero en los sondeos. La preocupaci¨®n del partido de Gobierno es may¨²scula porque la provincia no es cualquier distrito: all¨ª votan el 37% de los argentinos y para igualar su peso electoral hay que sumar a las ocho provincias que le siguen en importancia. El partido que no gana en Buenos Aires dif¨ªcilmente lo haga a nivel nacional. Y Macri, si los sondeos no se equivocan, puede perder en Buenos Aires.

Argentina es un pa¨ªs con 45 millones de habitantes, pero mal distribuidos. Casi la mitad, 20 millones, viven entre la provincia de Buenos Aires y la capital, que lleva el mismo nombre pero es un distrito diferente. Su territorio es m¨¢s grande que Italia y produce el 32,3% del total del PIB. Puede decirse que Buenos Aires es un pa¨ªs en s¨ª mismo, con tierras f¨¦rtiles, industrias y grandes fortunas personales conviviendo con los m¨¢s deprimidos bolsones de pobreza. La suma de todos los males se concentra en los 24 distritos industriales que rodean a la ciudad, el llamado ¡°conurbano bonaerense¡±. All¨ª se api?an 10 millones de personas, y all¨ª el kirchnerismo parece imbatible.

Macri ha perdido el voto de los sectores pobres del conurbano, el m¨¢s golpeado por la crisis econ¨®mica. Los sondeos muestran que la distancia entre el presidente y Alberto Fern¨¢ndez, el candidato kirchnerista, es de unos 10 puntos. En el distrito de La Matanza, basti¨®n peronista donde viven 1,5 millones de personas, la brecha alcanza el 40%. Las cifras, sin embargo, esconden una paradoja. La gobernadora de Buenos Aires, la macrista Mar¨ªa Eugenia Vidal, es la pol¨ªtica con mejor imagen del pa¨ªs. Vidal va por la reelecci¨®n y hoy padece el lastre de su jefe pol¨ªtico. La consultora Federico Gonz¨¢lez y Asociados determin¨® que la papeleta que lleva a Macri y a Vidal suma 31% de los votos. Pero si Vidal fuese sola, sin Macri, su intenci¨®n de voto subir¨ªa hasta el 36%.

En Argentina se puede ¡°cortar boleta¡±, es decir tomar la papeleta, recortar los candidatos que se prefieran para cada cargo y meter en la urna una opci¨®n multipartidaria. Un elector, por ejemplo, puede votar a la macrista Vidal para gobernadora y al kirchnerista Alberto Fern¨¢ndez para presidente. No es un voto imposible. El desaf¨ªo de Macri es que el corte se reduzca al m¨ªnimo y aprovechar as¨ª el envi¨®n de su gobernadora en las urnas. Pero la estrategia tiene sus riesgos: si el peso negativo de Macri es mayor a ese empuje electoral, Vidal puede perder en las primarias de este domingo frente a Kicillof. Un escenario semejante complicar¨¢ las opciones de Vidal en las generales de octubre y dar¨¢ alas al kirchnerismo.

La apuesta de Cristina Fern¨¢ndez para derrotar a Vidal ha sido el ministro Kicillof, un dirigente de menos de 50 a?os que despierta los mismos amores y odios que ella. Para la mitad de los argentinos, Kicillof es la encarnaci¨®n de los tiempos de bonanza econ¨®mica del kirchnerismo; para la otra mitad, es el padre del cepo cambiario y el maquillaje de las cifras oficiales de pobreza e inflaci¨®n. El dirigente ha hecho una campa?a sobre el territorio, con presencia entre los vecinos y lejos de los m¨ªtines masivos que caracterizan al peronismo. La crisis actual es el motor de la popularidad del exministro, pero no es seguro que le alcance para vencer a Vidal. En cualquier caso, el resultado electoral en Buenos Aires ser¨¢ la carne de los an¨¢lisis del lunes, cuando los argentinos dibujar¨¢n el nuevo mapa pol¨ªtico que definir¨¢ octubre.