Bolsonaro sella su reconciliaci¨®n con China con propuestas de inversi¨®n

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¡°Una parte considerable de Brasil necesita a China, y China tambi¨¦n necesita a Brasil. Brasil es un mar de oportunidades, y queremos compartirlas con China¡±. Con estas palabras, el presidente brasile?o, Jair Bolsonaro, culmin¨® en su visita de tres d¨ªas a Pek¨ªn lo que ha sido un giro de 180 grados en su postura hacia la segunda potencia mundial: de acusarle durante su campa?a electoral de ¡°querer comprar Brasil¡± a describirlo, a su llegada a esta capital, como un pa¨ªs ¡°capitalista¡±.

La visita del ultraderechista presidente brasile?o a China es un claro ejercicio de contorsionismo: Bolsonaro es un orgulloso anticomunista que en campa?a electoral no solo acus¨® a China de ¡°querer comprar Brasil¡±, sino que os¨®?visitar la isla de Taiw¨¢n para disgusto de su principal socio comercial. Pero desde que gan¨® las elecciones ha impuesto el pragmatismo, ante la realidad de una relaci¨®n bilateral que se asienta en un intercambio comercial de casi 99.000 millones de d¨®lares en 2018 con un super¨¢vit de casi 30.000 millones para Brasil, seg¨²n las cifras oficiales. En lo que va de a?o y hasta septiembre, 72.800 millones de d¨®lares, con un super¨¢vit favorable a Brasil de 19.600 millones. El doble que con su segundo socio y ahora aliado preferente, EE UU.

Bolsonaro lanz¨® toda una ofensiva de encanto. Brasil est¨¢ interesado en aumentar sus exportaciones a China, especialmente en el ¨¢mbito de productos agr¨ªcolas, y en captar inversiones para sus privatizaciones de empresas p¨²blicas y en el sector de infraestructuras. China es el noveno inversor en Brasil con un inter¨¦s destacado en infraestructuras y energ¨ªa, lo cual lo hace te¨®ricamente a¨²n m¨¢s interesante para este Gobierno que ha promovido licitaciones en ambos sectores.

En su reuni¨®n con el presidente chino, Xi Jinping, en el Gran Palacio del Pueblo, Bolsonaro invit¨® a China a participar en la subasta masiva de gas y petr¨®leo prevista para el 6 de noviembre, la primera de su gobierno y de la que se espera que genere m¨¢s de 100.000 millones de d¨®lares. ¡°China no puede dejar de estar¡±, insisti¨®.

En total, ambos mandatarios suscribieron ocho acuerdos de cooperaci¨®n, en ¨¢reas desde la carne bovina procesada a las energ¨ªas renovables. Tambi¨¦n para facilitar los tr¨¢mites aduaneros mutuos, facilitar los contactos entre sus respectivos ministerios de Exteriores y el intercambio de estudiantes.

Los dos pa¨ªses podr¨ªan firmar otros acuerdos cuando Xi devuelva la visita a Brasil el mes pr¨®ximo, cuando asistir¨¢?a la cumbre de los BRICS en Brasilia?durante una gira por Am¨¦rica Latina en la que tambi¨¦n participar¨¢ en la reuni¨®n anual del Foro de Cooperaci¨®n Econ¨®mica Asia Pac¨ªfico (APEC) en Chile. La secretaria brasile?a de Agricultura ha expresado ya su esperanza de que China certifique m¨¢s plantas de producci¨®n de carne en Brasil que puedan exportar al pa¨ªs asi¨¢tico, donde la demanda se ha disparado ante la epidemia de gripe porcina que padecen sus piaras.

El brasile?o, hincha del Palmeiras, sorprendi¨® a la hora de los regalos: una camiseta rojinegra del Flamengo para un Xi gran aficionado al f¨²tbol. ¡°Ahora, todo Brasil es flamengo. Con toda seguridad, 1.300 millones de ciudadanos chinos tambi¨¦n ser¨¢n del Flamengo¡±, sonri¨® Bolsonaro mientras entregaba la camiseta a su hom¨®logo, visiblemente complacido. Xi correspondi¨® al regalo, a su vez, tambi¨¦n con un presente en tono similar: un grabado de tema balomp¨¦dico.

China, siempre pragm¨¢tica, hab¨ªa echado el resto para agasajar al presidente brasile?o. En su d¨ªa hab¨ªa dejado claro su malestar con los gestos del Bolsonaro candidato, o con el plant¨®n que recibi¨® Xi al cierre de la cumbre del G20 en Osaka (Jap¨®n): el brasile?o dej¨® de acudir a una reuni¨®n bilateral alegando que perd¨ªa el avi¨®n. Pelillos a la mar. Para Pek¨ªn, la relaci¨®n con Brasil tambi¨¦n es importante: su principal socio en Am¨¦rica Latina, aliado dentro de los BRICS, pendiente a¨²n de decidir sus alianzas para la construcci¨®n de sus redes 5G, importante alternativa para el suministro de productos como la soja o la carne en plena guerra comercial con Estados Unidos.

La reuni¨®n de los dos presidentes estuvo precedida de una colorida ceremonia de bienvenida en el exterior del Palacio del Pueblo. Ambos escucharon los himnos nacionales y pasaron revista a una impecable formaci¨®n de gala de tropas chinas. Ante un grupo de escolares de primaria que agitaba banderas de los dos pa¨ªses y ramos de flores, Bolsonaro se lanz¨® a estrechar las manos e intercambiar algunas palabras con los peque?os. Xi se limit¨® a saludar agitando la mano, sin acercarse.

La jornada hab¨ªa comenzado con la confirmaci¨®n de que Brasil eximir¨¢ de la necesidad de visado para los turistas chinos. Este pa¨ªs aspira a que el turismo pase a representar el 10% de su PIB, frente al 6% actual y China es fundamental para conseguirlo. Aunque es el pa¨ªs que m¨¢s visitantes env¨ªa al exterior ¡ªeste a?o viajaron al extranjero 150 millones de ciudadanos¡ª, hasta ahora solo llegan a Brasil 60.000 de ellos, una cifra manifiestamente mejorable.

La agenda del presidente brasile?o, que partir¨¢ el s¨¢bado de Pek¨ªn para continuar su gira en Oriente Pr¨®ximo, se complet¨® con sendas reuniones con el primer ministro chino, Li Keqiang, y el presidente de la Asamblea Nacional Popular y ¡°n¨²mero tres¡± de la jerarqu¨ªa de este pa¨ªs, Li Zhanshu.