¡°La reunificaci¨®n juega un papel fundamental en el ascenso de Afd ¡±
La pol¨ªtica sociadem¨®crata del Gobierno de Sajonia cree que la falta reconocimiento de los logros en el Este alimentan el auge ultra
Petra K?pping (1958, Nordhausen) es la ministra regional de Igualdad e Integraci¨®n del partido socialdem¨®crata alem¨¢n (SPD) en Sajonia. Su partido gobierna en coalici¨®n con los conservadores en este Land del Este de Alemania, que el domingo acude a las urnas y en el que se prev¨¦ un notable ascenso de la ultraderecha, Alternativa para Alemania (AfD). K?pping es adem¨¢s, profunda conocedora de la sociedad de la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA), parte de la cual vuelca ahora sus frustraciones en un voto protesta. K?pping trata de analizar el fen¨®meno en su libro Integradnos primero a nosotros y en una entrevista con este diario en su oficina en Dresde.
Pregunta. ?Crece la divisi¨®n entre el Este y el Oeste de Alemania?
Respuesta. Todas las investigaciones y estudios lo reflejan. Despu¨¦s de 30 a?os [de la ca¨ªda del muro], la cuesti¨®n del Este vuelve a ser un tema importante. La gente se dio cuenta en las ¨²ltimas elecciones generales [2017] que hay una grieta que recorre Alemania. En el Este, AfD obtuvo el doble de votos que en el oeste. Creo que el tema de la reunificaci¨®n y la revoluci¨®n pac¨ªfica ha jugado un papel fundamental en el ascenso de AfD.
P. ?Por qu¨¦?
R. Sienten que son la generaci¨®n que reconstruy¨® el pa¨ªs. Los que se quedaron [en el Este], tuvieron que trabajar por poco dinero, porque les dec¨ªan que si no, cerrar¨ªan las empresas y se quedar¨ªan sin trabajo. Aceptaron trabajos por debajo de sus cualificaciones. Dijeron, vamos a reconstruir este pa¨ªs y ahora, despu¨¦s de 30 a?os obtienen una pensi¨®n de 500 euros y piensan ?qu¨¦ es esto? Aqu¨ª la gente ha creado todo por s¨ª mismos y se aferran a lo que tiene cuando vienen los cambios, ya sean nuevas personas, la digitalizaci¨®n o la globalizaci¨®n. Piensan que pueden perderlo y que esta vez no ser¨¢n capaces de empezar de cero. En el oeste, la gente tiene herencias y capital que en el este no tienen.
P. ?Pero por qu¨¦ justo afloran ahora las frustraciones?
R. Nuestras encuestas muestran que los j¨®venes entre 17 y 25 a?os tienen el mismo sentimiento de ciudadanos de segunda clase que los mayores de 60. Este no es un tema que vaya a desaparecer de la noche a la ma?ana. Los soci¨®logos explican que hacen falta tres generaciones para poder procesar un cambio como el que vivimos en el este de Alemania. Hay que tener en cuenta tambi¨¦n las diferencias econ¨®micas. La gente en el este gana 700 euros menos que en el oeste de media y eso tambi¨¦n afecta a las pensiones. Ese problema afecta a todas las generaciones.
P. Los noventa fueron una cat¨¢strofe econ¨®mica, pero la situaci¨®n actual no tiene nada que ver, nunca antes el desempleo hab¨ªa sido menor en Alemania.
R. S¨ª, pero mucha gente siente que se denigra su trayectoria laboral. Expl¨ªquele a un obrero que cobrar¨¢ mucho m¨¢s en Hamburgo por hacer lo mismo que en Dresde. Va a pensar que su trabajo tiene meos valor. Adem¨¢s, somos los obreros del oeste. Las grandes empresas del DAX no est¨¢n aqu¨ª. Los grandes institutos, tambi¨¦n en el Este, los dirige gente del oeste. Cuando vas a las ciudades, a Leipzig o a Dresde, ves que todas las mansiones pertenecen a alguien del oeste.
P. En el Gobierno federal apenas una ministra procede del Este.
R. Toda esta estructura de dirigentes es tambi¨¦n denigrante. Hab¨ªa mucha esperanza en la canciller Merkel, por ser una mujer y del este, pero en seguida borr¨® el tema del este de Alemania de su vocabulario cuando asumi¨® el poder. Por eso, la frustraci¨®n con Merkel es especialmente grande, porque la gente del Este hab¨ªa albergado esperanzas con ella.
P. ?La inversi¨®n en el Este ha sido multimillonaria. ?Qu¨¦ se podr¨ªa hacer diferente?
R. No es suficiente preocuparse de las infraestructuras, de construir nuevas autopistas y de nuevos instrumentos de financiaci¨®n para el este. Creo que el tema del reconocimiento de los logros vitales y la dignificaci¨®n de la vida laboral son cuestiones olvidadas. No se trata de que la gente pase hambre, sino del reconocimiento del trabajo que hicieron en la RDA.
P. ?C¨®mo se ha aprovechado AfD de esta situaci¨®n?
R. Muchos votantes de AfD?son gente con este tipo de problemas. La gente ha perdido la esperanza. Muchos saben que?AfD no va a ser distinto, pero piensan que puede ejercer de revulsivo, que por lo menos har¨¢ que los pol¨ªticos despierten. Luego est¨¢n los que creen de verdad en los objetivos de?AfD como poner freno a la inmigraci¨®n, contra los derechos de los homosexuales¡
P. ?Qu¨¦ papel juega la llegada de refugiados en el ascenso de la ultraderecha?
R. En 2015, hubo gente que no estuvo de acuerdo con la decisi¨®n de la canciller. Cuando llegaron los refugiados, la gente ven¨ªa y me dec¨ªa: t¨² y tus refugiados, por qu¨¦ no te preocupas antes de nosotros. Les dijeron: no hay dinero para las cosas que les importaban, y de repente vinieron los refugiados y entonces s¨ª hab¨ªa dinero para integrar a los refugiados, lo cual es lo correcto, lo que hay que hacer. Pero la gente dec¨ªa, muy bien, pero integrarnos a nosotros primero. As¨ª es c¨®mo lo vive la gente. La frontera est¨¢ clara, cuando alguien hace un comentario racista, yo no sigo hablando, pero otra cosa es cuando la gente me explica sus problemas.
P. El domingo hay elecciones. ?Mantendr¨¢ el resto de fuerzas pol¨ªticas el cord¨®n sanitario incluso si AfD gana?
R. Todos los partidos lo rechazamos, pero no sabemos qu¨¦ puede pasar despu¨¦s de las elecciones. La CDU lo ha descartado, pero otra cuesti¨®n es que lo mantenga si por ejemplo hay negociaciones dif¨ªciles para formar Gobierno.
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