El este de Alemania vota en unas elecciones marcadas por el auge de la ultraderecha
Los comicios de Sajonia y Brandeburgo de este domingo auguran complicadas coaliciones para mantener aislados a los ultras
Son unas elecciones regionales, pero amenazan con hacer temblar el tablero pol¨ªtico en toda Alemania. Este domingo, Sajonia y Brandeburgo, dos Estados del este del pa¨ªs votan en unos comicios que, seg¨²n las encuestas, supondr¨¢n un auge de la extrema derecha y asestar¨¢n un nuevo golpe a los partidos del Ejecutivo de Berl¨ªn, conservadores y socialdem¨®cratas. Alternativa para Alemania (AfD) podr¨ªa incluso ganar por primera vez en un Land, seg¨²n algunos sondeos. Los resultados se prev¨¦n ajustados y vaticinan dif¨ªciles coaliciones de Gobierno poselectorales, que podr¨¢n a prueba el hasta ahora f¨¦rreo cord¨®n sanitario contra la extrema derecha en Alemania. En octubre, le toca el turno a Turingia, tambi¨¦n en el este.
El descontento latente y explotado por los ultras por los fallos de la reunificaci¨®n de las dos Alemanias, hace ahora 30 a?os, es una de las causas que explica el ¨¦xito de la ultraderecha. Se superpone al declive continuado de los dos grandes partidos alemanes en el Gobierno de Berl¨ªn, la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) y el partido socialdem¨®crata (SPD), cuyos apoyos han ido mermando en los ¨²ltimos dos a?os.
¡°Est¨¢ claro que hay un descontento en el este, un sentimiento de decepci¨®n cuando se compara con el oeste y AfD ha conseguido erigirse portavoz de esa parte de la poblaci¨®n¡±, interpreta J¨¹rgen Falter, polit¨®logo de la Universidad de Mainz, quien vaticina que el d¨ªa despu¨¦s de las elecciones ¡°va a resultar muy dif¨ªcil formar una coalici¨®n sin AfD. Los conservadores igual tienen incluso que pactar con Die Linke [el partido de la izquierda], lo nunca visto¡±.
Las ¨²ltimas encuestas indican que AfD estar¨ªa igualado con el SPD en torno al 21% en Brandeburgo. En Sajonia, la CDU en cabeza, con un 31% de intenci¨®n de voto, habr¨ªa logrado en los ¨²ltimos d¨ªas agrandar su ventaja respecto a AfD, situado en torno a seis puntos porcentuales por debajo, seg¨²n varios sondeos.
¡°Estas son unas elecciones hist¨®ricas¡±, no oculta su entusiasmo Etgar Naujok, presidente de la agrupaci¨®n de AfD en Leipzig, en los m¨¢rgenes de un mitin en Sajonia. ¡°Los otros partidos no han hecho nada en 30 a?os. En 1989, los ciudadanos salieron a la calle y ahora pueden propiciar una segunda revoluci¨®n pac¨ªfica si votan a AfD. Est¨¢n demostrando que tienen el valor de salir y cambiar las cosas. Es la primera vez que AfD puede llegar a un gobierno y seria una se?al para toda Alemania. Todo el pa¨ªs se puede te?ir de azul¡±, interpreta Naujok en conversaci¨®n con este diario.
El freno a la inmigraci¨®n, el escepticismo ante lo que consideran pol¨ªticas clim¨¢ticas hist¨¦ricas y el desprecio casi visceral a la canciller Angela Merkel, de la que dicen ha ¡°islamizado¡± Alemania por permitir la entrada de m¨¢s de un mill¨®n de refugiados, son algunas de las ideas fuerza que se repiten en los m¨ªtines de la formaci¨®n de extrema derecha y en las barras de muchos bares del este de Alemania. De fondo, el sentimiento de que no han dejado de ser ciudadanos de segunda tras una reunificaci¨®n, en la que el este ha alcanzado envidiables cotas de bienestar, pero donde la equiparaci¨®n plena con el oeste no acaba de llegar.
Efervescencia ecologista
Junto al ascenso ultra, en el lado opuesto del espectro ideol¨®gico se prev¨¦ tambi¨¦n una fuerte subida de Los Verdes, el partido que vive una efervescencia pol¨ªtica in¨¦dita al calor de una crisis clim¨¢tica convertida en la mayor preocupaci¨®n de los alemanes. A pesar de que la formaci¨®n ecologista ha sido una fuerza tradicionalmente menos presente en el este del pa¨ªs, en estas elecciones, podr¨ªan dar la sorpresa.
Esta semana, durante una noche preelectoral en Potsdam, la capital de Brandeburgo, Robert Habeck, el carism¨¢tico l¨ªder de Los Verdes respond¨ªa a las preguntas de unos 200 ciudadanos sentados en c¨ªrculo a su alrededor. Un grupo de j¨®venes de 16 a?os, que votan por primera vez, han venido a escuchar y tratan todav¨ªa de decidir a qui¨¦n votar¨¢n el domingo. ¡°S¨¦ que se hicieron muchas cosas mal durante la reunificaci¨®n pero, para m¨ª, las diferencias con el oeste no son un factor decisivo, es pura instrumentalizaci¨®n de la extrema derecha. Me gustar¨ªa votar al partido que sea mejor para frenar a AfD. Tenemos miedo a que la historia se repita. ?Es que no han aprendido nada?¡±, se pregunta el joven Jan Hoffman.
¡°[AfD] Vive de explotar la frustraci¨®n, pero no tienen propuestas, no ofrecen soluciones¡±, a?ade su amiga Linn Sch?fer, tambi¨¦n de 16 a?os. El extremismo, el precio de los alquileres o la transici¨®n del fin del carb¨®n en esta regi¨®n minera son algunos de los asuntos por los que preguntan los ciudadanos y a los que Habeck responde uno por uno.
En Sajonia, el Land que hace frontera con Polonia, la CDU gobierna con el SPD en una gran coalici¨®n similar a la que gobierna en Berl¨ªn, a falta de los b¨¢varos de la CSU. En Brandeburgo, el Estado tambi¨¦n fronterizo que rodea a Berl¨ªn, el SPD gobierna con Die Linke. Los socialdem¨®cratas han gobernado en este Estado pr¨®ximo a Berl¨ªn desde la reunificaci¨®n alemana a principios de los noventa. Perderlo, supondr¨ªa un nuevo batacazo para un partido en ca¨ªda libre e inmerso en un proceso de renovaci¨®n de su liderazgo. El nuevo l¨ªder no ser¨¢ nombrado hasta diciembre, con la idea de que la debacle prevista en el este no manche a los nuevos dirigentes y que puedan arrancar con buen pie.
Ingo Senftleben, candidato de la CDU en Brandeburgo, aseguraba recientemente a un grupo de periodistas extranjeros que el cord¨®n sanitario es inquebrantable. ¡°No contemplamos ninguna cooperaci¨®n con AfD. El resto se decidir¨¢ a partir del 1 de septiembre. Se trata de que salgan adelante las mejores ideas al margen de qui¨¦n las proponga¡±. Y a?ad¨ªa: ¡°AfD en Brandeburgo es un partido radical que no se ajusta al consenso democr¨¢tico¡±.
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