El supuesto esp¨ªa que huy¨® de Putin y aparece en la gu¨ªa de tel¨¦fono
EE UU ayud¨® a huir en 2017 a un informante de la trama rusa clave para la CIA. Medios rusos afirman que se trata de un hombre que desapareci¨® en Montenegro y tiene casa en Virginia sin haber cambiado de identidad
?C¨®mo vive un esp¨ªa fugado? O m¨¢s bien, ?c¨®mo viven los informantes de los esp¨ªas que huyen de su pa¨ªs? Una elegante casa en un pueblo de Virginia llamado Stafford, rodeada de naturaleza, casi hu¨¦rfana de vecinos, con una canasta de baloncesto y un improvisado aviso en papel que insta a ¡°no acercarse, propiedad privada¡±, es la que se le atribuye al supuesto topo que Estados Unidos tuvo en el coraz¨®n del Kremlin durante a?os. El lunes la noticia corri¨® como la p¨®lvora: los servicios de inteligencia hab¨ªan ¡°extra¨ªdo¡± de Rusia en 2017 a quien hab¨ªa sido una fuente clave de la CIA en la investigaci¨®n de la injerencia electoral de Mosc¨² porque tem¨ªan por su seguridad y lo hab¨ªa instalado en EE UU. Y esa misma tarde las primeras c¨¢maras de televisi¨®n llegan a la vivienda de Stafford, ahora vac¨ªa, de la que el ruso en cuesti¨®n aparec¨ªa como propietario. Se sabe por algo tan sencillo como que aparece en los registros p¨²blicos, la compra del inmueble, el 5 de junio de 2018, aparece recogida ni m¨¢s ni menos que en la secci¨®n de novedades inmobiliarias de The Washington Post a su nombre y el de su esposa: 925.000 d¨®lares. Hay muchas formas de imaginar la vida de un esp¨ªa que escapa de Vlad¨ªmir Putin, pero la mayor¨ªa implican, como m¨ªnimo, un cambio de identidad.
Es necesario retroceder dos a?os y mirar a los Balcanes para empezar esta historia. En julio de 2017, el funcionario ruso Oleg Smolenkov se evapora junto a su esposa y tres hijos cuando se encontraban de vacaciones en Montenegro. Rusia abre una investigaci¨®n criminal con poco ¨¦xito. A los Smolenkov se los ha tragado la tierra y todas las pesquisas sobre un posible asesinato o rapto acaban por no llevar a nada. Y esta semana, dos a?os y dos meses despu¨¦s, la cadena de televisi¨®n CNN publica la operaci¨®n de ¡°extracci¨®n¡± del topo que la CIA hab¨ªa? reclutado tiempo atr¨¢s. Fuentes an¨®nimas del Gobierno americano o de inteligencia fueron confirmando los detalles a prensa local sin revelar su identidad por motivos de seguridad. Pero un peri¨®dico ruso, Kommersant, public¨® el nombre del supuesto informante: Oleg Smolenkov. Ni la inteligencia estadounidense ni la Administraci¨®n confirman, l¨®gicamente, la identidad del supuesto esp¨ªa. Smolenkov ha vuelto a desaparecer del mapa.
Para el com¨²n de los mortales, el episodio es propio de una novela de la Guerra Fr¨ªa. En Washington DC, es un d¨ªa m¨¢s en la oficina. Una concentraci¨®n apabullante de poder ¡ªcon todas las embajadas del mundo, el Gobierno federal de la primera potencia, el Pent¨¢gono, el FBI, la CIA, grandes organismos econ¨®micos internacionales y una interminable comunidad de lobistas¡ª han hecho de este trozo de Am¨¦rica algo parecido a la capital mundial del espionaje. Lo atestigua su propio museo tem¨¢tico, una gu¨ªa de lugares emblem¨¢ticos repartidos por la ciudad y, tambi¨¦n, misterios muy recientes, como la muerte de un exministro de Vlad¨ªmir Putin, ex alto ejecutivo del grupo medi¨¢tico RT, en 2015 por una ca¨ªda supuestamente accidental en una habitaci¨®n de hotel en Dupont Circle.
Lo que es menos habitual es escribir el nombre del supuesto topo rescatado del Kremlin y encontrarlo en algo tan prosaico como una gu¨ªa de contactos y registros como Whitepages junto al de su esposa, Antonina. Dos direcciones aparecen vinculadas a Smolenkov: una, la de una casa registrada en propiedad en Stafford, a una hora de Washington. La otra, la que cita Whitepages, en Sterling (Virginia), a 40 minutos de la capital, sin citar un n¨²mero de tel¨¦fono. Viviera donde viviera, ?qu¨¦ clase de esp¨ªa huye de su pa¨ªs, por miedo a las represalias de Putin, para vivir bajo su nombre real a una hora de la Embajada rusa?
¡°Es infrecuente, pero puede ocurrir, yo me encontr¨¦ con dos casos as¨ª¡±, arranca a contestar Joseph Augustyn, un exveterano de la CIA que dirigi¨® precisamente el centro de operaciones de reubicaci¨®n de desertores. ¡°Se les da protecci¨®n y se les recomienda encarecidamente que acepten un seud¨®nimo, la mayor¨ªa entiende los riesgos y lo hace, pero al final es decisi¨®n de ellos y en alguna ocasi¨®n, el cambio de identidad es demasiado traum¨¢tico para la familia, la esposa, los hijos, que ya han tenido que dejar su pa¨ªs para siempre, tienen muchas dificultades para adaptarse a la sociedad estadounidense¡±, explica.
En la traves¨ªa de Smolenkov, desde un puesto anodino de funcionario en los 90, al supuesto estatus de protegido de los servicios de inteligencia en Estados Unidos en la actualidad, hay un hombre clave: el exembajador ruso en Washington Yuri Ushakov. El identificado como topo trabaj¨® en la legaci¨®n diplom¨¢tica, y con un papel de ¡°segundo secretario¡± entre al menos 2006 y 2008, seg¨²n registros diplom¨¢ticos citados por The Washington Post. De vuelta a Mosc¨², en torno a 2010, sigui¨® trabajando Ushakov, que poco despu¨¦s cercano a Vlad¨ªmir Putin, lo que pudo abrir las puertas al departamento de presidencia.
Esta parte del periplo es p¨²blica, a partir de ah¨ª, poco m¨¢s se conoce, como el momento exacto en que supuestamente fue reclutado por la CIA, si en EE UU, o cuando viv¨ªa en la madre patria. Fuentes de la Administraci¨®n estadounidense se han limitado a confirmar a la prensa local que llevaba muchos a?os colaborando. Con la gravedad de las revelaciones sobre la llamada trama rusa -la estratagema que EE UU atribuye a Putin para interferir en las elecciones presidenciales de 2016 y favorecer la victoria de Donald Trump-, la CIA temi¨® por la seguridad de su informante y opt¨® por la extracci¨®n.
D¨®nde instalar a esas familias a vivir -cada a?o llegan discretamente desertores de Rusia, China o Corea del Norte- supone otro problema. Aunque el sentido com¨²n hace pensar que lo mejor ser¨ªa alejarles del ¨¢rea metropolitana donde m¨¢s esp¨ªas residen por metro cuadrado, habida cuenta de la concentraci¨®n de poder pol¨ªtico y econ¨®mico que existe en Washington, adem¨¢s de las embajadas de todo el mundo, no siempre es f¨¢cil. ¡°Estos tipos que recolocamos suelen ser personas importantes en sus pa¨ªses y quieren seguir sinti¨¦ndose as¨ª aqu¨ª, que est¨¢n en acci¨®n, y si les decimos que por seguridad les queremos llevar a un pueblo de Nebraska u Ohio, no est¨¢n muy felices, prefieren vivir cerca de ciudades como Washington¡±, a?ade Augustyn, ahora consultor de seguridad en el sector privado.
Rusia se ha afanado estos d¨ªas en recalcar que Smolenkov era nadie importante, que en efecto trabajaba en la Administraci¨®n presidencial pero que no ten¨ªa contacto directo con Putin. ¡°Toda esta especulaci¨®n de los medios estadounidense sobre qui¨¦n lo extrajo y sobre qui¨¦n le salv¨® es m¨¢s de novela barata, de literatura de intriga, as¨ª que dej¨¦moselo a ellos", dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin. Tambi¨¦n apunt¨® que Smolenkov hab¨ªa sido despedido antes de desaparecer.
¡°Un ciudadano ruso desapareci¨® en territorio extranjero junto a su familia y ahora sale la historia en los medios de que est¨¢ en Estados Unidos¡±, se?al¨® otra portavoz de Exteriores rusa, Maria Zakharova, ¡°as¨ª que se han planteado cuestiones a trav¨¦s de la Interpol¡±.
?Dice el exencargado de reubicaciones de la CIA que, tal vez, ahora Smolenkov, si en efecto es el colaborador protegido de EEUU, ver¨¢ m¨¢s clara la necesidad de cambiar de identidad. Tambi¨¦n, que no teme a corto plazo por su seguridad, teniendo en cuenta toda la atenci¨®n puesta sobre ¨¦l y el despliegue de la agencia de inteligencia, pero le preocupa el peligro a uno, tres o m¨¢s a?os vista. Por d¨¦cadas. Putin, recalca, ¡°es muy vengativo¡±.
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