El hombre que construy¨® un Gobierno en 20 d¨ªas
El presidente de la Rep¨²blica, Sergio Mattarella, ha sido crucial en un agosto de v¨¦rtigo que ha cambiado radicalmente el rumbo pol¨ªtico de Italia
El mi¨¦rcoles ten¨ªa que estar listo. Quedaban solo algunos flecos, le prometieron la noche anterior. Pero a la hora de comer, PD y M5S segu¨ªan discutiendo encarnizadamente. Luigi di Maio, l¨ªder de los grillinos, se hab¨ªa vuelto un personaje inc¨®modo y la refriega interna en su partido para uno de los puestos clave era cada vez m¨¢s ¨¢spera. Pasada la una del mediod¨ªa, todo iba a saltar por los aires. Sergio Mattarella, presidente de la Rep¨²blica, un hombre habitualmente flexible y dialogante, dijo basta. ¡°Hoy termina mi tutela, no pod¨¦is ir m¨¢s all¨¢¡±, les advirti¨®. O se pon¨ªan de acuerdo, o formar¨ªa un Gobierno t¨¦cnico y convocar¨ªa elecciones, apuntan en su entorno. La amenaza desbloque¨® una negociaci¨®n rel¨¢mpago y puso fin a 20 d¨ªas de v¨¦rtigo en los que Mattarella marc¨® de forma implacable el ritmo de la crisis pol¨ªtica m¨¢s psicod¨¦lica de los ¨²ltimos tiempos en Italia.
Los tiempos cortos que impuso Mattarella para llegar a un acuerdo fueron cruciales para evitar que todo naufragase
Sergio Mattarella (Palermo, 78 a?os), duod¨¦cimo presidente de la Rep¨²blica, se ha convertido en la ¨²ltima frontera pol¨ªtica del Estado en tiempos convulsos. Hermano de Piersanti Mattarella, hist¨®rico l¨ªder de la Democracia Cristiana asesinado por la Cosa Nostra en Palermo el d¨ªa de Reyes de 1980, pertenece a una clase pol¨ªtica en extinci¨®n. Juez constitucional, dos veces vicepresidente del Consejo de Ministros, tres ocasiones ministro, fue elegido en cuarta votaci¨®n en 2015 durante el Gobierno de Matteo Renzi. Hombre de pocas palabras y mucho trabajo, es el l¨ªder m¨¢s valorado de Italia. Tambi¨¦n el m¨¢s discreto. ¡°Habla poco y cuando lo hace tiene mucho peso. Invoca siempre principios generales, no es un presidente ret¨®rico. Es enjuto, ese tipo de siciliano austero en las formas, nada barroco¡±, se?ala el polit¨®logo Piero Ignazi. Incluso cuando, como este verano, toca navegar en la tormenta.
El 8 de agosto, cuando Matteo Salvini rompi¨® su alianza con el M5S mientras se paseaba por un chiringuito de playa, Mattarella acababa de empezar las vacaciones con su familia en Cerde?a. Ni ¨¦l ni nadie en el Palacio del Quirinal esperaban la bomba. No hab¨ªa plan b, cuentan en su entorno, desmarc¨¢ndole de una operaci¨®n paralela. ¡°Aquello daba la impresi¨®n de ser el final de una ¨¦poca, la llegada de unas elecciones. Parec¨ªa imposible un acuerdo entre PD y M5S, pero se movieron algunas cosas. La ¨²nica condici¨®n que puso el presidente fue que todo se hiciera de forma veloz. Escuch¨® se?ales del Parlamento y, como es su deber, dej¨® que las cosas sucedieran¡±, insisten estas fuentes.
La figura del presidente de la Rep¨²blica en Italia no tiene parang¨®n en los grandes pa¨ªses de Europa. Es el jefe de Estado no elegido a trav¨¦s del sufragio universal ¡ªlo escoge el Parlamento¡ª con m¨¢s atribuciones y flexibilidad. Su mandato dura siete a?os, en parte, para evitar la coincidencia con los ciclos electorales (cada cinco a?os) y garantizar su independencia. El presidente, que nombra al primer ministro y a su equipo, cuenta con gran margen de oscilaci¨®n dentro de la Constituci¨®n para navegar en la diab¨®lica fragmentaci¨®n parlamentaria. Giuliano Amato, dos veces premier, sol¨ªa decir que es ¡°un poder acorde¨®n¡± que permite expandir y disimular el nivel de intervenci¨®n seg¨²n la situaci¨®n. A Giorgio Napolitano (presidente entre 2006 y 2015), bestia negra de Silvio Berlusconi, le gustaba subrayar su intervencionismo. Mattarella, un democristiano de manual, prefiere la sutileza. Pero necesita interlocutores fiables, y Di Maio y Salvini nunca lo fueron.
En el reparto, ponderado con los resultados de 2018 y la situaci¨®n actual, el PD se qued¨® con la interlouci¨®n europea y el M5S con todo el Palacio Chigi
Conte, un abogado que ha aprendido a moverse dentro del mismo esquema jur¨ªdico, se gan¨® su confianza. Hoy hablan pr¨¢cticamente a diario, cuenta una persona que trata con ambos, y ha surgido una buena relaci¨®n (aunque se llamen de usted, como hace siempre Mattarella con quienes conoci¨® siendo ya presidente). Hubo momentos de cercan¨ªa, como cuando hicieron desembarcar a los 137 inmigrantes de la nave Diciotti [la operaci¨®n conjunta, en agosto de 2018, provoc¨® la ira de Salvini]. ¡°Pero el momento m¨¢s intenso fue cuando trabajaron para evitar el procedimiento de infracci¨®n de la Uni¨®n Europea. Siempre hubo estima, pero quiz¨¢ ah¨ª se pas¨® a un estadio distinto¡±, apuntan las mismas fuentes.
Mattarella siempre estuvo al tanto de una negociaci¨®n que tuvo tres fases y un acuerdo de fondo: llegar a enero de 2022 para pilotar la elecci¨®n del siguiente presidente de la Rep¨²blica. Los grillinos controlar¨ªan el Palacio Chigi, y el PD la interlocuci¨®n con Europa [tendr¨ªan un comisario europeo, al ministro de Econom¨ªa y al de Asuntos Europeos]. Pero las ¨²ltimas 36 horas fueron una monta?a rusa, cuenta un diputado socialdem¨®crata cercano a la negociaci¨®n. ¡°Se acord¨® atribuir al M5S una ligera mayor¨ªa en n¨²mero de ministros. Se ponder¨® el peso del resultado de marzo de 2018 y el estado actual de ambos partidos, donde el PD superar¨ªa al M5S. Aceptamos que Conte fuera primer ministro, entregamos la acci¨®n de oro. Pero para conservar el equilibrio, Di Maio no pod¨ªa ser viceprimer ministro. Dario Franceschini [uno de los negociadores del PD que sonaba para el otro puesto de viceprimer ministro] dio un paso atr¨¢s y desactiv¨® ese esquema¡±. Pero abri¨® otra grieta.
Matarella pidi¨® que al frente de Interior hubiese un perfil t¨¦cnico que evitase la propaganda con la inmigraci¨®n
El reparto estaba claro: 9 ministros del PD, 10 del M5S y dos independientes. Pero los jefes pol¨ªticos, visto que Conte quedaba al mando y no tendr¨ªa a ninguno de ellos debajo, quisieron agenciarse algunos puestos clave, como el Ministerio del Interior. Mattarella interviene poco, pero esta vez exigi¨® que esa cartera no estuviese en manos de un pol¨ªtico que pudiera utilizarla de nuevo con fines electorales. Surgi¨® un nombre (no lleg¨® desde el PD ni desde M5S). No hizo falta insistir. Luciana Lamorgese, una t¨¦cnico independiente que ejerci¨® como jefa de gabinete de los predecesores de Salvini, Marco Minniti y Angelino Alfano, y prefecta en varias regiones, fue aceptada de inmediato, evitando otra guerra.
La sustituta de Salvini, quiz¨¢ la mayor ruptura emocional con el anterior Ejecutivo, no tiene ni redes sociales y ha sido muy apreciada por todos los partidos all¨¢ donde ha ejercido. Lejos de un acercamiento buenista a la cuesti¨®n migratoria, cunde la sensaci¨®n de que mantendr¨¢ cierta dureza y permitir¨¢ lanzar un mensaje m¨¢s humano. Justo lo que quer¨ªa Mattarella, entre otras cosas, para pacificar lo que le queda de mandato. Visto el papel que ha jugado, la elecci¨®n de su sucesor ser¨¢ la verdadera batalla de los pr¨®ximos a?os.
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