La Polic¨ªa de Hong Kong reprime las manifestaciones en v¨ªsperas del 70? aniversario de la Rep¨²blica Popular China
Los agentes y los participantes en las protestas endurecen sus t¨¢cticas antes de los fastos en Pek¨ªn
Decenas de miles de personas salieron este domingo a las calles, en la mayor manifestaci¨®n desde hac¨ªa un mes en Hong Kong, para protestar contra el Gobierno chino en una concentraci¨®n que, a tramos, cont¨® con incidentes de violencia. Centenares de polic¨ªas salieron de las bocas de metro, de callejones, de furgonetas enviadas por la Comisar¨ªa central para detenerlos, en una operaci¨®n de limpieza por todo el centro de la antigua colonia que se prolong¨® durante horas y que dej¨® claro el profundo cisma que se ha creado no solo entre manifestantes y los Gobiernos de Hong Kong y Pek¨ªn; tambi¨¦n, entre la Polic¨ªa local y los ciudadanos de a pie.
Los altercados entre ambas partes fueron los m¨¢s violentos hasta la fecha en tres meses de protestas. Los dos lados han endurecido sus t¨¢cticas en v¨ªsperas de los festejos con los que China quiere celebrar por todo lo alto los 70 a?os de la Rep¨²blica Popular ¡ªuno m¨¢s que los que lleg¨® a cumplir la ahora difunta Uni¨®n Sovi¨¦tica¡ª. Los manifestantes est¨¢n dispuestos a aguar la fiesta; la Polic¨ªa y el Gobierno aut¨®nomo, a imped¨ªrselo.
Que los altercados de este domingo, el d¨¦cimo s¨¦ptimo de protestas en la antigua colonia brit¨¢nica, iban a tener una escala mucho mayor que en fines de semana previos qued¨® claro desde primera hora de la tarde. Ya antes de comenzar la manifestaci¨®n, para la que el grupo convocante no hab¨ªa pedido autorizaci¨®n previa de la Polic¨ªa, los agentes lanzaron varias rondas de gases lacrim¨®genos en la cabeza de la marcha, en Causeway Bay, uno de los grandes n¨²cleos comerciales hongkoneses.
Los manifestantes tambi¨¦n hab¨ªan dejado claro que quer¨ªan hacerse o¨ªr m¨¢s que nunca, en la ciudad y en el exterior. El lema oficial de la marcha era ¡°contra el totalitarismo global¡±; muchos j¨®venes portaban distintas banderas ¡ªEstados Unidos, la Uni¨®n Europea, Alemania, Espa?a, Irlanda, Estonia, Senegal¡ª y lemas en varias lenguas. La imagen del presidente chino, Xi Jinping, se hab¨ªa transformado en una alfombra sobre la que los movilizados pateaban con entusiasmo; abundaban los carteles en los que las estrellas de la bandera nacional china se hab¨ªan convertido en una esv¨¢stica. Todos los manifestantes ocultaban su rostro en mayor o menor manera.
Las cargas policiales comenzaron a mitad de recorrido, en lo que pareci¨® un cambio de t¨¢ctica con respecto a otras ocasiones. Grupos de j¨®venes radicales hab¨ªan cubierto con carteles y pintadas negocios supuestamente de propiedad prochina, roto cristales y lanzado c¨®cteles molotov contra la boca de metro de Wan Chai, una de las m¨¢s concurridas en la isla de Hong Kong. Los antidisturbios dispararon abundantes rondas de gas pimienta y balas de pl¨¢stico; una hiri¨® a una periodista indonesia.
En la cabecera de la manifestaci¨®n, en torno a los edificios de Gobierno, los antidisturbios ¡ªconocidos popularmente como los raptors¡ª utilizaban ca?ones de agua, m¨¢s rondas de gases lacrim¨®genos, m¨¢s balas de pl¨¢stico. El gas pimienta a¨²n segu¨ªa flotando en el ambiente minutos despu¨¦s de que, finalmente, cargaran contra los manifestantes y detuvieran a decenas de ellos. La escena se repiti¨® en diversos puntos de la ciudad, mientras el p¨²blico increpaba ruidosamente a los agentes y estos ¡ªdevolviendo a veces los insultos¡ª trataban a su vez de impedir el trabajo de los periodistas, intentando deslumbrarles con luces o ¡ªen alguna ocasi¨®n¡ª lanzando gas lacrim¨®geno en lo que pareci¨® un gesto intencionado.
¡°Mira en lo que se han convertido¡±, sollozaba Sophia, una joven menuda. ¡°Mi abuelo, mi abuela, son partidarios de China. Puedo entenderlo. Ellos me dan sus argumentos e intentan razonar. Esta Polic¨ªa no solo es que defienda a China. No razona, nos ataca, nos insulta, han perdido por completo su ¨¦tica profesional¡±.
Una investigaci¨®n sobre la violencia policial es una de las demandas principales de los manifestantes, que reclaman tambi¨¦n sufragio universal, la puesta en libertad de los detenidos en las protestas y que se retire la descripci¨®n de ¡°disturbios¡± a las manifestaciones. Hasta ahora, la ¨²nica reivindicaci¨®n que se ha visto cumplida ha sido la retirada del proyecto de ley de extradici¨®n cuyo tr¨¢mite desencaden¨® las movilizaciones el pasado 9 de enero.
A lo largo de las avenidas del centro de Hong Kong, la Polic¨ªa segu¨ªa avanzando para retirar las barricadas, algunas incendiadas, que los manifestantes hab¨ªan dejado en su retirada. Tras ellos, centenares de ciudadanos les segu¨ªan increpando.
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