Los sindicatos paralizan de nuevo Buenos Aires
El Gobierno estudia la concesi¨®n de un bono de unos 100 d¨®lares a los trabajadores del sector privado
Buenos Aires volvi¨® a quedar paralizada. Varias organizaciones sindicales convocaron hasta diez concentraciones distintas en la capital argentina, en demanda de mejoras salariales. Las protestas coincidieron con un nuevo giro social del Gobierno de Mauricio Macri, que estudia la concesi¨®n de un bono extraordinario de 5.000 pesos (unos cien d¨®lares) a todos los trabajadores del sector privado y no piensa oponerse a un proyecto de ley sobre emergencia alimentaria que tramita la oposici¨®n peronista.
El ministro de Producci¨®n y Trabajo, Dante Sica, confirm¨® que, a la espera de que el jueves se conociera la inflaci¨®n de agosto, probablemente cercana al 5%, pensaba ampliar a los trabajadores de la empresa privada el bono de 5.000 pesos que ya recibieron en agosto los empleados p¨²blicos. ¡°El salto inflacionario que estamos sufriendo, producto de la devaluaci¨®n despu¨¦s de las elecciones primarias (PASO), est¨¢ generando bastante inquietud por la p¨¦rdida de salario real¡±, dijo el ministro. Agreg¨® que hab¨ªa que evaluar con cuidado ¡°el impacto de este tipo de bono sobre las peque?as empresas¡±, faltas de financiaci¨®n, y su efecto sobre una inflaci¨®n en alza.
El sindicato mayoritario Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT) hizo saber, tras reunirse con Dante Sica, que la cuesti¨®n del bono estaba pr¨¢cticamente cerrada y que solo faltaba decidir si los 5.000 pesos se pagar¨ªan de una vez, a finales de septiembre, o en dos plazos divididos entre septiembre y octubre.
Los sindicatos que el martes paralizaron Buenos Aires y los centros urbanos de otras ciudades fueron la Asociaci¨®n de Trabajadores del Estado (ATE) y el resto de gremios que integran la?Central de Trabajadores de Argentina (CTA), generalmente vinculados con el flanco izquierdo del kirchnerismo. La oposici¨®n peronista present¨® el lunes en la C¨¢mara de Diputados un proyecto sobre emergencia alimentaria que exige al Gobierno ¡°un incremento m¨ªnimo del 50%¡± en los programas destinados a combatir el hambre. Seg¨²n Leonardo Grosso, uno de los diputados que promovieron la iniciativa conjunta, ser¨ªa necesario reasignar al menos 8.000 millones de pesos (unos 160 millones de d¨®lares) a estos programas de asistencia, rest¨¢ndolos de otros programas para evitar un coste fiscal.
El Gobierno de Mauricio Macri indica que si la iniciativa sale adelante, cosa probable porque la oposici¨®n dispone de mayor¨ªa en la C¨¢mara, no la bloquear¨¢. Por dos razones: una, porque no quiere ser considerado obstruccionista en una cuesti¨®n como el hambre; dos, porque si, como parece, Alberto Fern¨¢ndez gana las elecciones del 27 de octubre, ser¨ªa un Gobierno peronista quien tendr¨ªa que asumir posibles costes adicionales. Fern¨¢ndez declar¨® el lunes que el pr¨®ximo Gobierno recibir¨ªa ¡°una econom¨ªa destruida y un escenario internacional poco f¨¢cil¡±, pero a?adi¨® que ¨¦l no ir¨ªa ¡°contra la gente¡±. ¡°Vamos a poder luchar contra el hambre que aqueja a la Argentina¡±, asegur¨®. Tambi¨¦n se?al¨® que su prioridad ser¨ªa un aumento de los salarios y de las jubilaciones, para recomponer el consumo interno.
Los costes sociales de la crisis han obligado al Gobierno de Macri a acabar con la austeridad presupuestaria impuesta por el Fondo Monetario Internacional, que el a?o pasado concedi¨® un pr¨¦stamo de 57.000 millones?de d¨®lares cuya devoluci¨®n, tras?el default parcial anunciado el 28 de agosto, est¨¢ en el aire. El nuevo ministro de Hacienda, Hern¨¢n Lacunza, viajar¨¢ este mes a Washington para intentar convencer al FMI de que desembolse los 5.400 millones de d¨®lares que ten¨ªa previsto entregar a Argentina en septiembre. El humor de los t¨¦cnicos del FMI se ha agriado tras el anuncio de la suspensi¨®n de pagos parcial, la implantaci¨®n de controles sobre la compraventa de divisas y las numerosas desviaciones presupuestarias, que vulneran el acuerdo firmado en 2018, y el pago de los plazos restantes del pr¨¦stamo podr¨ªa aplazarse como m¨ªnimo hasta despu¨¦s de las elecciones.
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