Eduardo Bolsonaro, el heredero del clan

Aunque naci¨® y creci¨® en una de las ciudades m¨¢s bellas del mundo, meca de parejas de turistas enamorados, el diputado brasile?o Eduardo Bolsonaro eligi¨® pedir la mano de su novia muy lejos de R¨ªo de Janeiro. El tercero de los hijos del presidente ¡ªconocido como Bolsonaro 03¡ª convirti¨® lo que suele ser un acto ¨ªntimo en un asunto pol¨ªtico el pasado diciembre, d¨ªas antes de la toma de posesi¨®n paterna. Nada raro en estos tiempos de la pol¨ªtica espect¨¢culo y menos en un clan que debe en buena medida su inesperado ¨¦xito pol¨ªtico al activismo en redes sociales. Desde el escenario, con la vista puesta en una mujer del p¨²blico que asist¨ªa a la Cumbre Conservadora de las Am¨¦ricas organizada por ¨¦l mismo, Bolsonaro hijo pregunt¨®: ¡°Helo¨ªsa Wolf, ?aceptas oficialmente casarte conmigo?¡±. Y se arrodill¨®. Ella respondi¨® con un elocuente ¡°s¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¡± y aparente sorpresa. Antes de la escena, que termin¨® con anillo, beso y aplausos, el entonces reci¨¦n elegido diputado hab¨ªa prometido en un discurso ¡°extinguir la izquierda¡± de Brasil. Ocurri¨® en Foz de Iguaz¨², al lado de las cataratas.

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Desde que su padre lleg¨® al poder, este licenciado en Derecho y polic¨ªa de profesi¨®n ha ido ganando espacio frente a sus hermanos. Bien rubitos de ni?os, crecieron en un barrio de clase media en R¨ªo y estudiaron en colegios privados. Eduardo, surfero, aprendi¨® ingl¨¦s. Reelegido diputado en octubre de 2018 con m¨¢s votos que ning¨²n otro parlamentario en la historia de Brasil (1,8 millones), tiene gran influencia en la pol¨ªtica exterior y se ha crecido en la nacional hasta erigirse a grandes pasos en heredero pol¨ªtico de la dinast¨ªa que el capit¨¢n retirado ha forjado con los tres hijos de su primer matrimonio.

Aunque el inter¨¦s de Bolsonaro 03 por las relaciones internacionales fue nulo la pasada legislatura, ahora preside la comisi¨®n de Exteriores en la C¨¢mara de Diputados. Con trajes bien cortados, ojos claros y una cuidada barba que contrasta con sus entradas, las posiciones pol¨ªticas no difieren de las de su progenitor: mano dura con el crimen, la izquierda es un enemigo a batir, defensa de la familia, apertura econ¨®mica¡­

El d¨ªa de julio que cumpli¨® 35 a?os recibi¨® uno de esos regalos que s¨®lo un padre presidente puede hacer: el cargo de embajador de Brasil en Washing?ton. Si el asunto dependiera solo del pl¨¢cet de EE UU, estaba hecho porque el presidente Donald Trump lo valora, como ha dejado claro con varios gestos p¨²blicos como invitarlo a acompa?ar a su padre en el Despacho Oval, dejando fuera al ministro de Exteriores. El problema es que el Senado brasile?o deb¨ªa ratificarlo y en estos meses los bolsonaristas no han logrado los votos necesarios para evitar un fiasco.

Por si fuera poco, esta semana ha saltado una de esas crisis vertiginosas tan frecuentes en la pol¨ªtica de Brasil que, advierte Guilherme Casar?es, especialista en relaciones internacionales de la Fundaci¨®n Getulio Vargas, puede implicar un cambio radical de destino. Ser embajador en Washington le dar¨ªa ¡°un aura de hombre de Estado¡±, explica. El analista afirma que el diputado ¡°pronto se dio cuenta de que Exteriores es uno de los asuntos en los que no existe oposici¨®n, no se considera relevante, y entendi¨® que era m¨¢s f¨¢cil construirse ah¨ª una reputaci¨®n¡±. Bagaje para qui¨¦n sabe si suceder al patriarca en las elecciones de 2022 o 2026.

Fue reelegido diputado con m¨¢s votos que ning¨²n parlamentario de la historia del pa¨ªs: 1,8 millones

El Partido Social Liberal, con el que el presidente Bolsonaro concurri¨® a las elecciones ¡ªuna de esas siglas que aqu¨ª llaman de alquiler¡ª, est¨¢ a las puertas de un cisma. La crisis puede convertirse en una oportunidad para enterrar, temporal o definitivamente, los planes de enviarlo a Washington. El presidente ha sugerido que quiz¨¢ lo nombre para otro puesto. Casar?es explica las opciones en esta vol¨¢til situaci¨®n: ¡°El plan A era hasta ahora que fuera a Washington; el B, que Ernesto Ara¨²jo (actual ministro de Exteriores, diplom¨¢tico) fuera a Washington y Eduardo lo sustituyera en el ministerio; el C, que se convirtiera en l¨ªder del partido en la C¨¢mara, con control sobre el grupo parlamentario, y el D, que se centre en convertirse en el principal l¨ªder conservador de Brasil¡±.

Durante los ¨²ltimos meses Eduardo no ha perdido un minuto. Ha recibido clases de embajadores y estudiado relaciones internacionales e historia, con la vista puesta en Washington, pero sin descuidar otros muchos frentes mientras sus hermanos languidecen pol¨ªticamente. Flavio, 38 a?os, senador, mantiene perfil bajo desde que es investigado por corrupci¨®n, un asunto muy sensible porque fue una de las banderas que impulsaron a su padre a la presidencia. Carlos, 36, concejal por R¨ªo de Janeiro, acaba de estar un mes de permiso sin sueldo. Lo solicit¨® al d¨ªa siguiente de tuitear: ¡°Por v¨ªas democr¨¢ticas la transformaci¨®n que Brasil quiere no ocurrir¨¢ a la velocidad que buscamos¡±.

Eduardo tambi¨¦n abraza el discurso revisionista de su padre sobre la dictadura. Pero sobre todo adora las armas, afici¨®n que comparte con su esposa. Ella practica el tiro deportivo; ¨¦l se cas¨® con una pistola de alfiler de corbata y pos¨® con un arma en la cartuchera durante una visita a su padre hospitalizado. La pareja tiene una perra adoptada de una favela, a la que bautizaron Beretta por el fabricante italiano de pistolas. Con 36.000 seguidores, Beretta Bolsonaro es, como sus amos, una estrella de Instagram.