T¨²nez elige como presidente a un jurista sin experiencia pol¨ªtica, seg¨²n los sondeos a pie de urna
El profesor de Derecho Constitucional Kais Said se impone en la segunda vuelta de las presidenciales al magnate de la televisi¨®n Nabil Karui
El profesor de Derecho Constitucional Kais Said, de 61 a?os, ha ganado la segunda vuelta de las presidenciales celebradas este domingo en T¨²nez, seg¨²n dos sondeos a pie de urna. La empresa encuestadora Emrhod atribuy¨® a Said el 72,53% de los votos frente al 27,47 de su rival, el magnate televiso Nabil Karui, de 56 a?os. Por su parte, la compa?¨ªa Sigma Conseil, contratada por la televisi¨®n estatal, otorg¨® a Said un 76,9% frente al 23%,1% de Karui. En ambos casos, Said vence por un margen superior a los 25 puntos. Las encuestas practicadas a pie de urna en las legislativas del 6 de octubre coincidieron en buena parte con los resultados oficiales, anunciados dos d¨ªas despu¨¦s de la jornada electoral.
Cientos de j¨®venes partidarios de Kais Said comenzaron a festejar la victoria frente al Teatro Municipal, en la c¨¦ntrica avenida de Burguiba, minutos antes de que se anunciaran los primeros sondeos. El lema era: "?Qui¨¦n te dijo que eras cercano al pueblo, Macarrones?" Macarrones es el apodo despectivo de Karui, por el hecho de que impuls¨® su popularidad regalando pasta y otros alimentos a los pobres en actos que difund¨ªa su canal de televisi¨®n, el de mayor audiencia del pa¨ªs.
Said ha basado su campa?a en emitir mensajes hacia los j¨®venes, que han sido sus principales seguidores. Su elecci¨®n refleja el deseo de ruptura con una clase pol¨ªtica lastrada por la corrupci¨®n, el transfuguismo y la ineficacia contra el paro y la inseguridad ciudadana.
El jurista Said fue ganador tambi¨¦n de la primera vuelta de las presidenciales, el pasado 15 de septiembre, frente a ocho candidatos, a pesar de que no tiene ninguna experiencia pol¨ªtica. Su equipo de campa?a est¨¢ formado por j¨®venes voluntarios. Empez¨® a ser conocido despu¨¦s de la revoluci¨®n 2011 al ser invitado como tertuliano en varios canales de televisi¨®n. Suele expresarse en un ¨¢rabe cl¨¢sico ampuloso, ajeno al ¨¢rabe dialectal de la calle. Se muestra como un tajante defensor de la pena de muerte y sus detractores aseguran que en realidad es una marioneta de los islamistas del partido Ennahda, vencedor de las elecciones legislativas.
Su principal activo electoral es la honestidad y su deseo de reformar un sistema constitucional que, seg¨²n ¨¦l, no satisface los anhelos democr¨¢ticos de la revoluci¨®n. Pretende reformar la Constituci¨®n para otorgar m¨¢s competencia a los poderes locales. El problema es que para cumplir su programa el presidente, en el sistema parlamentario tunecino, necesita el apoyo de dos tercios del Parlamento, algo que hoy por hoy no parece posible.
Hay muchas escenas que podr¨ªan resumir lo que significa para T¨²nez elegir este domingo al que ser¨¢ su segundo presidente desde que en 2011 huyera del pa¨ªs el dictador Ben Ali. Una de esas im¨¢genes podr¨ªa ser la de tres j¨®venes sonrientes que sal¨ªan del centro electoral de la Calle Marsella, en el centro de T¨²nez, un barrio popular. Votaron por candidatos distintos, pero se sent¨ªan orgullosos de que la democracia avance en el pa¨ªs, de que el viernes se haya celebrado un debate in¨¦dito en el mundo ¨¢rabe entre dos candidatos presidenciales.
Motaz, un estudiante de inform¨¢tica de 22 a?os, indic¨® que ha votado a Kais Said porque defiende un sistema pol¨ªtico distinto. Su amiga Charaf, una estudiante de 24 a?os, y su amigo Yusef, de 20, se inclinaron por Karui. Sal¨ªan del colegio electoral de la calle Marsella, a solo cinco minutos a pie del lugar en el que el pasado junio un terrorista del Estado Isl¨¢mico perpetr¨® un atentado suicida. Tambi¨¦n se encuentra a cinco minutos la avenida Burguiba, donde en octubre de 2018 una terrorista suicida se hizo estallar otra bomba ante una patrulla de polic¨ªa. La amenaza yihadista sigue latente. Por eso la avenida Burguiba estaba tomada literalmente por la polic¨ªa. Pero el proceso democr¨¢tico avanza.
Esta vez, a diferencia de las elecciones legislativas del 6 de octubre, la participaci¨®n ha sido muy elevada. Al cierre de las mesas ascend¨ªa al 57% y todav¨ªa se esperaba que aumentase. En las legislativas, sin embargo, solo alcanz¨® un 41,7%. El inter¨¦s de los ciudadanos qued¨® patente en el debate entre los dos candidatos, que registr¨® un r¨¦cord absoluto de audiencia en T¨²nez con 6,4 millones de telespectadores, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n.
Jazy Hedi, es un funcionario de 58 a?os que tambi¨¦n vot¨® por Kais Said. ¡°El jurista Said puede ser un hombre de Estado. Mientras que Karui no servir¨ªa ni para gobernar un barrio¡±. Aisaui Sami es un tunecino de 40 a?os que trabaja en Europa y tambi¨¦n ha votado por Said. ¡°Karui es un demagogo. Reparte comida entre los pobres y lo saca en su cadena de televisi¨®n. Si hay que seguir con la revoluci¨®n adelante yo quiero seguir con un pueblo culto. La gente que vota a Kais Said son m¨¢s conscientes¡±.
En el otro extremo de la ciudad, en un colegio del barrio acomodado de La Marsa, Syrine, una joven de 25 a?os empleada en el sector de los Recursos Humanos, se?ala: ¡°Esta elecci¨®n es una batalla entre generaciones. Los j¨®venes estamos con Kais Said, los mayores con Karui¡±.
Una buena parte de los votantes parece haber votado por miedo a un candidato m¨¢s que por adhesi¨®n al otro. ¡°Lo ¨²nico que quiero es que no vengan los Hermanos [Musulmanes]¡±, se despacha Maria, tambi¨¦n en el barrio de La Marsa. Maria alude a la supuesta vinculaci¨®n de Said con el partido islamista Ennahda, que pidi¨® a sus votantes el voto por el jurista Said.
Najua, una funcionaria de mediana edad, comenta: ¡°He sido alumna de Said, y tiene unas buenas ideas te¨®ricas, pero lo que necesitamos es un hombre pr¨¢ctico que reactive la econom¨ªa. Tengo miedo de que haya un retroceso en el pa¨ªs, sobre todo en los derechos de las mujeres¡±. ¡°No, no creo que exista ese peligro¡±, tercia su marido, aunque tambi¨¦n se ha decantado por Karui.
En el campo del jurista, suscitan preocupaci¨®n los negocios del magnate de la comunicaci¨®n. ¡°Sus empresas y conexiones con el extranjero son dudosas. El pa¨ªs necesita un hombre ¨ªntegro y bien formado, un intelectual como Said¡±, dice Sonia, un ama de casa que ha venido acompa?ada de su hija, que vota por primera vez. ¡°Estoy asustada ante la posibilidad de que Karui gane. No s¨¦ cu¨¢l ser¨¢ su relaci¨®n con la sociedad civil¡±, confiesa Olfa, una treinta?era que trabaja en una ONG.
Karui fue liberado el mi¨¦rcoles, despu¨¦s de 46 d¨ªas en prisi¨®n preventiva por una denuncia de evasi¨®n fiscal y blanqueo de dinero presentada por la ONG Iwatch, especializada en la lucha contra la corrupci¨®n.
La Constituci¨®n de 2014 limita las atribuciones del presidente a los ¨¢mbitos de la Pol¨ªtica Exterior, la Defensa, y la Seguridad Nacional. Sin embargo, el jefe de Estado podr¨ªa desempe?ar tambi¨¦n un importante papel de ¨¢rbitro ante una hipot¨¦tica situaci¨®n de bloqueo en el Parlamento durante la pr¨®xima legislatura.
Tras las elecciones legislativas celebradas la semana pasada surgi¨® un Parlamento muy fragmentado. El partido m¨¢s votado fue Ennahda, de tendencia islamista moderada. Pero solo consigui¨® 52 de los 217 esca?os disponibles. Ahora tendr¨¢ que buscar socios que le proporciones los 57 votos que le faltan para alcanzar la mayor¨ªa de 109, m¨ªnimo indispensable para gobernar.
El pr¨®ximo presidente, sin experiencia en el manejo de organismos p¨²blicos, deber¨¢ esmerarse en asentar la joven democracia en medio de unas instituciones debilitadas.
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