Los incendios avivan la pol¨¦mica pol¨ªtica en Bolivia

La persistencia de los incendios desatados hace un mes en Bolivia ha esparcido la desesperaci¨®n entre pobladores y autoridades, y tambi¨¦n ha avivado la disputa pol¨ªtica, a falta de poco m¨¢s de un mes para las elecciones presidenciales. Los m¨²ltiples fuegos activos en Santa Cruz, en el Este del territorio boliviano, en la frontera con la Amazonia, han arrasado casi dos millones de hect¨¢reas, el 30% zona forestal. El fuego ha afectado ¨¢reas protegidas ricas en flora y fauna.

Con enormes esfuerzos, y apoyados por tres aviones especializados que el Gobierno de Evo Morales envi¨® para combatir la emergencia, los equipos de bomberos lograron apagar alguno de los incendios para enterarse, horas despu¨¦s, de que hab¨ªan resurgido otros en lugares. Tres bomberos, dos de ellos voluntarios, han muerto en las ¨²ltimas dos semanas durante las tareas de extinci¨®n en distintas zonas.

Los expertos internacionales han alertado a las autoridades bolivianas de que hay condiciones favorables ¡ªcausadas por la extrema sequ¨ªa y los fort¨ªsimos vientos¡ª para que los incendios, que est¨¢n generando ¡°bolas de fuego¡±, se desplacen de un sitio a otro. Seg¨²n han explicado, son incendios de ¡°sexta generaci¨®n¡±, por la velocidad a la que avanzan, unas 4.000 hect¨¢reas por hora.

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Este tipo de incendios, que en los dos ¨²ltimos a?os se dieron en Chile y en California (EE UU), pueden poner en riesgo a los centros poblados. Este martes un fuego abras¨® un grupo de viviendas en San Mat¨ªas ¡ªpoblaci¨®n situada a unos 600 kil¨®metros de la ciudad de Santa Cruz¡ª que hab¨ªa sido evacuado.

Aunque la campa?a electoral, suspendida durante una semana, tendr¨ªa que continuar, los candidatos casi no se atreven a tocar otros asuntos que no sean la crisis ambiental. La opini¨®n de la poblaci¨®n sobre esta crisis, y sobre todo sobre sus causas, est¨¢ completamente politizada. El punto de choque es la declaraci¨®n de desastre nacional, que la oposici¨®n exige para atraer m¨¢s ayuda internacional y que el Gobierno de Morales se niega a adoptar porque supondr¨ªa admitir que carece de capacidad para enfrentar el problema.

Acusaciones cruzadas

Una asamblea de instituciones de Santa Cruz hizo una declaraci¨®n ciudadana de desastre nacional y exigi¨® que la Administraci¨®n de Evo Morales abrogue una ley de 2015, que permite el ¡°desmonte¡± (la deforestaci¨®n) de hasta 20 hect¨¢reas por parte de los peque?os propietarios. No pidi¨® lo mismo, en cambio, para el decreto que permite la deforestaci¨®n y las quemas controladas en esa ciudad y de la vecina regi¨®n del Beni, en las zonas que hubieran sido catalogadas como de transici¨®n entre bosques y cultivos agropecuarios. Se trata de un decreto apoyado por los empresarios y que, recientemente, Amnist¨ªa Internacional pidi¨® anular.

La reuni¨®n de instituciones cruce?as fue tumultuosa por la pol¨¦mica entre quienes consideran a las poderosas organizaciones agropecuarias corresponsables de lo que est¨¢ sucediendo, y quienes las defienden y culpan a los inmigrantes ind¨ªgenas asentados por el Gobierno en el este del pa¨ªs, a los que achacan que no tienen el conocimiento necesario para trabajar en tierras con bosques.

El gobernador de Santa Cruz, Rub¨¦n Costas, aprob¨® una pausa ecol¨®gica en el ¨¢rea afectada que incluye la suspensi¨®n de nuevos asentamientos. Los campesinos, cercanos al Movimiento al Socialismo, amenazaron con una marcha. Esta fractura se siente tambi¨¦n en el trabajo de apagado de los incendios: los bomberos han denunciado que los incendios no solo se contagian de por s¨ª, pues algunos agricultores, indiferentes a la conmoci¨®n general, siguen ¡°chaqueando¡±, es decir, usando el fuego para preparar sus parcelas. Sin embargo, no ha quedado claro qui¨¦nes han sido los responsables de estas acciones.

De momento, los incendios no parecen haberle pasado factura pol¨ªtica al presidente Evo Morales. La ¨²ltima encuesta de la televisora Unitel encontr¨® que las tendencias electorales de antes y despu¨¦s de la crisis no cambiaron: Morales sigue en cabeza, con 36% de intenci¨®n de voto, mientras que el expresidente Carlos Mesa obtiene el 25%.