El amargo adi¨®s de la congresista Katie Hill: ¡°Me voy por una cultura mis¨®gina que consumi¨® mis fotos desnuda¡±

La joven congresista dem¨®crata Katie Hill, que lleg¨® al Capitolio en las elecciones legislativas de hace un a?o, pronunci¨® este jueves por la tarde un amargo discurso de despedida contra la "cultura mis¨®gina" que, seg¨²n explic¨®, la ha llevado a renunciar. Hill, de 32 a?os, deja el esca?o tras haber sido acusada de acostarse con una empleada de su campa?a y con un subordinado en el Congreso, y despu¨¦s de la humillante publicaci¨®n de fotos y mensajes ¨ªntimos. Ese escarnio ha causado estupor en Washington. "Me voy porque hay un doble rasero, me voy porque no quiero que se me use como moneda de cambio", dijo Hill. "Me voy ¡ªcontinu¨®¡ª por una cultura mis¨®gina que consumi¨® alegremente mis fotograf¨ªas desnuda".

La legisladora de California admiti¨® haber mantenido relaciones sexuales con su ayudante de campa?a, pero niega las que se le atribuyen con su director legislativo, Graham Kelly. El Comit¨¦ de ?tica de la C¨¢mara de Representantes abri¨® una investigaci¨®n la semana pasada con relaci¨®n a estas ¨²ltimas, ya que est¨¢n prohibidas por la C¨¢mara de Representantes (a ra¨ªz de una normativa de 2018), pero Hill no se quedar¨¢ a ver el resultado. La explotaci¨®n p¨²blica de sus im¨¢genes ¨ªntimas, seg¨²n aleg¨® este jueves, ha podido con ella. La congresista las atribuye a una operaci¨®n de "pornovenganza" por parte de su marido, del que se est¨¢ divorciando, y que ha encontrado a los aliados perfectos en medios sensacionalistas y conservadores.

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"Me voy porque no quiero ser usada por webs y blogs, operados por gente sin verg¨¹enza, para la pol¨ªtica m¨¢s sucia que he visto jam¨¢s, y para que los medios de la derecha logren clics y aumenten su audiencia distribuyendo fotograf¨ªas ¨ªntimas que se tomaron sin mi consentimiento para entretenimiento sexual de millones de personas", afirm¨® esta tarde en el Capitolio. Esos materiales fueron difundidos en primera instancia por la publicaci¨®n conservadora RedState y por el tabloide brit¨¢nico Daily Mail. Los mensajes recogen conversaciones supuestamente con la ayudante de campa?a, as¨ª como entre el marido y la ayudante.

La presidenta de la C¨¢mara, la veterana dem¨®crata Nancy Pelosi, critic¨® el abuso y la explotaci¨®n que ha supuesto la difusi¨®n de esas fotograf¨ªas, pero no cuestion¨® la decisi¨®n de la congresista de dimitir. Sus relaciones con la empleada de la campa?a electoral, aunque no quedan sujetas a las normas del Congreso, tampoco encajan bien, habida cuenta de su relaci¨®n de subordinaci¨®n laboral, en un momento como el actual, en el que una mayor concienciaci¨®n contra el acoso ha reducido los umbrales de tolerancia de estos casos. "Ha tomado su decisi¨®n y ha elegido el momento", dijo, si bien le pareci¨® una situaci¨®n "triste" y calific¨® de "vergonzosa" su "humillaci¨®n por ciberexplotaci¨®n".

Pelosi tambi¨¦n aprovech¨® para advertir a todos esos que "pueden ser objeto de ese tipo de abuso y acoso". "Se lo digo a mis hijos y a mis nietos, sobre todo, todas esas apariciones en las redes sociales pueden ir luego a cazarte fuera de contexto", a?adi¨®.

Katie Hill no public¨® ninguna de esas fotos ni mensajes en las redes sociales. La congresista asegura que, a partir de ahora, se volcar¨¢ en combatir la "pornovenganza". Aun as¨ª, este jueves, en el Capitolio, pidi¨® perd¨®n: "A cada ni?a que mir¨® hacia a m¨ª [como referente], espero que pod¨¢is perdonarme". Al estallar el caso, la joven legisladora admiti¨® su "error de juicio" a la hora de relacionarse con una subordinada durante su campa?a.

La precandidata dem¨®crata Kamala Harris, senadora por California, la defendi¨® hace unos d¨ªas al recalcar que Hill "es v¨ªctima de ciberexplotaci¨®n" y que existe un doble rasero en este caso. La sexualidad de hombres y mujeres "no se juzga con los mismo par¨¢metros", dijo Harris. Otros legisladores en el Congreso han sido se?alados en el pasado por relaciones poco ortodoxas con personas a su cargo, pero la explotaci¨®n de las im¨¢genes robadas a las que se ha visto sometida Hill ha causado conmoci¨®n.